Los objetivos de Pleno empleo acordados en la Cumbre de Lisboa, como continuación de las anteriores, chocan con la realidad de una Unión Europea definida por la unidad de mercado y la moneda única, con una marginación consciente, por parte de los Gobiernos de los Estados miembros y de los órganos que la rigen, de los derechos de ciudadanía (políticos, sociales y económicos) y del avance en la construcción de unas estructuras democráticas, cuyo carácter Federal ha venido defendiendo IU en coherencia con el modelo de Estado que proponemos a nivel interno.
Chocan también con la realidad de la falta competencias, instrumentos ni recursos comunitarios para combatir el paro masivo, la pobreza y la exclusión social que afectan a millones de ciudadanos y ciudadanas de la Unión. La responsabilidad, en todo lo que afecta realmente a la vida cotidiana de la población, corresponde y se deja a la voluntad de cada Estado miembro que, sin embargo, con la entrada en vigor de la moneda única, pierde un instrumento valioso de intervenci¢n en los ciclos econ¢micos. El avance hacia la armonizaci¢n fiscal est bloqueado y el poder limitado del Parlamento Europeo desnaturaliza a la onica instituci¢n cuyos miembros son elegidos por sufragio universal.
La falta de credibilidad de este modelo europeo tiene su reflejo en la cada vez m s notoria lejan¡a e indiferencia -cuando no rechazo- con que es percibido por los ciudadanos y ciudadanas de la comunidad. Los avatares del Euro, frente a las expectativas creadas, aumenta el escepticismo y la desconfianza.
Deben acometerse, por lo tanto, reformas pol¡ticas e institucionales que compensen el sesgo monetarista y antisocial de la UE, tal como hoy es concebida, y contribuyan a la conformaci¢n de un verdadero espacio econ¢mico y social integrado, armonizando al alza los derechos y niveles de vida de la poblaci¢n europea.
Un paso importante en esa direcci¢n puede ser la Carta de Derechos Fundamentales para Europa, si los contenidos de la misma abordan adecuadamente los derechos econ¢micos, sociales y laborales de la ciudadan¡a europea y si se rubrica con car cter obligatorio y vinculante en la Conferencia Intergubernamental (Niza, Diciembre 2000), encargada de la modificaci¢n del Tratado de Amsterdam, previa aprobaci¢n en la Cumbre que tendr lugar el mes de Octubre. La presi¢n y la movilizaci¢n social deben contrarrestar la oposici¢n gubernamental a estos objetivos.
Junto a nuestra reivindicaci¢n de un espacio europeo social, econ¢mica y pol¡ticamente integrado, que se plasme en una EUROPA FEDERAL. IZQUIERDA UNIDA asume los contenidos del Documento Derechos Fundamentales: El Coraz¢n de Europa, suscrito por la Confederaci¢n Europea de Sindicatos (CES) y la Plataforma de ONGs Europeas del Sector Social (ETUC), y pide a su militancia respaldar estas demandas participando masivamente en la
MANIFESTACION EUROPEA DE OPORTO, EL 19 DE JUNIO