Desde noviembre de 1987 hasta abril del corriente año condujo una de las dos centrales sindicales de mayor relevancia en España. No le tembló la mano cuando tuvo que convocar al primer a pocos de meses de haber asumido el entonces Presidente del Gobierno, Felipe González.
Participó como expositor en uno de los paneles del ôSegundo Encuentro Hispano û Argentino de Economía, Globalización y Empleoö que organizado por la Fundación José Ortega y Gasset Argentina y la Fundación Cámara Española de Comercio de la República Argentina, se desarrolló ûeste martes 21- en el pomposo Hotel Alvear Palace, del no menos aristocrático barrio porteño de la Recoleta.
Antonio Gutiérrez, ex Secretario General de Comisiones Obreras, cafés y cigarrillos de por medio, dialogó cordialmente con este corresponsal.
En este mundo globalizado, con la desregulación laboral como su vértice capital ûsegún ciertos gurúes económicos y no pocos políticos- discursean sobre la necesidad de tejer una malla de protecci¢n social.
¨Se puede conjugar esto oltimo con la desregulaci¢n que ha generado precariedad en el trabajo?
Yo creo que este es un discurso, que por contradictorio, revela bastante hipocres¡a. La globalizaci¢n, la libre circulaci¢n de capitales, la mundializaci¢n de las tecnolog¡as de la informaci¢n, bien aplicadas, puede ser beneficioso para la humanidad, pero siempre y cuando se reequilibre democracia y mercado. Sin pol¡tica que regule e intervenga sobre el mercado, creo que la mundializaci¢n lo onico que va a dar son mayores desigualdades en el orbe, menos derechos, y desde luego menos equidad social. O sea que m s equidad social y m s desregulaci¢n, creo, que son contradicciones en sus propios t’rminos. Sin embargo, bien que les interesa acudir a los legisladores justamente para desregular. O sea, ellos piden menos Estado y m s mercado, pero sin embargo recurren a utilizar al Estado cada vez que hay que reducir los derechos sociales o laborales de los trabajadores.
Vuelvo sobre el tema de la red de protecci¢n. A m s excluidos, se podr¡a inferir que habr m s conflictos. Una teor¡a que circula precisa que siempre que hay un conflicto, es porque previamente hubo un fracaso.
+Esto es as¡? Y por otro lado ¨Hay un retorno para los excluidos?
Siempre que se llega a un conflicto hubo un fracaso previo. O bien como he dicho, por una sociedad que permanece anclada en la injusticia y la injusticia que perdura es generadora del mayor conflicto social, porque no es cierto lo que dec¡a Goethe que prefer¡a la injusticia al desorden. Yo creo que la injusticia es el gran germen del desorden y del conflicto. O bien, porque puntualmente se llega a un conflicto dado que quienes tienen que solucionar las cosas, mediante el di logo, pues no han podido ponerse de acuerdo. Al mismo tiempo, el conflicto social ha sido tambi’n, toda la vida, un vector de nuevos progresos. O sea, tras el fracaso, el conflicto social pues siempre ha generado nuevas formas de gesti¢n del capital, nuevas tecnolog¡as, nueva organizaci¢n del trabajo y al final, m s tarde o m s temprano la aceptaci¢n de avances en los derechos. O sea que esa es la contradicci¢n del conflicto social, nadie quiere, a priori, llegar al conflicto, pero ser¡a hip¢crita negar que la humanidad tambi’n ha avanzado, ha avanzado y no retrocedido, ha avanzado a golpe de conflicto social.
Si busc ramos una consigna para los adoradores de la globalizaci¢n, ella podr¡a ser mercados del mundo un¡os. Y si eso fuera as¡, +sigue vigente aquel t’rmino marxista, acu_ado en el siglo XIX, de proletarios del mundo un¡os?
Creo que cada vez es m s necesario y no solamente proletarios, es necesario entrelazar m s a los pueblos. Por decirlo de una manera m s directa, en un mundo que super¢ la bipolarizaci¢n entre bloques, no podemos permanecer en un mundo unipolar donde una gran potencia domina y determina el porvenir del resto de la humanidad. Desde luego la manera de democratizar el proceso de globalizaci¢n es precisamente avanzar en los procesos de integraci¢n regional para que haya relaciones m s equilibradas en los distintos lugares del mundo, pues pa¡ses como los europeos o los americanos del sur o se unen o se integran y comparten, no solamente econom¡as, mercados, monedas y divisas, sino tambi’n culturas y anhelos, o de lo contrario terminaremos dominados por la potencia norteamericana.
La gran mayor¡a de los gobernantes que tuvo Argentina y ciertamente los del continente latinoamericano, hablan de combatir la pobreza. +No ser que se deber¡a invertir el planteo y combatir la riqueza?
Yo creo que se trata de redistribuir la riqueza que es la mejor manera de combatir la pobreza. Una riqueza que crece, pero que se distribuye cada vez peor, de manera desigual, es lo que hace aumentar la pobreza y en sentido contrario. El crecimiento de la riqueza no solamente no est re_ido, sino que es una riqueza m s eficaz, m s eficiente, si al mismo tiempo lleva mayores niveles de equidad social.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina