Praga es a partir de este miércoles y hasta la semana que viene una ciudad en pie de guerra, si se evalúan las medidas de seguridad y de control policial aplicadas en la capital checa.
Jamás visto en los últimos treinta años, con más de doce mil efectivos desplegados en toda la capital y con muchos de los praguenses invitados, por las autoridades, a desplazarse hacia las regiones campesinas aledañas.
Estas medidas, aunque exageradas, responden a un temor creciente. Desde hace algún tiempo, y en especial desde Seattle, cada reunión de los organismos financieros internacionales ha sido acompañada, contestada o aún bloqueada por movilizaciones ciudadanas de importancia.
De ahí que la reunión número 55 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), máximo encuentro anual de las dos instituciones, se realice en medio de un clima enrarecido.
Ni el presunto crecimiento mundial – el FMI habla del 4.7 por ciento- ni la nueva retórica anti-pobreza de esas instituciones logran ya desarmar a los «anti mundializaci¢n» que exigen con energ¡a creciente una distribuci¢n planetaria m s equitativa de las riquezas .
Responsables de la convocatoria contestaria en Praga, dos grandes redes de organizaciones sociales internacionales, con una contraparte local, la «Iniciativa contra la Mundializaci¢n Econ¢mica» (INPEG) que invita a la contra-Cumbre de Praga.
Chelsea Mozen, joven americano y uno de los coordinadores de la movilizaci¢n, ha anticipado que el acceso de los m s de 10 mil invitados oficiales a la Asamblea Anual del FMI y la BM no ser bloqueado, como sucedi¢ en Seattle. Pero no descart¢ otros tipos novedosos de protesta.
Todo, con la idea de asegurar una gran movilizaci¢n el martes 26 de setiembre en la capital checa, donde los organizadores esperan reunir no menos de 20 mil participantes, en buena medida llegados de Francia, B’lgica, Suiza, Alemania y el resto de pa¡ses de Europa occidental.
Varias caravanas ya est n en camino. Una de ellas de Gran Breta_a, integrada por 15 buses fletados para la movilizaci¢n. Una de Francia, que arranc¢ ya a fines de agosto recorriendo todo el pa¡s. La de Alemania, con igual intenci¢n, parti¢ el 11 de setiembre de Hannover y espera llegar a t’rmino a la cita del martes 26.
Tras esta movilizaci¢n europea a Praga, existen cuatro objetivos principales, superpuestos y de distintos niveles.
Por una parte, continuar sin permitir que decaiga, la cadena de movilizaciones anti-mundializaci¢n que siguen la l¡nea de Seattle, Washington, Bangkok, Cumbre Social de Ginebra y la de Millau, en Fracia, en julio pasado. Esta oltima se realiz¢ para apoyar al l¡der campesino galo Jos’ Bov’ en el proceso jur¡dico que soporta.
Por otra parte, evaluar entre los actores y promotores de las manifestaciones contra cumbre de Praga, si existen las fuerzas para fortalecer una red espec¡ficamente contra el Fondo Monetario Internacional, como existe desde hace tiempo contra la Organizaci¢n Mundial del Comercio.
En el caso espec¡fico de Praga, se busca adem s, ofrecer una particular presencia pol¡tica e ideol¢gica. Esto porque ser la primera vez que los organismos financieros se dan cita en un pa¡s ex-socialista de Europa Oriental. La intenci¢n evidente es loar las ventajas del naciente capitalismo y del nuevo modelo de ajuste aplicado en esas «sociedades en transici¢n».
Otro objetivo de los movimientos de protesta es contrarrestar un discurso simplista y reduccionista que el Fondo Monetario y Banco Mundial llevan a Praga. Estos organismos quieren desde la capital checa reiterar que «todo marcha bien en el mundo». El Fondo habla ya de un crecimiento r’cord de la econom¡a para el a_o en curso y para el pr¢ximo. Y acaba de reconocer que «nunca tuvo en sus arcas tanto dinero acumulado».
Estos son ‘xitos econ¢micos realmente p¡rricos en un planeta donde uno de cada cuatro seres humanos no tiene agua potable y donde 2 de cada cuatro sobrevive en la miseria, con menos de dos d¢lares por d¡a. (Mu/QR/Oi/Cs-Pe/ap)
Sergio Ferrari