ôBien. Y si me permiten, primero resulta muy alentador escuchar un sólido mensaje como el que acabamos de escuchar: haciendo un llamado a la voluntad, a la innovación, al trabajo en equipo, al trabajo arduo y disciplinado de todos los días.
Sobre todo, un llamado como el que se acaba de hacer: para trabajar y luchar por el campo mexicano, uniendo la vanguardia con la retaguardia; uniéndonos a trabajar en equipo quienes producen, quienes hacen empresa, quienes generan empleos, quienes generan riqueza, que son todas y todos ustedes, unidos con la tarea de Gobierno.
Ratifico nuestra voluntad plena para trabajar con ustedes, para apoyarlos hombro con hombro.
Sin duda para nosotros compromete mucho más un llamado como el que acabamos de escuchar, que una manifestación en la calle. Mi compromiso es total para apoyarlos a todas y a todos ustedes.
Amigas y amigos;
Colegas:
Me alegra que nuestro encuentro esté marcado por el propósito de trabajar juntos, unidos, para sacar adelante el campo mexicano.
Pueden estar seguros de que compartimos las mismas preocupaciones y los mismos objetivos para hacer que la vida rural en nuestro pa¡s sea segura, productiva y pr¢spera.
Por experiencia propia, estoy convencido de que lo primero que se necesita como propietario rural es tranquilidad.
Todas las familias deben estar seguras de que la ley proteja su patrimonio. Con esa seguridad, los que somos gente que trabaja y ama la tierra, estamos siempre dispuestos a quedar en la raya para sembrar, para arar, para sacar la cosecha y todos sus productos.
Esa es la onica manera de recuperar lo invertido y de paso, obtener algo m s para vestir, alimentar a la familia, llevar una vida digna y de calidad para darle a los hijos -a la familia- atenci¢n m’dica, escuela, alegr¡a y, en suma, un futuro cierto.
Ustedes saben bien que lo onico que cuenta en el campo es el trabajo, de sol a sol, los siete d¡as de la semana.
Ustedes tienen la experiencia de que la verdadera productividad agr¡cola y ganadera, viene de lo que cada persona puede hacer con sus manos, con su inteligencia, con sus conocimientos, con el uso apropiado de implementos, abonos, maquinaria, tecnolog¡a, y cada vez m s conocimientos.
La tierra produce s¢lo gracias a nuestro esfuerzo. Ciertamente el Gobierno tiene una gran responsabilidad en este sector, que estamos cumpliendo de frente, con pol¡ticas que erradiquen en definitiva la corrupci¢n, el paternalismo, el clientelismo y la burocratizaci¢n del campo.
No es f cil, hay fuertes inercias en contra de la productividad y la modernizaci¢n, en contra de la capitalizaci¢n del campo, en contra de que la participaci¢n del Gobierno sea de apoyo solidario a la producci¢n.
Todav¡a hay quienes quieren que el Gobierno intervenga y supla la creatividad de los agricultores, de los ganaderos, de los pescadores, pero eso no es posible, ni conveniente.
Por ello, este Gobierno impulsa una pol¡tica orientada a crear condiciones para apoyarlos y tambi’n para que el productor haga su parte, equiparlos con conocimiento, generar un escenario para la producci¢n, y hacer con esto un negocio leg¡timo, crear una mentalidad de triunfo, de ‘xito, de trabajo, y a la vez que se obtenga el est¡mulo de lo que se invirti¢ a trav’s del rendimiento en utilidades, un sentido empresarial para el campo.
Estamos agarrando el toro por los cuernos. Sabemos muy bien que todo lo que se refiere a mercados y precios es muy complejo, y que en el pasado poco atendimos este tema de los mercados y los precios.
Ya no se trata de un problema local, ni siquiera nacional, sino mundial. Esto se va a tener que discutir en los altos foros y lo vamos a hacer como pa¡s, en la Organizaci¢n Mundial de Comercio porque est claro que los pa¡ses desarrollados subsidian, subsidian ampliamente a sus productores, de manera muy agresiva a su gente de campo, muy por encima de la capacidad de otros pa¡ses como el nuestro.
