Jiang aseguró que, según la tradición culinaria de su país, se dejaba para el final el mejor manjar, y así parece confirmarlo la finalización de su gira en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez dio un claro respaldo a China, en asuntos que al parecer fueron el trasfondo del recorrido por seis países.
El presidente chino comenzó su periplo por la región el 4 de este mes en Chile, después visitó Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba, antes de llegar a Venezuela el día 15. La gira latinoamericana del mandatario tuvo, además, como telón de fondo una severa crisis diplomática entre Beijing y Washington, esatada el día 1 tras el choque en el aire de una aeronave espía estadounidense, que debió aterrizar de emergencia en China, con un avión caza chino que cayó matando a su piloto.
Sin embargo, Jiang y su comitiva evitaron en cada uno de los países visitados referirse a esta controversia, que se diluyó a mediados de la semana pasada con la autorización para que los tripulantes del avión espía regresasen a Estados Unidos.
Tampoco abordaron en forma abierta el debate de la Comisi¢n de Derechos Humanos de la Organizaci¢n de las Naciones Unidas (ONU), asunto considerado por observadores como trasfondo de la gira. Y que, al final, dio sus resultados positivos en Ginebra este mi’rcoles. Cinco de los seis pa¡ses visitados por Jiang (excepto Chile) son miembros de la Comisi¢n», integrada por 53 estados que analiz¢ la situaci¢n de los derechos humanos en China.
El asunto s¢lo fue motivo de pronunciamiento poblico en Venezuela, aunque evidentemente ya hab¡a recibido el apoyo cubano. «Nosotros vamos a votar en contra de la resoluci¢n que pretende condenar a Cuba y tambi’n a China», adelant¢ Ch vez a la prensa, y agreg¢ que las resoluciones sobre derechos humanos de la ONU se han «politizado en extremo».
Ch vez ha marcado distancia con Estados Unidos en su pol¡tica exterior desde que lleg¢ a la Presidencia hace dos a_os, a la par que ha estrechado v¡nculos con pa¡ses como China y Cuba, adem s de fortalecer la Organizaci¢n de Pa¡ses Exportadores de Petr¢leo (OPEP), una verdadera piedra en el zapato de Washington y sus pretensiones hegem¢nicas.
«Nosotros no creemos que haya ningon pa¡s en el mundo que pueda condenar a otro», dijo el presidente venezolano.
Adem s de este claro pronunciamiento, Venezuela tambi’n confirm¢ su respaldo a la candidatura de Beijing para organizar los Juegos Ol¡mpicos en 2008.
Jiang vio c¢mo Cuba y ahora Venezuela se ratificaron con esta gira como aliados pol¡ticos, adem s de comerciales, de China. Ch vez anunci¢ que har dentro de un mes un viaje a Beijing, previo a la cumbre del Grupo de los 15 que reone a pa¡ses en desarrollo de Am’rica Latina, Africa y Asia, «para acercar posiciones y revisar los acuerdos» bilaterales. Ch vez y Castro, junto con Jiang en distintos escenarios tuvieron posiciones similares.
En Santiago de Chile, en la sede de la Comisi¢n Econ¢mica para Am’rica Latina y el Caribe (Cepal), Jiang asegur¢ que «el injusto e irrazonable orden internacional pol¡tico y econ¢mico, en lugar de ser cambiado, se agrava en unos aspectos». Para los pa¡ses en desarrollo, entre los cuales incluy¢ a China, «se han tornado m s arduas las tareas para preservar la soberan¡a, seguridad e intereses nacionales», dijo el mandatario.
Por su parte, Ch vez dijo coincidir «plenamente con China en asuntos como la autodeterminaci¢n e los pueblos, la soberan¡a y la necesidad de un mundo pluripolar». A juicio de la analista venezolana Vilma Petrash, la gira de Jiang tuvo lugar en un momento en que «China se est perfilando como la primera potencia del mundo en desarrollo, y en el mbito de interlocuci¢n, se viene codeando con las otras potencias del planeta buscando un reacomodo de los pactos de poder».
Para Petrash, especialista en temas de seguridad estadounidense, no debe obviarse la importancia econ¢mica del recorrido. Otros analistas recordaron que China aspira a ingresar a la Organizaci¢n Mundial de Comercio (OMC) y que adem s est a la bosqueda de ampliar los mercados para su vertiginoso crecimiento econ¢mico.
Jiang viaj¢ acompa_ado de 100 empresarios de su pa¡s, y en cada una de las paradas del recorrido se produjeron encuentros entre hombres de negocios y se propiciaron contactos, algunos de los cuales quedaron plasmados en acuerdos bilaterales. El intercambio comercial chino-latinoamericano alcanz¢ en 2000 a 12.600 millones de d¢lares.
Segon adelant¢ Jiang en la sede de la Cepal, «ambas partes han de explotar potencialidades y, sobre la base de mantener el crecimiento sostenido, dar mayor prioridad a las inversiones y al fomento de la cooperaci¢n en las altas ciencias y tecnolog¡as. Est ensanch ndose la brecha entre un norte rico y un sur empobrecido, y el abismo digital», afirm¢ el presidente chino en Santiago, en un discurso que ley¢ en espa_ol.
Una opci¢n del gigante asi tico se puso en pr ctica cuando estuvo Jiang en Argentina, el d¡a 9. All¡ se lanz¢ una plataforma, llamada «China Trade», que permitir comerciar electr¢nicamente con pa¡ses de la Uni¢n Europea (UE) y Am’rica Latina. La nueva plataforma fue desarrollada por la empresa Internet Argentina en sociedad con la estatal Radio Internacional de China.
El comercio internacional chino super¢ el a_o pasado los 400.000 millones de d¢lares, y se prev’ que el comercio electr¢nico pase de los 42 millones de d¢lares de 199 9 a 3.800 millones en 2003.
Para 2005 se espera que China, en la que actualmente 40 por ciento de sus 1.300 millones de habitantes acceden a la red mundial de computadoras, sea el primer pa¡s del mundo de usuarios.
JIANG ZEMIN LOGRÓ LO QUE BUSCABA: ABSOLUCIÓN EN LA ONU Y APOYO PARA BEIJING COMO SEDE OL-MPICA
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