Parece un cuento pero es cierto. La fortaleza de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) -policía política- ha comenzado a abrirse. Ha empezado a desvelar sus secretos y con ellos, muchas leyendas han pasado a ser realidad. Se hace difícil asimilar los cambios que se están dando en esta institución; no obstante, hay que reconocerlos.
El rechazo y el desprecio hacia la DISIP, por lo que ha representado a lo largo de la historia, hace difícil comprender ese cambio, esa apertura. Un órgano de represión que se valía de su condición para vulnerar la dignidad de cualquier ser humano y para el cual, la vida de un ciudadano no tenía ningún significado… la desaparición de una persona era, simplemente, parte del trabajo. Todavía puedes ver en el rostro de cualquier joven las expresiones de miedo y pánico, al ver que se le acerca un funcionario "de negro" de la DISIP aunque sea, para preguntarle por una dirección o por algún vecino o amigo. O simplemente, pregúntale a cualquier ciudadano común qué es la DISIP o qué representa… un lugar donde reinaba el terror, donde muchos gritos se quedaron sin voz y, donde muchos perdieron lo más valioso que tiene un hombre o una mujer es su dignidad. Hay que reconocer que para intentar ver diferente a esta institución hay que hacer muchos esfuerzos. Igualmente, para los propios funcionarios este proceso no debe ser nada fácil y, muchos mostrarán su resistencia a los cambios, que representan acabar con los viejos patrones represivos enseñados a través de los despreciables manuales de la conocida "Escuela de las Américas".
Es un hecho y las transformaciones están en curso. El nuevo director General de la DISIP, capitán (R) Eliézer Otaiza se ha marcado este reto y, aunque reconoce que ser difícil, está dispuesto a lograrlo. Estuvimos conversando con Otaiza -algo impensable con otros directores de la DISIP- para conocer, más de cerca, de qué se trata este proceso. Pretende acabar con la política represiva y ahondar en el verdadero trabajo de Inteligencia de Estado. Crear una institución, junto con otros subsistemas, que le proporcione al Estado un servicio de información, análisis y difusión de Inteligencia que le permita el diseño de políticas estratégicas para el desarrollo del país.
Eliézer Otaiza reconoce que su entrada en la dirección de este cuerpo de seguridad fue repentina. "Fue en una situación muy particular, justo con la renuncia del ex director anterior, comandante Jesús Urdaneta Hernández y con los hechos de Vargas", donde se le imputaba a funcionarios de la DISIP violaciones a los derechos humanos -ejecuciones extrajudiciales-. "Tuve que montarme de inmediato en una serie de investigaciones y tuve que tomar medidas serias, como tener que cambiar a una gran cantidad de directivos".
Estas acciones les ha traído una serie de problemas internos y externos ya que "salimos, prácticamente de todos los directivos de la institución y quebramos la línea de mando". También, comenzaron a intervenir diferentes direcciones en las cuales estaban funcionarios involucrados en los hechos de Vargas. "Colaboré con las investigaciones que adelantaba la Fiscalía General de la República entorno al tema. Entregamos nombres y fotos de los funcionarios que participaron en las diferentes labores de seguridad en la zona. Esto trajo mucho malestar interno. El haber enfrentado este hecho en respuesta responsable al país, por las investigaciones que se adelantan ante este caso. Muchos me vieron como que estaba vendiendo a la institución pero, había que hacerlo y esa era mi responsabilidad".
Asimismo, romper con ese "modelo represivo heredado de la guerra fría y diseñado por la tristemente celebre "Escuela de las Américas". Sistema diseñado para acabar -literalmente- con los comunistas que fue luego utilizado para combatir -con los mismos medios- a los adversarios políticos, a los dirigentes vecinales, culturales y estudiantiles. Manuales con los que se entrenó a estos cuerpos… bajo medios imposibles de calificar tortura, bosquedad, coacción, chantaje, hostigamiento e incluso la desaparición del adversario. La escuela de la sospecha, del asesinato, de la violación sistemática de los derechos humanos. Esto se acabó y por ello, vamos a desclasificar todos los archivos secretos que se encuentran en la DISIP amparado en un decreto presidencial" -será próximamente entregado al presidente de la República para su aprobación-, afirmó Otaiza.
