La dictadura nazi de Hitler causó la muerte de más de 5 millones de judíos y otras minorías. Asimismo, forzó a varios millones de personas en su mayoría del este de Europa.
200 mil antiguos trabajadores forzados tuvieron que esperar un año para cobrar sus indemnizaciones, a pesar de haber firmado acuerdos. Antes de pagar, la industria alemana quiso tener la seguridad judicial de que no se presenten más querellas. Hace dos semanas que la jueza estadounidense, Shirley Kram, rechazó las últimas querellas de trabajadores forzados.
Junto con ese rechazo, la jueza logró que los derechos de otras víctimas austríacas del nacional socialismo estén excluidos. Comentó que «como la mayoría tuvo que trabajar en la agricultura, en las fincas alemanas tuvieron su mejor tiempo de vida». Los entonces perseguidos por los nazis, están decididos a continuar la lucha por sus derechos. (Euro/QR/Ci/Dh/pt).
Friederike Maier