El historiador Julián Casanova¹, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y reconocido especialista en historia de España del siglo XX, propone una lectura estructural del régimen franquista que va más allá de las cronologías habituales, rompiendo con la simplificación de las “dos Españas” y proponiendo una interpretación en términos de poder y exclusión sistemática. La obra se presenta como una herramienta imprescindible para acercar al lector del siglo XXI a una de las figuras centrales de la historia de España, desmitificando la figura de Franco y desentrañando las claves de su prolongado dominio sobre el país. A través de una investigación exhaustiva y un relato ágil, Julián Casanova permite comprender no solo al hombre y al dictador, sino también el contexto político, social y cultural que hizo posible su ascenso y permanencia en el poder.
En su análisis, Casanova subraya que el franquismo no fue una mera dictadura personalista centrada en la figura de Francisco Franco, sino un sistema de poder construido sobre la exclusión política, la represión institucionalizada y el control ideológico. De este modo, el régimen no se limita al período de posguerra o a los años cuarenta, sino que se proyecta a lo largo de casi cuatro décadas, desde 1936 hasta 1975, con una continuidad estructural que fue mutando en sus formas, pero no en su naturaleza autoritaria.
En su último libro, Julián Casanova plantea un enfoque que reclama una historiografía crítica, alejada de las narrativas nacionalistas y sentimentalistas, para entender el franquismo no como una excepción, sino como una experiencia autoritaria compleja que dejó una profunda huella en la historia política, social y cultural de España.
Uno de los pilares fundamentales de este sistema fue la represión. Casanova detalla que la violencia del franquismo se expresó desde el principio con una violencia sin tregua en la retaguardia de la guerra civil, continuó en forma de ejecuciones masivas tras el conflicto y se institucionalizó a través de un aparato judicial que condenó a muerte, torturó y mantuvo presos políticos durante décadas. En este contexto, las cárceles franquistas no solo fueron centros de castigo, sino también de marginación, alimentadas por una legislación que tipificaba como delito cualquier oposición al régimen y que excluía toda disidencia social, política o ideológica .
La educación, los medios de comunicación y la propaganda fueron instrumentos clave del franquismo para moldear una “nueva España” al servicio de una visión ultracatólica, nacionalista y militarista. Casanova insiste en que el sistema educativo y la censura sirvieron para despolitizar a la ciudadanía y fijar los valores impuestos por el régimen, con la Iglesia católica como gran aliada. Esta última tuvo un papel determinante no solo en la legitimación del golpe de Estado de 1936, sino también en el sostenimiento del sistema dictatorial durante décadas, ejerciendo una autoridad moral que se tradujo en control de conciencias y persecución ideológica .
En el análisis del franquismo como sistema excluyente, Casanova también se detiene en la situación de las mujeres. Bajo la dictadura, las mujeres fueron relegadas al ámbito doméstico y desprovistas de autonomía jurídica. El ideal femenino del régimen se centraba en la sumisión, la maternidad y la obediencia al esposo, configurando así una ciudadanía femenina subordinada que se mantuvo durante años con el aval de la moral católica y las instituciones del régimen .
El franquismo, en palabras de Casanova, no fue una anomalía ajena a la historia europea, sino parte de una corriente autoritaria que compartía características con otros regímenes contemporáneos. No obstante, su longevidad y su capacidad de adaptación a los contextos históricos —como el contexto de la Guerra Fría o el crecimiento económico del desarrollismo— le permitieron sobrevivir mucho más allá del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando otros fascismos europeos fueron derrotados.
