El amplio repudio social pudo más que los aplausos del establishment económico y López Murphy y su equipo ultra se vino al suelo. La designación de Domingo Cavallo como nuevo y aparentemente super Ministro de Economía significa un cambio de rostros y posiblemente de estilos personales. No significa sin embargo un cambio de estrategias ni, mucho menos, de modelo.
El objetivo es el mismo que el de López Murphy y el del establishment: oxigenar un modelo económico que ya no da más. Domingo Cavallo es uno de los arquitectos de ese modelo. Cuesta creer por lo tanto que sus ideas sean las más adecuadas para salir de él o, por lo menos, para encarar reformas importantes. Su insistencia en obtener delegación de facultades que son propias del Poder Legislativo llama la atención sobre el autoritarismo que se cierne sobre la Nación y, en particular, sobre sus sectores populares y sus muy golpeadas clases medias.
Por lo tanto, El IADE reclama de los legisladores nacionales el ejercicio pleno y responsable de las facultades que la Naci¢n les concedi¢, y rechacen la solicitud de una delegaci¢n de poderes que s¢lo abrir las puertas a m s empobrecimiento, m s vulnerabilidad y m s malestar social.
Como introductor del esquema de convertibilidad, Domingo Cavallo recogi¢ incuestionable ‘xito en detener la hiperinflaci¢n y alcanzar una estabilidad monetaria que se mantiene hasta hoy. Es un m’rito imposible de cuestionar. El costo de ese ‘xito fue enorme para el sector productivo y para grandes sectores de la poblaci¢n: crecimiento vertical del desempleo, desindustrializaci¢n, creciente vulnerabilidad externa, inseguridad social, aumento de la delincuencia. El crecimiento econ¢mico del periodo 1991-1994 fue acompa_ado de una extraordinaria concentraci¢n de las rentas, los activos y el bienestar.
La hiperinflaci¢n no es hoy el enemigo a atacar, sino el desempleo, la recesi¢n y el desmantelamiento del sector productivo. Cuesta creer que el responsable del programa de destrucci¢n productiva y del empleo, sea el que vaya a generar efectos exactamente opuestos. Sobre todo, cuesta creer que el tipo de reactivaci¢n que Cavallo pretende, vaya a ser la que beneficiar a los sectores productivos nacionales, a las clases medias y al trabajo ¾es decir a la mayor¡a de la Naci¢n.
Nadie duda que Cavallo posee recursos t’cnicos y vinculaciones internacionales para buscar una salida de la convertibilidad que hoy obstaculiza cualquier intento serio de reactivaci¢n econ¢mica, de dinamizaci¢n del comercio exterior y de mejora social. Pero es f cilmente previsible que el costo de su «salida» recaer sobre las mismas mayor¡as nacionales que han pagado durante m s de diez a_os el costo de la convertibilidad.
El nuevo Plan Cavallo significar adem s el abandono de cualquier esfuerzo serio de fortalecer el MERCOSUR y de buscar una alternativa menos nefasta al objetivo del gobierno de Estados Unidos de creaci¢n del ALCA. Es decir, otra vuelta de tuerca a la destrucci¢n de la Naci¢n.
El IADE denuncia ese Plan y se suma a la necesaria construcci¢n de una verdadera Unidad Nacional con todos los sectores convencidos de que otro pa¡s es posible: el trabajo, la producci¢n, el pensamiento nacional y los actores de la pol¡tica aut’nticamente democr ticos.