Pintar de verdad, poniendo todas las potencias en cada obra como hace Teresa Vall Palou, es una buena manera para que la artista se encuentre a ella misma mientras establece las bases de un rico diálogo con la sociedad que la rodea. Y aunque las sensaciones y los razonamientos que de ellas nacen se producen en solitario, el resultado final lleva a que exista una comunicación cada vez más intensa. En este sentido la pintora se entrega con verdadera pasión a explicar las dificultades que encuentra mientras avanza por un mundo hecho de tejidos superpuestos que hay que diseccionar con gran precisión para que nunca se escape la vida que quiere expresar con su arte.
Los abismos del mar son tan peligrosos como los avernos de la tierra. El submarinismo y la espeleología tienen muchos puntos en común y por ese motivo la pintora se arriesga, valiente y con el mismo sentido de la aventura, por unas profundidades que parecen hijas de la materia y que en realidad son fruto de un espíritu inquieto que busca su total realizaci¢n. En definitiva, es lo que todos los humanos de un modo u otro queremos hacer y por esta raz¢n nos encontramos muy representados en la pintura de Vall Palou.
La abstracci¢n, en este caso, pone en pie un conjunto de sentimientos plenamente humanos. Las dificultades con las que lucha se expresan con gran sentido de la armon¡a pl stica, y la voluntad de que lleguen a su plenitud hace que las obras tengan la firme textura de las frutas en saz¢n.
Josep M Cadena
Cr¡tico de arte