No es un campo en el cual vamos a poder competir. Se habla de mil millones de d¢lares diarios de subsidio en estos pa¡ses desarrollados.
Frente a eso, claro, es dif¡cil competir, pero estamos actuando en la arena internacional para lograr equidad, y tambi’n estamos actuando en M’xico, donde hemos alcanzado buenos resultados con el compromiso de ustedes, de los productores. Por ejemplo en el caso de los estados de Sonora, de Tamaulipas, de Baja California.
Logrando acuerdos que dejar n experiencias para los productores y el Gobierno, como fue el caso de Sinaloa.
Con los productores de caf’, hemos iniciado un programa de apoyos emergentes, que ya se ha decidido para resolver el problema coyuntural, el problema inmediato, en acuerdo y aprobaci¢n con los gobiernos de los estados cafetaleros.
Pero ahora tenemos que trazar una pol¡tica de largo alcance, una verdadera pol¡tica cafetalera, que incremente la productividad, garantice la permanencia y la rentabilidad del sector en un futuro, que atienda los mercados para lograr los precios convenientes.
He instruido al secretario Javier Usabiaga para que se encargue de crear de inmediato el Consejo Nacional para el Desarrollo Rural, donde tendr n cabida todos los productores rurales, respondiendo as¡ a una de sus demandas.
Lo cierto es que este Gobierno no necesita de presiones porque sus autoridades son gente de campo, que habla con la verdad y habla de a de veras. Entendemos bien sus problemas.
Por eso estamos eliminando cuellos de botella, estamos disminuyendo la carga administrativa, estamos aplicando programas para evitar tramitolog¡a y sobre todo para extirpar la corrupci¢n y la intermediaci¢n.
En este aspectos somos y seremos inflexibles, no hay de otra. La corrupci¢n acaba con la productividad y mata el esp¡ritu emprendedor de los productores rurales.
Por eso se acabaron los pagos por tr mites, se acab¢ el uso pol¡tico de los programas y esperamos, encarecidamente les pido, sus denuncias ante cualquier acto de corrupci¢n y tengan por seguro que actuaremos de inmediato.
En PROCAMPO se est utilizando un programa de pago a los productores mediante tarjeta electr¢nica. De esta forma los recursos llegan directamente al productor, eliminando cualquier tipo de intermediarios, cualquier tipo de control o de manipulaci¢n.
Antes de que termine el mes echaremos a andar la tarjeta electr¢nica para beneficiar a m s de 3 millones de productores entregando 12 mil millones de pesos y acabando as¡ con la cesi¢n de derechos que siempre mermaba sus recursos.
A la fecha el programa PROCAMPO ha entregado m s del doble de recursos que en el mismo per¡odo del a_o pasado. Por otro lado, en el Programa de Apoyos a la Comercializaci¢n se ha otorgado un 121 por ciento m s de recursos que en el mismo per¡odo del a_o 2000, y al final del a_o se habr ejercido casi el doble de recursos en este rubro.
Finalmente, el presupuesto de Alianza para el Campo al t’rmino de este a_o ser 65 por ciento mayor que el ejercicio en el a_o 2000.
Amigas y amigos del campo;
Colegas, compa_eras, compa_eros:
Estos son hechos y adem s son verdades, no palabras, porque sabemos perfectamente que a estas alturas es s¢lo con hechos que tenemos que responderle a un sector que ha sufrido el olvido por a_os.
Por ello desde el principio de este Gobierno hemos hecho todo lo que est a nuestro alcance y cr’anme que lo seguiremos haciendo hasta que el campo mexicano recupere la dignidad y el nivel de vida que merece.
