El aumento de facultades policiales es una solución falsa al problema de la inseguridad
La ineficacia de las políticas preventivas de la policía no se debe a la falta de facultades policiales. Actualmente, la policía ya cuenta con facultades para detener y hacer requisas ante situaciones de urgencia y de sospecha. Pero, la policía sigue utilizando como única forma de prevenir el delito mecanismos autoritarios como las detenciones indiscriminadas o los operativos masivos de control.
Sin embargo, las encuestas de victimización demuestran que la amplia mayoría de la gente descree de estas políticas represivas. Asimismo, las investigaciones realizadas en la Ciudad de Buenos Aires evidencian que estas facultades «preventivas» son utilizadas con los peores resultados: de 1700 personas detenidas por mes, sólo en el 1 por mil de los casos existían razones para la detención. No puede aceptarse que la policía base su capacidad de investigación y prevención en detener personas de forma masiva, en revisar indiscriminadamente los autos, la ropa y las dem s pertenencias de las personas.
La ineficacia de las investigaciones tampoco se relaciona con la falta de facultades. Las nulidades en los juicios son el resultado de polic¡as que desconocen las leyes que precisamente deben respetar. Por otro lado, tanto las investigaciones de los delitos simples como de los m s graves -como la investigaci¢n del atentado contra la AMIA, o el asesinato del reportero gr fico Jos’ Luis Cabezas-, se obstaculizan no por la falta de facultades policiales, sino justamente por las irregularidades y los delitos cometidos por funcionarios policiales al amparo de las facultades que hoy poseen, tal como ha puesto en evidencia por ejemplo el reciente informe de la Procuraci¢n General de la Naci¢n.
El aumento de facultades policiales conlleva un agravamiento de los problemas que ya existen.
Las nuevas medidas olvidan que la propia polic¡a es un factor central del problema de la inseguridad. La violencia policial, la falta de respeto por la ley, las redes de ilegalidad y corrupci¢n, y la resistencia a los controles pol¡ticos, judiciales y ciudadanos, son notas distintivas del accionar de las polic¡as. La nueva ley aumentar la discrecionalidad y eliminar los ya pocos controles existentes. ¨Qui’n controlar a la polic¡a con estas nuevas atribuciones?
Con mayores facultades policiales aumentar la discriminaci¢n y la conflictividad social. En su accionar, las polic¡as discriminan a los j¢venes, los pobres, los desocupados, los inmigrantes, los solicitantes de asilo y sectores minoritarios por su identidad sexual. En su pr ctica cotidiana, las polic¡as los tienen en cuenta como objetivo, para operativos de control de tipo militar. El aumento de facultades discrecionales impactar directamente contra estos grupos. El incremento de la violencia contra los mismos sectores atacados por el resto de las pol¡ticas sociales, s¢lo aumentar la desigualdad y la violencia social.
El dilatamiento de la intervenci¢n de los jueces har aon m s lento el proceder judicial. La nueva ley prolongar aon m s los extensos plazos con que cuenta la justicia y demorar tambi’n las decisiones que establecen la responsabilidad de las personas en la comisi¢n de delitos.
Las soluciones reales pasan justamente por el lado contrario
La muerte de las personas, incluidos los agentes policiales, se evita con la reducci¢n de los niveles de violencia institucional y no con su incremento.
Se debe fomentar un mayor control por parte de la sociedad, el ministerio poblico y la justicia. Desde la pol¡tica se pretende atacar el problema de la inseguridad y ‘sta es una actitud loable. Ahora bien, los argentinos vivimos en un estado de inseguridad que abarca, entre otros aspectos, la inseguridad laboral, la inseguridad salarial, la inseguridad previsional, la inseguridad sobre la salud y la inseguridad sobre nuestro futuro. En este contexto, los argentinos padecemos tambi’n una situaci¢n de inseguridad en las calles. Por ello, reducir el problema de la inseguridad a un debate sobre las atribuciones de tal o cual fuerza, constituye una negaci¢n del problema real.
La contundencia de las conclusiones anteriores permite deducir que la ampliaci¢n de facultades no busca ser una soluci¢n al problema de la inseguridad sino s¢lo una la exhibici¢n efectista de legisladores y funcionarios para mostrar su preocupaci¢n por un problema al que no desean abordar seriamente ni de modo real.