Afganistán es un país tan pobre que apenas exporta legalmente $ 80 millones. Sin embargo, el único producto de exportación importante que tiene es uno ilegal. Afganistán produce el 70% del opio del mundo. Cuando los mujahedines tomaron Kabul las exportaciones de opio de este país eran similares a las de Myamar (Birmania). Hoy Afganistán triplica la producción de su rival. En 1995 las exportaciones de drogas de Afganistán-Pakistán generaban $1,350 millones, cifra que se duplicaría tres años después.
El narcotráfico distorciona por completo la economía afgana. En un país donde casi no hay fábricas, electricidad y servicios básicos las exportaciones de drogas pueden generar decenas de veces más divisas que el conjunto de las exportaciones oficiales.
Durante la Guerra contra el gobierno pro-soviético, los æmujahedinesÆ se financiaban con el opio. En 1992-96, cuando los ultra-religiosos capturaron Kabul, Afganistán producía unas 2200-2400 millones de toneladas de éste. En 1997 después que los talibanes tomaron el poder la producci¢n de opio creci¢ en un cuarto m s.
En sus intentos de conseguir reconocimiento diplom tico los talibanes lograr¡an reducir la producci¢n del opio en un 95%. En el 2000 Afganist n apenas produjo 185 toneladas de ‘ste. Mas, en la medidad que las tensiones entre los talibanes y los EEUU se fueron acrecentando la producci¢n annual afgana ha saltado a 4,650 millones de toneladas de opio, cuatro veces m s que hace 12 a_os cuando se retir¢ el ejercito sovi’tico. Se afirma que hoy los talibanes tienen una reserva de 2,800 toneladas de esta materia prima de la hero¡na, lo que puede representar $ 1,400 millones si es vendida en Pakist n y entre 40 a 80 mil millones de d¢lares colocados en Europa, una cifra equivalente a entre el doble y el cu druple de la ganancia anual producida por la mafia europea.
Segon organismos de la ONU menos del 1% de las ganancias del opio son percibidas por los campesinos que lo producen. Un 2.5% se queda en las manos de los intermediaries en Afganist n y Pakist n y un 5% en la de quienes lo transportan hasta occidente. M s del 90% de los beneficios son obtenidos por las grandes mafias en Europa y los EEUU.
El zakat es una cuota del 2.5% de los ingresos que los musulmanes deben donar, segon el cor n, a los pobres. Los talibanes han decidido imponer el zakat sobre los campesinos que producen el opio, pero con 2 grandes innovaciones. La cuota se ha elevado al 20% y ‘sta va directamente a los talibanes. Se calcula que un mill¢n de campesinos afganos ganan unos 100 millones de d¢lares produciendo opio y que los talibanes se quedan con un quinto de este beneficio.
Desde que los EEUU anunciaron que atacar¡an Afganist n los talibanes han empezado a inundar el mercado mundial con opio, morfina y hero¡na. El exceso de la demanda ha hecho que el precio del opio caiga de 700 a 100 d¢lares por kilo.
El opio es el principal producto local que contribuye a las arcas de todos los grupos armados en Afganist n. Los talibanes son sumamente duros con quienes trafican el hazis, pues dicen que esa droga si es consumida por los afganos, mientras que aducen que el opio es consumido fundamentalmente en occidente. Lo cierto es que los adictos a la hero¡na vioenen creciendo estrepitosamente en todo el Asia central. En Pakist n, por ejemplo, ya hay m s de 5 millones de ‘stos (cuando hace 20 a_os no hab¡a casi ni uno).
Para los ateos la religi¢n es el opio del pueblo. Para los religiosos afganos el pueblo se gobierna gracias al opio.
Isaac Bigio
Investigador y profesor de clase de la London School of Economics & Political Sciences