Francisco Franco: un recorrido exhaustivo por la vida y el régimen del dictador español
La primera parte del libro, titulada “Sin África, yo apenas puedo explicarme a mí mismo”, explora la infancia de Franco en El Ferrol, marcada por la ausencia de un padre disoluto y la influencia de una madre estoica. Casanova analiza cómo la vocación militar de Franco se forja en el contexto de la decadencia imperial española y cómo su carrera se consolida en las campañas coloniales de Marruecos. Estos años africanos, fundamentales para entender su mentalidad y su ascenso, muestran a un joven oficial que aprende la eficacia del terror como arma militar y que asciende rápidamente gracias a sus méritos de guerra. La sección también aborda el paso de Franco por la Academia General Militar de Zaragoza, su relación con la dictadura de Primo de Rivera y su prudente actitud ante la llegada de la Segunda República.
En la segunda parte, “Ponéis en mis manos a España”, Casanova narra el proceso que lleva a Franco a sumarse a la conspiración militar de 1936, sus vacilaciones y su decisiva intervención tras el asesinato de Calvo Sotelo. El autor contextualiza la sublevación en el marco de las crisis europeas y la emergencia de los fascismos, subrayando el papel de la ayuda alemana e italiana en el éxito del golpe y en la posterior guerra civil. Esta sección detalla el avance militar de Franco, la consolidación de su liderazgo y la construcción de un régimen basado en la represión, la exclusión y la movilización de símbolos religiosos y fascistas. El relato de la carta a Hitler, la operación Fuego Mágico y la instauración del partido único ilustran la capacidad de Franco para aprovechar las circunstancias internacionales y eliminar a sus rivales.
La tercera parte, “Castigo que Dios impone a una vida torcida, a una historia no limpia”, se centra en la posguerra y la instauración de la dictadura. Casanova describe la combinación de símbolos fascistas y religiosos, la represión sistemática, la creación de un Estado policial y el uso del miedo y la propaganda como instrumentos de control social. Se abordan en detalle las políticas de exclusión, los campos de concentración, el mercado negro y la corrupción, así como la instrumentalización de la Iglesia católica y la consolidación de la figura de Franco como “monarca sin corona”. El autor analiza también la política exterior del régimen, la relación con Hitler y Mussolini, la neutralidad estratégica durante la Segunda Guerra Mundial y la adaptación del régimen a los cambios internacionales tras la derrota del fascismo.
La cuarta parte, “Yo no haré la tontería que hizo Primo de Rivera. Yo no dimito; de aquí al cementerio”, examina la longevidad del régimen franquista y su capacidad para sobrevivir a la presión internacional y a las crisis internas. Casanova explora la represión de la guerrilla antifranquista, la institucionalización del régimen a través de leyes fundamentales y referendos, la exclusión de la oposición y la creación de una monarquía tutelada por Franco. El análisis se detiene en la relación con don Juan de Borbón, la educación del príncipe Juan Carlos y la proyección internacional del franquismo durante los años del aislamiento y la Guerra Fría. La sección también aborda el papel de la familia Franco y el círculo íntimo del dictador en el enriquecimiento y la corrupción sistémica.
La quinta y última parte, que culmina la obra, pone el foco en los últimos años del franquismo, la agonía del dictador y la transición hacia la democracia. Casanova detalla la evolución del régimen en las décadas de los sesenta y setenta, el desarrollo económico, la liberalización parcial y la persistencia de la represión. El libro se cierra con una amplia bibliografía comentada, una detallada cronología y un índice onomástico y analítico, herramientas imprescindibles para el lector interesado en profundizar en la historia del franquismo y en la figura de Franco.
La estructura del libro, reforzada por álbumes fotográficos temáticos y un tono divulgativo que equilibra lo público y lo privado, permite comprender no solo la trayectoria personal de Franco, sino también el contexto político, social y cultural que hizo posible su ascenso y permanencia en el poder.
¹Julián Casanova, es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y profesor visitante en la Central European University de Budapest. Autor de numerosos trabajos de referencia sobre la historia social, el anarcosindicalismo, la Iglesia de Franco, la guerra civil y la Europa del siglo XX, Casanova ha sido profesor visitante en prestigiosas universidades europeas, estadounidenses y latinoamericanas, y miembro del Institute for Advanced Study de Princeton.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 4.5, 7 mayo) & Perplexity (2025)
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