La primera cumbre Africa-Europa ha confirmado que la situación en el continente negro es crítica y requiere acciones urgentes. Es uno de los pocos aspectos en el que coincidieron los representantes de los 15 países europeos y de los 52 africanos.
La declaración consensuada no parece ir mucho más allá de las que suelen acompañar este tipo de reuniones internacionales múltiples. El propio canciller español rebajó las expectativas cuando condicionó la condonación de la deuda externa y las futuras ayudas a los países africanos, a la «democratización» del continente.
Sus afirmaciones no fueron formuladas en solitario, sino que fueron representativas de la posición de casi todos los países europeos. Ninguno se hizo cargo del pasado y de la responsabilidad individual y colectiva en el atraso político, económico y social del continente africano.
No están tan lejos en la historia los tiempos en que Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Holanda y Alemania, entre otros, alentaban conflictos internos para perpetuar su injerencia y mantener sus beneficios. Espa_a todav¡a tiene fresca su responsabilidad sobre el padecimiento de los pueblos guineano y saharaui.
Los procesos de liberaci¢n iniciados en los pa¡ses africanos en los a_os 60, fueron bloqueados por los europeos. Alentaron luchas tribales, rencores personales, y hasta entronizaron crueles dictadores para aniquilar cualquier posibilidad de verdadera independencia.
Tambi’n fue un campo donde se libr¢ parte de la «guerra fr¡a», entre el bloque occidental y los pa¡ses de la ¢rbita sovi’tica. Muchas de las guerras que ensangrentaron Africa, fueron producto de la influencia y las armas de unos y de otros. Las v¡ctimas y el sufrimiento, lo pusieron siempre los pueblos africanos.
Decenas de dirigentes independentistas fueron asesinados en conflictos alentados por los pa¡ses europeos. El propio Patrice Lubumba, uno de los m ximos l¡deres de los procesos de liberaci¢n, fue muerto en una oscura trama que cont¢ con la inspiraci¢n y la complicidad europea.
Africa es modelo y arquetipo de territorio expoliado. Un continente al que le quitaron sus riquezas, le robaron la mano de obra, y le mataron a su gente por hambre, enfermedad o violencia.
Dicen que la historia la escriben y la cuentan los vencedores. En este caso, la escriben y la cuentan quienes tienen los medios. Y la mayor¡a de las agencias, diarios y televisoras de Europa, dieron cuenta de la «buena voluntad » de ayudar a los africanos.
Algunos canales de televisi¢n hicieron referencia cr¡tica al l¡der libio Muammar el Gaddafi por su «belicoso discurso anti-occidental». Pero se cuidaron de no repetir siquiera una frase de ese mensaje.
El Presidente libio dijo que «Europa, ha sido responsable de exportar las guerras y la corrupci¢n al continente africano». Tambi’n arremeti¢ contra la OTAN, las privatizaciones, y pidi¢ la salida de la Sexta Flota norteamericana del Mediterr neo.
Para los observadores europeos, Gaddaffi no se sum¢ al «clima constructivo» de la Cumbre, y ha querido convertir la reuni¢n en «plataforma de promoci¢n personal». Curiosamente, los mismos comentarios que suele generar Fidel Castro cuando recuerda las carencias y los problemas de los latinoamericanos. La pena es que toda la reflexi¢n se queda en los t¢picos, pero nadie quiere analizar los contenidos de las denuncias.
En el fondo y a pesar de las buenas palabras, ningon pa¡s europeo se hace responsable de la parte de culpa que le corresponde en el drama africano. Ni parecen muy dispuestos a responder con soluciones «radicales, r pidas y originales» como piden los dirigentes africanos para poder salir de la pobreza.
Las cancelaciones o condonaciones de la deuda externa pueden ser un alivio. Pero no servir n para superar el abismo que separa a los africanos de los europeos. Eso requiere un cambio radical de actitudes.
Y el trato justo tendr¡a que comenzar necesariamente, por admitir la responsabilidad en el drama africano, y por abandonar el trato soberbio que conserva el viejo pero renovado tono del colonialismo. (Euro-Af/Au/Ri/ap)
LA SITUACIÓN EN AFRICA ES CRÍTICA Y AS- SE HA DEMOSTRADO EN LA CUMBRE AFRICA-EUROPA
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