1. Estas personas han debido soportar procesamientos y condenas por parte de la judicatura militar, no obstante su condición de civiles. Ante esta jurisdicción penal militar no se han respetado las normas del debido proceso, especialmente las referidas a los principios de imparcialidad e independencia de que debe estar revestido todo órgano que ejerce la potestad jurisdiccional. Los resultados de esta jurisdicción no son confiables según palabras de un ex Presidente de la Corte Suprema (Luis Maldonado Boggiano, en Discurso inaugural del año judicial 1989, Justicia Militar en Chile, Colegio de Abogados de Chile, año 1990, pág. 210).
2. Se les ha aplicado erróneamente la ley antiterrorista, tanto en el orden procesal porque han sido juzgados por esta clase de delitos por la justicia militar, como en el orden sustantivo por la errada tipificación de los hechos, lo que ha significado para ellos largas condenas. Jurídicamente el delito terrorista se define por los métodos e instrumentos empleados y no por una idelog¡a contraria a la institucionalidad. En este sentido, no basta pertenecer a un grupo ideol¢gicamente antisistema para calificar a este grupo o asociaci¢n como terrorista. Este es el pensamiento jur¡dico de don Francisco Cumplido, autor de las modificaciones a la ley antiterrorista, que FASIC comparte en plenitud.
3. La duraci¢n indefinida de los procesos en el tiempo, sin que se dicte sentencia de t’rmino, ha significado para ellos enfrentar un prolongado tiempo de privaci¢n de libertad bajo el r’gimen de prisi¢n preventiva, situaci¢n que resulta contraria a las normas del derecho internacional de los Derechos Humanos que consagran el derecho a ser juzgado en un tiempo breve y razonable. La gran mayor¡a est privado de libertad en esta condici¢n por un t’rmino pr¢ximo a los 10 a_os.
4. Se advierte la ausencia de pol¡ticas penitenciarias tendientes a otorgarles beneficios carcelarios en aquellos casos en que han cumplido, muchas veces, m s de la mitad y, en otros, m s de las tres cuartas partes de las penas.
5. El duro r’gimen carcelario impuesto en la C rcel de Alta Seguridad y el trato vejatorio sufrido al momento de su detenci¢n, han provocado un serio deterioro de su integridad f¡sica y ps¡quica.
6. Hacemos un llamado a quienes est n en huelga de hambre a poner t’rmino a la movilizaci¢n, bajo el compromiso institucional de contribuir a buscar las soluciones de este problema.
7. Igualmente hacemos un llamado a las autoridades del Gobierno, del Poder Judicial, del Poder Legislativo y a los dirigentes pol¡ticos para que valoren sin prejuicio, la importancia que tiene para la reconciliaci¢n nacional y para el prestigio de nuestra democracia la pronta soluci¢n de estos problemas. Los instamos a adoptar las decisiones que en justicia corresponda.
Red de Familiares y Amigos de los Presos Pol¡ticos