La recomendación vino a modificar la postura del banco, que desde abril mantenía una ponderación «por encima del promedio», lo que equivale a decir que los inversionistas deberían contar con mayor cantidad de bonos de los que están estipulados en el índice referencial.
En declaraciones radiales, Fernando Losada, el especialista de la entidad que sigue de cerca los sucesos financieros de la Argentina, basaba el criterio de los holandeses argumentando que «creemos que aunque puede haber un repunte por el acuerdo con las provincias (firmado) ayer (por el miércoles 14)», el mismo «podría ser muy pequeño y demasiado tarde porque los retrasos en alcanzar el pacto político a nivel local han minado la confianza del inversor y los depósitos bancarios y reservas internacionales han seguido cayendo».
Abonando en más la mudanza planteada por el ABN AMRO, el economista indicaba que «en segundo lugar, y más importante, incluso si se piensa que el canje sea exitoso, lo que ocurrirá es que la ponderación de Argentina en el EMBI (¡ndice de riesgo pa¡s de los bonos de mercados emergentes que elabora la banca JP Morgan) caer de un 16% (1600 puntos b sicos) a alrededor de 8 ¢ 9% (800 ¢ 900 puntos) o incluso menos». Y como consecuencia de ello, «habr una reasignaci¢n de carteras de los administradores de fondos», insinu¢.
En otro tramo del informe, la instituci¢n holandesa destaca que la desconfianza del inversor externo no ha concluido, «empero el nivel de incertidumbre sobre el resultado final ha crecido much¡simo, y el pesimismo un nime de operadores, inversores y agencias calificadoras (de riesgo) amenaza con generar una profec¡a autocumplida».
Concluye el estudio, resaltando que «tambi’n el contexto t’cnico es muy desfavorable», con lo cual «la ola de ventas (de bonos de la deuda externa argentina) probablemente tiene un largo camino por delante».