Ayer lunes 18 y tal como lo viene haciendo desde hace cinco años, la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional, la CORREPI, le entregó al Ministro del Interior, Federico Storani, el Archivo de casos de víctimas del ôgatillo fácilö (ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad) en la Argentina.
Previo a la entrega del Archivo un centenar de familiares de las víctimas realizaron una actividad en la Plaza de Mayo que consistió en una radio abierta y en la entrega de octavillas donde explicaban las razones de su movilización.
Minutos antes que los familiares ingresaran a la Casa de Gobierno, Pedro Antonio Ruiz, padre de una de las víctimas dialogó con Informativos.Net.
A Ricardo Javier Ortiz le faltaban días para cumplir sus 17 años. Vivía con sus padres en Lanús Oeste, en la provincia de Buenos Aires. Como todo adolescente tenía su grupo de amigos. El 1 de marzo de este año estaba charlando con ellos, cuando el policía Néstor Escalante descendi¢ de un colectivo y le dispar¢ por la espalda al joven Ortiz. El agente, aleg¢ en su defensa, que hab¡a repelido la agresi¢n de un delincuente que al intentar asaltarlo le hab¡a disparado en 8 ocasiones.
Un dato no menor, el adolescente no ten¡a armas ni elementos que probaran que hubiera asaltado al polic¡a.
+En qu’ estado se encuentra la causa judicial?
La causa en este momento, que est en manos del Fiscal Jos’ Luis Ju rez de los Tribunales de Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires) la quiere cerrar. Se lo recus¢, y ahora contest¢ y estamos esperando que no la cierre. +l entiende que hubo enfrentamiento, en el cual mi hijo no ten¡a un arma, fue muerto por la espalda. Entonces, no hubo enfrentamiento, pero el onico que entiende que hubo enfrentamiento es ‘l (Fiscal).
El polic¡a que mat¢ a su hijo, +sigue en servicio?
El polic¡a que mat¢ a mi hijo sigue prestando servicio en la comisar¡a 7¡. de la Capital Federal. El nombre es N’stor Escalante, es cabo primero.
¨Qu’ deber¡a hacer la Justicia en ese caso?
La Justicia lo que deber¡a hacer es detenerlo y que la fuerza de la polic¡a si quieren depurarla, echarlos a estos asesinos autom ticamente. No hay derecho que un polic¡a siga trabajando.
A nosotros nos quitaron todo, nos quitaron nuestros hijos, a nuestra familia la destrozaron, porque no s¢lo soy yo, sino hay muchos casos de la misma forma, la mayor¡a de los casos son de la misma forma.
Esto quiere decir que hay encubrimiento por parte de los Jefes de la Polic¡a.
Exactamente. El encubrimiento viene del Gobierno, del Ministro del Interior hasta el oltimo Jefe de la Polic¡a. El Ministro del Interior es quien encubre a estos asesinos.
Un cuerpo de abogados lleva adelante las causas por las ejecuciones extralegales. Una de ellas, la doctora Mar¡a del Carmen Verdo dialog¢ con este corresponsal.
Vemos en este nuevo Archivo un 30% m s de casos. +Esto es as¡?
S¡, indudablemente el incremento es muy alto. De 7 muertes por mes en el a_o 99, estamos hablando de un promedio de m s de 10 muertes mensuales, m s de 120 personas asesinadas por el Estado desde el 1 de diciembre del 99 al 1 de diciembre de 2000 y con una tendencia exponencial, de acuerdo a los gr ficos que acompa_an el Archivo, que se_alan que esto es una tendencia creciente hacia el futuro.
+Existe alguna posibilidad de revertir esta preocupante tendencia?
La onica forma de revertirlo, a partir de nuestra propia caracterizaci¢n del fen¢meno de la represi¢n policial e institucional, es una transformaci¢n social profunda. Es decir, en la medida en que nosotros entendemos que la represi¢n representada por el «gatillo f cil», la aplicaci¢n de tormentos, las desapariciones, las muertes en c rceles y comisar¡as son herramientas de control y disciplinamiento o de terror social utilizados por las fuerzas de seguridad en su rol de brazo armado del sistema para garantizar su propia reproducci¢n, es indudable que la onica forma de que esto deje de ser as¡, es modificar de ra¡z el tipo de sistema en el que vivimos.
Pero no a partir de lo que dicen algunos pol¡ticos en torno a democratizar las fuerzas policiales.
Durante much¡simos a_os nos han venido hablando de purgas, de reestructuraciones, de cambios de hombres, cambios de nombres, reemplazos de copulas, etc’tera, y lo cierto es que a pesar de todas estas seudo reformas los ¡ndices siguen creciendo. Los chicos siguen siendo fusilados por la espalda, los presos siguen siendo torturados y asesinados en c rceles y comisar¡as. Precisamente, uno de los datos que surge de este Informe, con mucha claridad, es el hecho de que ningon partido pol¡tico, ningon distrito provincial en particular es el due_o del «gatillo f cil», sino que las proporciones son similares en todas las provincias del pa¡s. Esto refleja la certeza de lo que nosotros decimos: que la represi¢n policial, el gatillo f cil, las torturas y las desapariciones no tienen un due_o, no tienen un determinado color pol¡tico, sino que responden a una necesidad intr¡nseca del sistema en su conjunto.
El Archivo de Casos de la CORREPI puede ser consultado y bajado desde nuestra p gina, ver para ello nuestra secci¢n » Textos On Line».
Alberto Bastia
Jefe de Corresponsal¡as de Informativos.Net en Am’rica Latina