SIERRA LEONA: DIAMANTES, PETRÓLEO E IMPERIALISMO MORTAL PARA LOS TRABAJADORES AFRICANOS

Desde el comienzo de la violenta guerra civil en Sierra Leona en el 1991, decenas de miles han muerto y medio millón se han convertido en refugiados. Muchos miles han muerto mutilados por las diferentes facciones. En 1999, Inglaterra y E.U. hicieron que Koffin Annan, jefe de las Naciones Unidas, enviase los «cascos azules» (soldados de «paz» de la ONU) a imponer el cese al fuego. Los cascos azules provinieron principalmente de países africanos, especialmente del ejército de Nigeria, imponiendo una «paz» brutal entre las facciones rivales. La semana pasada, cuando las tropas nigerianas terminaron su estadía en Sierra Leona, el cese al fuego de 10 meses entre el Frente Unido «Revolucionario» (FUR) y el gobierno llegó a su fin. Luego, el FUR secuestró a 500 soldados de los cascos azules que quedaban en el país.

Como muchos otros conflictos en -frica y el resto del mundo, esta guerra civil no es sólo por rivalidades étnicas, como tiende a decir la racista prensa comercial occidental, sino que por el control de las ricas minas de diamantes, usadas para financiar los ej’rcitos y los bolsillos de los l¡deres de las facciones. El FUR, entrenado por Libia, empez¢ en 1990 como un grupo de «liberaci¢n» que se opon¡a a la corrupta ‘lite gobernante pero hoy es tan s¢lo otro grupo reaccionario y antipopular. El FUR controla las minas de diamantes en el oriente del pa¡s. En los oltimos dos a_os el valor de las exportaciones oficiales de diamantes ha bajado desde 60 millones de d¢lares a 30 millones, o sea que el FUR ha vendido US$30 millones en diamantes en dos a_os.

Pero para los imperialistas lo que hay de por medio es mucho m s que recuperar las minas de diamantes antes controladas por consorcios brit nicos y norteamericanos, o de evitar la ca¡da de su lacayo, el presidente Kabbah, hoy asediado por tropas del FUR. Los imperialistas de E.U. e Inglaterra temen que el conflicto en Sierra Leona ponga en peligro el cese al fuego planeado para el Congo, donde en pocos meses ser  enviada otra fuerza «de paz» de la ONU para intentar terminar la guerra civil/regional que involucra a ej’rcitos de Uganda, Zambia, Ruanda, Angola, Zimbabwe y -frica del Sur. El Congo es el mayor pa¡s de -frica Central, rico en minerales, especialmente minerales claves para la producci¢n de armamentos. Francia tambi’n est  metida en el Congo, luchando por sus propios intereses imperialistas, muchas veces en conflicto con E.U.

Adem s, Nigeria, rica en petr¢leo, no es exactamente un ejemplo de estabilidad para las grandes inversiones de las petroleras Chevron y Shell. En los oltimos meses, Nigeria ha sido sacudida por conflictos ‘tnicos y religiosos. Adem s, muchos trabajadores y j¢venes est n hartos con el hecho de que mientras los imperialistas y patrones locales se enriquecen con la bonanza petrolera, ellos se empobrecen m s y m s.

Por todas esas razones, Inglaterra envi¢ 800 soldados del ‘lite primer batall¢n del regimiento de paracaidistas, que encabez¢ las fuerzas de la OTAN enviadas a ocupar Kosovo al terminar la guerra con Yugoslavia en 1999. Presuntamente ocupar¡an el aeropuerto de Freetown, capital de Sierra Leona, para evacuar los extranjeros, pero en realidad era para intentar evitar que el presidente Kabbah sea derrocado por el FUR. Inglaterra envi¢ tambi’n un portaaviones para unirse a otros cinco nav¡os de la Real Armada brit nica en las aguas de esa regi¢n.

Koffi Annan tambi’n ha pedido a Madeleine Albright que env¡e a Sierra Leona tropas norteamericanas de desplazamiento r pido, pero Albright parece no estar dispuesta a enviar esas tropas. Esto se debe a que los patrones de E.U. siguen afectados por el s¡ndrome de Vietnam, o en el caso de -frica con el s¡ndrome de Somalia, en ambos casos las tropas norteamericanas tuvieron que salir luego de sufrir fuertes derrotas.

Para los trabajadores de -frica, ya azotados por guerras civiles, el SIDA, pobreza masiva y hambruna, el capitalismo y el imperialismo son un infierno. Es imperante dar fin a esto, y eso se logra uniendo a los trabajadores y campesinos de toda -frica bajo un masivo movimiento comunista que barra con todos los torturadores locales e internacionales.

Contracorriente