Paralelamente, procedieron a realizar un diagnóstico de la situación de la institución. "Mi primer asombro fue que no existía ningon tipo de control. Carencia de normas como de una ley que regulara las funciones del organismo. Evaluando cada una de las áreas nos dimos cuenta de que existían serios problemas desde el punto de vista organizacional como administrativo. Por eso hemos emprendido un proceso agresivo de cambios. Cambios de personas, paradigmas y líneas estratégicas".
Un cuerpo más profesionalizado
Entre las transformaciones destacan mayor preparación profesional y física de los funcionarios. De una capacitación de aproximadamente un año y medio a una profesión técnica dirigida a formar un personal capacitado en labores de Seguridad e Inteligencia. Así como, acuerdos con el Ministerio de Educación para la formación y para que se obtenga el título de grado correspondiente. Ha habido cambios en los planes de estudio y se ha creado una escuela, en el propio organismo, para impartir clases. Igualmente, hay un programa de ejercitación y preparación física, que empieza todos los días a las 5 de la mañana con el entrenamiento. "La intención es cambiar aquella visión policial para que esto sea una institución de Estado. Entendemos que el proceso y el cambio va a ser lento porque la mentalidad sigue siendo de policía. Pero sé que la profesionalización motivar mucho a los funcionarios y los llevará a comprender los cambios. Ahora la DISIP no ejecutará acciones de un cuerpo policial sino de un Servicio de Seguridad".
Este proceso de reestructuración implica cambios en condiciones laborales. Otaiza explica que: "Al cerrar la DISIP y al abrir el Servicio Nacional de Seguridad se emprenderá un proceso de evaluación del personal. Hay muchas personas que no están capacitadas para los cargos que ocupan. Se les otorgaba un ascenso por el simple hecho de un beneficio de sueldo y sin embargo, no estaban preparados para ese nivel de responsabilidad. Nosotros con la reestructuración no intentamos perjudicar a nadie en su beneficio laboral, es decir, que ganen menos de lo que devengan actualmente pero sí ubicarlas donde corresponde de acuerdo con su preparación. Esto es importante para nosotros, porque no podemos seguir manteniendo a personas en sus cargos por el simple hecho de ser amigas o familiares de determinadas personas. Por otro lado, había personas que ganaban muy mal. Hemos hecho un esfuerzo por ir haciendo una tabulación de sueldos para compensar esta situación, así como, otra serie de beneficios asistencia médica, social y psicológica, formación profesional, entre otros. Esto nos ayudará a que con estas mejores condiciones los funcionarios se incentiven y respondan de una mejor manera".
Otaiza señala que en este proceso agresivo, también se llevó un inventario de los recursos y los materiales de la institución. "Ahí nos dimos cuenta de que no existía ningon control ni registro y que se podía manejar de forma discriminada los recursos y dependía mucho de la conducta moral de la persona que dirigía el mando". Según datos, ofrecidos por esta institución no existe ningún registro ni control sobre los 22 mil millones de dólares que gastó secretamente este organismo durante los últimos 15 años. Esto le ha llevado a una reestructuración inmediata, incluso de la administración y tratar de hacer entender a los funcionarios de esta dependencia la importancia de los registros y de guardarlos, pues cada tres meses los borraban. "Bueno, ya no se debe destruir nada". También, comenzó a auditar todos los equipos que tenía la institución. "Sin embargo, nos encontramos con que la mayoría de los equipos, armamento, materiales y equipos de espionaje estaban completamente desmantelados. Empezamos a ver dónde estaban, quiénes los tenían o quiénes los habían utilizado y cuando se perdieron. Todavía estamos en ese proceso. Pero todo esto, ha removido a la institución porque había muchas personas involucradas que estaban dentro de la institución y fuera de misma. Personas que trabajaron en ella y que se aprovecharon de los recursos. Empezamos con esa investigación y, prácticamente, hemos acabado con la DISIP paralela".