Para dar mayor fluidez a las acciones, la mayor¡a de los gobiernos de las entidades y el Gobierno Federal, hemos creado una Coordinaci¢n Operativa a cargo de cada gobierno estatal, que echar a andar -a nivel local, a nivel estatal- programas como Alianza Para el Campo, apoyos directos al campo, apoyos a la comercializaci¢n y desarrollo de mercados regionales, apoyo al entrenamiento y capacitaci¢n, as¡ como apoyo para el empleo temporal.
La planeaci¢n agr¡cola, que ser respuesta compartida de la Federaci¢n y de los estados, saldr de la sociedad civil, a trav’s de los Consejos Estatales Agropecuarios, donde hay plena participaci¢n de la sociedad y los productores. Esta Coordinaci¢n Operativa ya se est dando en m s de 20 entidades.
En una segunda etapa, se transferir n recursos a los gobiernos estatales, para que actoen en el marco de un federalismo cooperativo, que respete la capacidad de gesti¢n de las entidades.
En el futuro, todo lo concerniente al campo se definir a partir de las necesidades de los productores, de las comunidades, los municipios, las regiones y los estados.
Junto con estas medidas, estamos promoviendo la democratizaci¢n de los Consejos Estatales Agropecuarios. En estas instancias, se van a planear los programas y a decidir los proyectos.
Las decisiones del sector se har n a partir de las demandas de la gente del campo, de los propios productores.
Pueden estar seguros de que nuestro mayor ‘xito en el agro ser eliminar el centralismo y la corrupci¢n.
Ya empezamos por lo primero: por un Gobierno democr tico que le pertenece a todas y a todos y en el cual todas y todos tienen voz y capacidad para opinar y participar en las decisiones.
Nadie puede decir en estos momentos que su palabra es acallada. Hay total libertad de expresi¢n.
Con esas libertades surge, de manera natural, la estabilidad pol¡tica y econ¢mica. Debe de surgir tambi’n un sentido de responsabilidad: a mayor libertad, mayor responsabilidad.
El hecho de que las tasas de inter’s est’n en niveles que no hab¡amos visto desde hace d’cadas en nuestro pa¡s, tambi’n asegura la estabilidad y tambi’n asegurar para los productores m s acceso a financiamiento, que habremos de promover a un costo mucho menor.
Y aunque efectivamente no es garant¡a para que fluya el cr’dito el hecho de que las tasas de inter’s est’n en su nivel m s bajo en las oltimas d’cadas, representa una oportunidad para ustedes.
Por eso necesitamos que la Banca se recupere y estamos impulsando estas reformas que ya han sido aprobadas por el Congreso, para que tenga un sistema gil de financiamiento, sano, seguro; capaz de convertir en palanca de desarrollo el dinero de los ahorradores, para que todos ganemos.
El paso que ya dimos -con el respaldo un nime del Congreso de la Uni¢n- para aprobar las Reformas al Sistema Financiero, fortalece a la Banca Comercial pero tambi’n a la Banca Social, a la Banca de Ahorro; a las cooperativas agr¡colas, a las uniones de cr’dito y a los sistemas de microcr’ditos, ese gran proyecto nacional.
Todo esto -en conjunto- ser un detonador del desarrollo, en el que van a participar miles de mujeres y hombres emprendedores, con ganas de obtener un ingreso seguro y remunerador.
No he perdido conciencia de las necesidades de ustedes, de los peque_os empresarios productores, agr¡colas, ganaderos.
Tengo muy claras sus demandas y cr’anmelo que estamos trabajando con las instituciones financieras, con las secretar¡as de Estado, con las dependencias para responder a lo que muy claro tengo que son las necesidades de ustedes.
Y si a esto sumamos este esp¡ritu aliancista que ustedes han propuesto, si sumamos el trabajo disciplinado, yo no tengo la menor duda de que van a cambiar las condiciones en el campo mexicano.
El financiamiento rural se transforma creando instituciones que permitan eficientar los recursos que a ellas se destinan y permiti’ndole a los productores crear sus propias instituciones financieras, como ustedes tienen la intenci¢n de hacer en su caso.
