La integración de los países del continente latinoamericano es una de las principales prioridades a fin de acelerar el proceso de desarrollo social y económico de la región. Esto fue lo que animó a los gobiernos de la República Argentina, República de Bolivia, República Federativa del Brasil, República de Colombia, República de Chile, República del Ecuador, de los Estados Unidos Mexicanos, República del Paraguay, República del Perú, República Oriental del Uruguay y la República de Venezuela a suscribir, en Montevideo el 12 de agosto de 1980, el tratado que instituye la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) con sede en la República Oriental del Uruguay. El pasado año el Consejo de Ministros aceptó la adhesión al Tratado de la República de Cuba.
Los principios que rigen el marco jurídico global de la ALADI son el pluralismo en materia económica y política; la convergencia progresiva de acciones parciales hacia la formación de un mercado común latinoamericano; la flexibilidad; los tratamientos diferenciales en base al nivel de desarrollo de los pa¡ses miembros; y la multiplicidad en la formas de concentraci¢n de instrumentos comerciales.
Entre las funciones b sicas de la Asociaci¢n se encuentran: la promoci¢n y regulaci¢n del comercio rec¡proco, la complementaci¢n econ¢mica y el desarrollo de las acciones de cooperaci¢n econ¢mica que coadyuven a la ampliaci¢n de los mercados.
El Embajador Juan Francisco Rojas Penso, Secretario General de la ALADI, indic¢ a Informativos.Net que «el desenvolvimiento del proceso de integraci¢n en la regi¢n se vio afectado, por una parte, a consecuencia de la crisis desatada en la econom¡a internacional desde mediados de 1997, y por la otra, debido a la crisis brasile_a cuando sus autoridades, en enero del 99, modificaron el r’gimen cambiario».
Como resultante de ambas crisis los pa¡ses de la regi¢n debieron enfrentar una profunda recesi¢n durante el a_o 1999, quedando exceptuados M’xico, Cuba y Pero. En este sentido el producto de los pa¡ses de la ALADI, considerados en su conjunto, cay¢ un 0,1 por ciento.
El llamado «riesgo pa¡s», con el consiguiente encarecimiento del costo del financiamiento externo, fue el primer llamado de alerta para los pa¡ses de la regi¢n. Al respecto Rojas Penso sostuvo que «la entrada de capitales privados de corto plazo durante 1999 se mantuvo en niveles reducidos, si a ello le sumamos el alto volumen de pagos al exterior en concepto de intereses y dividendos observamos que por primera vez las transferencias netas de recursos hacia la regi¢n, en 1999, se tornaron negativas. Por otra parte el papel de la inversi¢n extrajera directa, a pesar de la crisis, alcanz¢ valores r’cord en la regi¢n con un incremento de un 17 por ciento m s que en 1998. Esto se debi¢ principalmente a los flujos recibidos por Brasil durante el a_o anterior, al aumento hacia la Argentina de la inversi¢n extranjera directa -principalmente debido a la venta de Yacimientos Petrol¡feros Fiscales que fue absorbida por la espa_ola Repsol- y a la duplicaci¢n de flujos de inversi¢n directa dirigidas hacia Chile. M’xico por su parte ha mantenido el nivel de inversi¢n de los oltimos a_os, en cambio Venezuela y Colombia experimentaron fuertes reducciones respecto a la inversi¢n extranjera directa recibidas durante el 98».
Si bien las repercusiones comerciales, tanto por el deterioro de los precios de los principales productos de exportaci¢n como por la ca¡da de los volomenes exportados, jugaron un rol primordial en la expansi¢n de la crisis regional, no obstante ello el Secretario General de ALADI destaca que «en el per¡odo reciente varios son los indicios que indican una mejora tanto a corto y mediano plazo, lo cual se traducir¡a en un incremento de la tasa de crecimiento a nivel mundial (1999 -2000) con la consiguiente recuperaci¢n de los precios de algunos commodities, lo cual se traducir¡a en una recuperaci¢n econ¢mica, en especial en aquellos pa¡ses que sufrieron fuertemente la crisis de 1999».