Esta investigación ha supuesto muchos riesgos porque están tocando fibras muy sensibles y está tratando de desmantelar una fuerte estructura. Otaiza reconoce que se está metiendo en la boca del lobo pero es parte de su trabajo y de su responsabilidad como director de este órgano. "Se ha adelantado mucho en estas investigaciones. Lamentablemente muchas se han hecho públicas pues eran cuestiones internas… pero se hicieron públicas". La participación de algunos funcionarios de la institución en esa estructura paralela como la filtración de información de parte de personas que ocupan cargos tanto en la Fiscalía como en los tribunales. "Yo acudí, para ajustarme a derecho, a la Fiscalía y a los tribunales y se ha filtrado la información. Pero esos son riesgos que hay que correr. Sin embargo, prefiero mantener este tipo de investigaciones, ajustadas al marco jurídico, visitas domiciliarias o allanamientos con orden de un juez y en presencia de un fiscal. Hacer lo contrario sería caer en los mismos errores de gestiones anteriores y ese no es el sentido. Por eso, hemos querido acudir a estas instituciones y eso es siempre un riesgo".
Una norma para el control
Por otra parte, el equipo que est trabajando con esta nueva gestión ha buscado crear un proyecto de Ley que regule las funciones de este organismo y de otros cuerpos colaterales. Ya que en Venezuela este tipo de actividades no han estado reguladas en ningún tipo de instrumento legal. "La DISIP no se encuentra restringida absolutamente por ninguna norma jurídica". Por ello, se han puesto a trabajar en este marco legal. Han aprovechado la oportunidad que le ofrece el articulado de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela sobre Seguridad de la Nación para elaborar un proyecto de ley. Entendiendo esta Seguridad desde el punto de vista de desarrollo integral para el país después de discutir con diversos sectores gubernamentales y privados. Este proyecto: "Ley Orgánica del Sistema Nacional de Inteligencia" fue aprobado en Consejo de Ministro y actualmente está en discusión en la Comisión Legislativa Nacional. Otaiza destaca que lo más importante de este proyecto es que regula todo lo concerniente a la actividad de inteligencia no sólo del Servicio Nacional de Inteligencia sino de otras instituciones que cumplen la inteligencia del Estado y la inteligencia privada. "La investigación debe hacerse ajustada al Estado de Derecho y en respeto al principio del debido proceso". Asimismo, explica Otaiza que "Venezuela tiene una tradición de violación a los derechos humanos y esta ley nos va a permitir mantener los derechos humanos como un logro inalterable. Esto es esencial. Es poblico los desmanes que ha cometido esta institución pero esto debe cambiar".
Por otra parte, en lo relacionado con la partida y los gastos de la institución que eran completamente secretos y bajo ningún tipo de regulación. "Ahora se pretende con esta norma jurídica que haya un control por parte de algunas instituciones como: la Contraloría y por un organismo superior conformado por el Vicepresidente, el Contralor General de la República y la Comisión Especial de Control de Información e Inteligencia de Estado de la Asamblea Nacional. En definitiva, esta Ley nos permitir definir que tipo de institución va a ser y para qué. Esto nos permitir orientarnos hacia los nuevos cambios".
"Esta ley pone las bases para un nuevo modelo. Esto es sustituido por información económica local, regional y mundial, por informaciones en el campo energético o ambiental. … información ligada al desarrollo del país".
No quiero apresurarme
Ante todo esto, Otaiza reconoce que los cambios se irán dando poco a poco. "A mí me gustaría poder hacer más y que los cambios se fueran dando más rápido. Pero he aprendido a comprender que el proceso va a ser lento y en la medida en que se vayan dando esos cambios, la gente se irá motivando y colaborará para lograr las metas planteadas. Y lo más importante, de todo esto es que estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad".
Este joven reconoce sentirse bien como director de la DISIP aunque el mismo le exige mucho. "Todos los días hay cosas nuevas a las cuales hay que salir adelante y yo intento salir al paso en ellas. Confieso cierta inexperiencia como policía, como agente de inteligencia pero estoy dispuesto a aprender. Aún así he salido adelante frente a los obstáculos. No digo que sea de la mejor manera pero he logrado salir al paso. La situación del país me ha llevado a tomar decisiones y a salir adelante. Yo me siento bien, muy conforme de lo que estoy tratando de hacer y esto -internamente- es mucho para mí. Siempre consciente de la responsabilidad y el esfuerzo moral que debo hacer para poner a la altura a esta institución. Creo que para un joven es una gran oportunidad. A veces, a los jóvenes nos han tenido rezagados pero esto significa mucho. Yo creo que cambiando esta institución se ayuda a cambiar el país. Esta institución ha sido trampolín de muchos devanes pero yo creo que también puede ser un trampolín para muchos éxitos. Y eso es lo que estoy tratando de hacer con este proceso de reestructuración. Creo que estoy asumiendo mi responsabilidad como debo asumirla y creo que, simplemente, debo seguir adelante y no debo pararme ante las críticas, opiniones u obstáculos. Me gustaría hacer muchas más cosas y mucho más rápido. Pero entiendo que los cambios deben darse poco a poco pues depende de los humanos, de las personas que están dentro y fuera de esta institución. Por ello, no quiero apresurarme porque apresurarme sería romper con la posibilidad de lograr el verdadero cambio. Y debo mantener ese respeto".
