Una mujer fue golpeada hasta la muerte por un grupo de fundamentalistas porque mostro incidentalmente el brazo por la ventana del coche que conducia. Otra fue apedreada hasta morir por haber intentado abandonar el pais con un hombre que no era de su familia. Las mujeres no estan autorizadas a trabajar, ni siquiera a salir de casa sin un pariente de sexo masculino.
Las mujeres que trabajaban como profesoras, doctoras, abogadas, artistas y escritoras han sido obligadas a dejar sus trabajos y a quedarse en sus casas, de manera que las depresiones se han generalizado de tal modo que el fenomeno ha alcanzado grados de urgencia.
En una sociedad extremista islamica como la suya no es posible conocer con certeza las tasas de suicidio, pero los representantes de organismos humanitarios opinan que las mujeres que no logran conseguir las medicinas adecuadas para sus graves depresiones prefieren morir que vivir en tales condiciones. La tasa ha aumentado de manera significativa.
Las casas donde viven mujeres deben tener los cristales pintados de forma que sus habitantes no puedan ser vistas nunca desde el exterior. Deben llevar calzados que no hagan ruido, de manera que no se las oiga nunca. Las mujeres temen perder la vida a la menor sospecha de «mala conducta».
Al estarles prohibido el trabajo, las mujeres solteras o sin miembros de sexo masculino en la familia mueren de hambre o mendigan en las calles, aunque sean titulares de un doctorado. Practicamente no hay tratamientos medicos disponibles para las mujeres y los representantes de organismos humanitarios han abandonado el pais en su inmensa mayoria.
En uno de los pocos hospitales que existen para mujeres, un periodista descubrio cuerpos inmoviles, casi sin vida, tumbados en las camas, envueltos en sus burkas, reticentes a hablar, comer o hacer cualquier cosa, dejandose morir por consuncion.Otras se habian vuelto locas. Las han visto agazapadas por los rincones, balanceandose o llorando, sobre todo, de miedo. Un medico proponia dejar a esas mujeres frente a la residencia del presidente como protesta pacifica cuando los pocos medicamentos existentes se hayan acabado.
La situacion ha llegado a tal punto que la expresion «violacion de los derechos humanos» resulta un eufemismo. Los maridos tienen derecho de vida y de muerte sobre las mujeres de la familia, en particular sobre sus
esposas, pero cualquier multitud encolerizada tiene el mismo derecho a lapidar o a golpear a una mujer, a menudo hasta llegar a su muerte, solo por haber expuesto a la vista una onza de carne o por haber ofendido a alguno de sus miembros de forma insignificante.
Segun David Cornwell, los occidentales no deberian juzgar al pueblo afgano por estos comportamientos, porque ello forma parte de su «cultura», lo que es falso. Hasta 1996, las mujeres disfrutaban de una relativa libertad para
trabajar, generalmente para vestirse como querian, para conducir o para aparecer solas en publico. Lo rapido de la transicion constituye la razon principal de las depresiones y de los suicidios.
Las mujeres que en el pasado eran medicas o educadoras o que simplemente estaban acostumbradas a las libertades humanas basicas ahora estan duramente reprimidas y son tratadas como seres inferiores en nombre del islam fundamentalista y retrogado. No se trata de tradicion o de cultura; al contrario, las medidas que se han tomado son extremas incluso en las culturas en las que el fundamentalismo constituye la regla. Por otra parte, si todo fuera justificable por la cultura, no deberia horrorizarnos el que los cartagineses sacrificaran a sus recien nacidos, que numerosas jovenes sufran la ablacion en ciertas regiones de africa o que los negros en el Sur profundo de los Estados Unidos fueran linchados en los a_os 30 o les fuera prohibido votar o estuvieran sometidos a leyes racistas.
Todo ser humano tiene derecho a una existencia tolerable, incluidas las mujeres de un pais musulman situado en una parte del mundo que los occidentales no comprenden. Si podemos ejercer amenazas militares en Kosovo en nombre de los derechos humanos de los albaneses, la OTAN y Occidente
ciertamente pueden hacer una denuncia pacifica del escandalo y la opresion, el asesinato y la injusticia cometidas contra las mujeres por los talibanes.
Por la firma de este documento, reconocemos que el trato actual dado a las mujeres en Afganistan es absolutamente inaceptable y merece el apoyo y la accion de los pueblos de las Naciones Unidas para que la situacion actual en Afganistan deje de ser tolerada. Los derechos de la Mujer no constituyen en ninguna parte un tema menor. Es INACEPTABLE que en el a_o 2000 las mujeres sean tratadas como seres inferiores y de propiedad ajenas la igualdad y la decencia son un DERECHO, no un privilegio, ya se viva en
Afganistan o en cualquier otra parte.