Todo esto con el objeto de permitirles contar con instrumentos y recursos que aumenten su competitividad. Este modelo incluye al BANRURAL a FOCIR y a FIRA, as¡ como la participaci¢n de las instituciones financieras no bancarias propiedad de los productores.
Recientemente enviamos al Congreso de la Uni¢n una iniciativa con el objetivo de capitalizar a los productores del pa¡s inscritos a PROCAMPO, el programa gubernamental dirigido a apoyarles.
Adem s contamos con un programa de microfinanciamiento para apoyar y capitalizar las cajas de ahorro rurales, modernizar los fideicomisos de garant¡a con los estados de la Repoblica; integrando as¡ una red que junto con el seguro agr¡cola ganadero va a reforzar los apoyos al campo desde una perspectiva de productividad, de rendimiento y de ganancia para quien trabaje con responsabilidad y compromiso.
Mientras persista la pobreza y falten oportunidades cada vez m s campesinos abandonar n la tierra para buscar oportunidades en las ciudades o en el extranjero.
Por eso, hay que crear condiciones para que el campo arraigue a sus moradores y atraiga la inversi¢n productiva hacia nuevos proyectos que permitan, sobre todo en las zonas m s deprimidas, agregar valor al trabajo de los productores primarios y simplificar la cadena de intermediaci¢n que tanto da_a.
Atraer inversiones tambi’n al medio rural para generar los empleos y las oportunidades que requieren los j¢venes, nuestros hijos y nuestras hijas en el campo.
Para eso hay que capitalizar y llevar asistencia t’cnica, para eso hay que impulsar una revoluci¢n educativa en el medio rural y estamos prepar ndonos y atendiendo este vital rengl¢n de llevar masivamente conocimientos al campo, a trav’s de la instalaci¢n de una gran cantidad de centros del saber en el medio rural, en los pueblos, en las comunidades, que den pleno acceso a los j¢venes del campo al conocimiento, a la educaci¢n formal, al entrenamiento, a la capacitaci¢n, en una alianza estrat’gica entre la Secretar¡a de Educaci¢n y la Secretar¡a de Agricultura.
Para tal prop¢sito vamos a destinar, entre otros, el 40 por ciento de los 837 millones de pesos del programa de Apoyo al Desarrollo Rural a un subsidio directo a los proyectos para que los peque_os productores se organicen y consoliden sus agronegocios.
Amigas y amigos:
Yo les agradezco que me den esta oportunidad de platicar con ustedes. Lo estamos haciendo con franqueza, con seriedad y con el inter’s puesto en M’xico.
Vamos a darle la mayor importancia a recuperar la capacidad de producci¢n, de generar oportunidades y de aprovechar el potencial y la riqueza que tiene nuestro querido M’xico para detonar el desarrollo de nuestras comunidades y de nuestras familias.
Hay que echarle muchas ganas, el reto es grande. Yo ser’ el primero en responder a su llamado, pero tambi’n les pido -como ya lo ofrecieron- que juntos le respondamos a M’xico.
Con una visi¢n humanista y de cambio tenemos que desterrar la pobreza, unir a la vanguardia con la retaguardia, construir un campo sin caciques, sin deshonestidad, sin paternalismos para convertirlo en la veta de riqueza m s grande y potente de nuestro pa¡s.
Muchas gracias, les deseo mucho ‘xito y que Dios los bendiga.
Si les parece, vamos a proceder a clausurar la Reuni¢n:
Al reiterarles mi reconocimiento, hoy martes 7 de agosto del a_o 2001, me es muy grato declarar formalmente clausurada la Vig’sima Quinta Asamblea General Ordinaria de la Confederaci¢n Nacional de Propietarios Rurales.
Muchas gracias por habernos acompa_ado, muchas gracias por estar aqu¡ en Los Pinos.
¥Suerte!»