Otaiza es optimista al describir el futuro, cree que las cosas se pueden hacer bien cuando hay verdaderas ganas de hacerlo. "Yo creo que podemos hacerlo bien. No nos queda otra alternativa. Si fracasamos, fracasaríamos todos como país y yo apuesto al triunfo del país. Por esto, pongo todo mi esfuerzo y hago todo lo imposible para que las cosas se resuelvan". Reconoce que es un ser humano igual que los demás. Siente y padece como cualquier otro pero toma decisiones cuando hay que afrontarlas. "Yo también, a veces, sufro, siento, lloro… todo como cualquier ser humano pero hay que salir adelante. No seré el primero ni el último. Creo que este país es tan hermoso y tiene tantas cosas bellas que vale la pena dar todo por él y, por eso lo hago, sin ningún tipo de miedo -aunque el miedo lo tengo dentro pero lo controlo-. Y por el país me he entusiasmado a hacerlo".
Todo esto pareciera un cuento, sobretodo, si has conocido la historia de esta institución. Romper de cuajo con esa historia es algo muy difícil y que esto va a llevar su tiempo. Incluso se hace difícil creer que se pueda lograr sin embargo, Otaiza se muestra dispuesto. Está intentando cambiar la imagen de este cuerpo y que la gente pueda recobrar la confianza en esta institución. Manifiesta que lo va a lograr abriendo las puertas de esta institución para que la sociedad conozca la realidad y la historia que allí se ocultó por tantos años.
Ha comenzado con los medios de difusión masiva a quienes ha invitado para que entren y conozcan la historia y el proceso de reestructuración que se está dando internamente. Desea que sean partícipes de este proceso y lo transmitan al debate nacional. "Los medios tienen un rol importante en la sociedad. Yo quiero tratar de recuperar la confianza en la institución. Que se vaya dando poco a poco, para que los debates se den de la mejor manera posible, entendiendo que los debates son para el beneficio de la sociedad. Para ello, he tratado de trabajar de la forma más franca y abierta. Y por eso, es esta apertura. Estoy dispuesto dejar bien claras, las cosas que tengan que ser claras y sacarlas a la superficie. Así como, dejar las cosas que tengan que ser secretas donde tengan que estar. Por eso, la invitación a los medios y, recurrir a ellos como instrumentos del Estado y de la sociedad que permiten llevar adelante una discusión poblica, además de ser ecos de la discusión que se dan en las instituciones. Insisto en que mi intención no es la utilización de los mismos sino como instrumentos y recursos importantes de la sociedad". En este mismo orden, Otaiza explica que en la institución, actualmente, se está dando una discusión interna para tratar de hacer que sus funcionarios comprendan que la sociedad puede entrar a la DISIP y que ellos, deben responderle "responsablemente" a esta sociedad, a la cual ellos también pertenecen como ciudadanos.
Así pues, Otaiza ha abierto las puertas de la DISIP y ha revelado muchas cosas. Son muchos los enemigos que se ha echado encima y esto se ha visto, recientemente, en diferentes acciones o atentados dirigidos hacia algunos de los jefes de distintas divisiones. El proceso no ser nada fácil pero existe voluntad para hacerlo. Ha solicitado el apoyo de los medios en esta tarea y, con ellos, el de la sociedad para ir trabajando en un nuevo modelo. Todo esto con un objetivo claro que la sociedad comience a confiar en sus instituciones. No es fácil cambiar el concepto o la imagen de una institución que estaba marcada por prácticas represivas y que sembró el terror en muchos ciudadanos de nuestra sociedad, incluso en quiénes no fueron víctimas de ellos. Sin embargo, hay signos que muestran un cambio.
Goizeder Odriozola
Caracas