El monto de las ventas, entre los pa¡ses de la ALADI en 1999, se redujo en m s de una cuarta parte, empero el proceso de deterioro de las colocaciones en el resto del mundo se revirti¢ tras la ca¡da experimentada el a_o pasado. El monto de las importaciones, desde el resto del mundo, de los pa¡ses miembros de la ALADI, entre 1992 y 1997 encontraron un crecimiento del 16% anual, en 1998 fue del 6% para caer abruptamente el pasado a_o a una tasa negativa del 5% anual, desembocando en la ca¡da de la demanda dom’stica y la desaceleraci¢n de la actividad econ¢mica en los pa¡ses miembros.
Al referirse a la merma en el comercio intraregional Rojas Penso destac¢ a Informativos.Net. «Si tomamos en consideraci¢n el bienio 1998 – 1999, la ca¡da en el comercio intrarregional es equivalente, en t’rminos relativos, a la ocurrida entre 1981 y 1983, a_os en los cuales se verific¢ el mayor impacto de la crisis de la deuda sobre el comercio rec¡proco entre los pa¡ses de la ALADI. Como resultante de dicho comportamiento, las exportaciones entre los pa¡ses de la regi¢n, bajaron su participaci¢n en las globales desde un 17% en 1998 hasta un 13% en 1999. La contracci¢n de las ventas rec¡procas se extendi¢ a todos los pa¡ses, empero las ca¡das, en valores absolutos, correspondieron a los suministros de Brasil y de Argentina. Esto explicar¡a la fuerte contracci¢n del valor de las exportaciones intra-MERCOSUR en 1999 atribuible, en su mayor parte, a la baja de las ventas entre los dos socios mayores, aunque tambi’n se registraron mermas en las ventas de Uruguay y Paraguay».
Haciendo menci¢n a la Comunidad Andina (CAN) el funcionario manifest¢ que «luego de la recuperaci¢n de 1997, cuando lleg¢ al m ximo nivel alcanzado, el valor de las exportaciones rec¡procas de los pa¡ses de la Comunidad Andina tuvo sucesivos retrocesos en el bienio 1998-1999. Esto se explica por la contracci¢n de las colocaciones de Venezuela en el mercado colombiano, aunque tambi’n influy¢ la ca¡da de las exportaciones de Colombia a Venezuela. La reciprocidad CAN-MERCOSUR, en cuanto a sus exportaciones, sufrieron una disminuci¢n motivada, principalmente, por las ca¡das de los montos de los productos de Brasil, Argentina, Venezuela y Bolivia».
A pesar de la fuerte incidencia de la crisis en la regi¢n, la voluntad pol¡tica de avanzar en la integraci¢n regional se mantiene inc¢lume, en este sentido, se est n realizando acciones tendientes a la formulaci¢n de un proyecto de Protocolo que incorpore los compromisos y cronogramas para la conformaci¢n del Mercado Comon Andino. Mas all de las dificultades ha sido un a_o importante para el perfeccionamiento del MerCoSur ya que a partir del 1 de enero del corriente a_o restar n s¢lo incluirse en la zona de libre comercio los productos vinculados con los sectores automotor y azucarero.
Refiri’ndose a las negociaciones con la Uni¢n Europea (UE) el Secretario General de ALADI resalto que «el tema m s controversial es el vinculado a los subsidios que otorga la UE a sus productos agr¡colas, en este punto las negociaciones se encuentran estancadas. S¡ hemos avanzando en las negociaciones referidas el comercio de servicios, normas sanitarias y fitosanitarias, compras del sector poblico entre otras».
Finalizo el Embajador Rojas Penso aseverando que «La crisis enfrentada no alter¢ ni propici¢ dejar de lado los compromisos asumidos, muy por el contrario, las dificultades posibilitaron un afianzamiento de la institucionalidad regional en tanto respuesta a la decidida vocaci¢n pol¡tica que rige los destinos del proceso de integraci¢n econ¢mica en Am’rica Latina. La ALADI, progresivamente, se encamina hacia la conformaci¢n de un espacio econ¢mico basado en el libre comercio, este ser uno de los aportes fundamentales en la conformaci¢n del -rea de Libre Comercio de las Am’ricas».
De nuestros enviados especiales
Alberto Bastia
Claudia Louza