Este amañado y ligero testimonio del Coronel Caicedo, que no parece ser de un agente de un Estado social de derecho, no tiene otro propósito que justificar el secuestro de nuestro líder presentándolo como un problema de delincuencia común y de ajuste de cuentas entre la guerrilla y los paramilitares, y ocultar la negligencia de la fuerza pública para proteger la vida del pueblo Embera Katío; el señor Caicedo haciendo uso de su más atrevida y completa ignorancia lanza infundados juicios que en nada contribuyen al logro de la paz en esta convulsionada zona, cuya situación se agrava después de la costrucción de la represa de Urrá, ya que ha sido invadida por los actores armados que bajo la vista ciega de algunos miembros de los organismos de control del estado han sembrado su imperio de miedo y zozobra.
Al respecto, es necesario aclarar que tanto los Cabildos Indígenas de Rió Verde y Rió Sinú, así como la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) han denunciado la presencia en el territorio indígena, de actores armados al margen de la ley, tanto guerrilla como paramilitares. De igual forma, han denunciado los hechos delictivos perpetrados por estos actores, tanto contra ind¡genas como contra campesinos. As¡ mismo, se ha dejado claro que los Cabildos Ind¡genas tienen una posici¢n radical en contra de los cultivos il¡citos.
El coronel ignora que Kimi y los Embera katio del Alto Sino son un pueblo, legendario y sabio que nunca ha tenido que recurrir a las armas para hacerse sentir, en un pa¡s en el que las palabras son m s letales que las balas.
El coronel ignora que Kimy ha sido reconocido, admirado y respetado en diferentes lugares del mundo: ya vemos c¢mo la oficina de la ONU, el gobierno de Canad , Amnist¡a Internacional, las Iglesias del mundo, organismos internacionales y nacionales se han pronunciado sobre este suceso, porque est en riesgo la integridad de un luchador que ha interpuesto los intereses de su pueblo a los suyos propios. El secuestro de Kimy Pern¡a Domic¢ tiene las mismas causas del asesinato de Lucindo hace dos a_os y la desaparici¢n de Buruchiro hace tres meses: movilizar a su pueblo para defender sus derechos territoriales y culturales afectados por la construcci¢n de la hidroel’ctrica Urr I, defender la autonom_a y la integridad territorial.
El coronel ignora todo esto, pero no es pecado ser ignorante, el gran pecado es ser ligero, irresponsable, tendencioso y malintencionado. Adem s, vale la pena recordar que en el acuerdo de abril de 2000, entre el gobierno nacional y el pueblo embera kat¡o del Alto Sino, uno de los puntos consist¡a en que los funcionarios del Estado se abstendr n de hacer este tipo de declaraciones, de tal forma que el gobierno nacional, a trav’s del Coronel Caicedo est violando este acuerdo.
Esperamos el cumplimiento del compromiso del Gobierno Nacional, a trav’s del se_or Ministro del Interior, de hacer retractar los infundios del Coronel Caicedo y en el sentido de garantizar el desplazamiento de una comisi¢n humanitaria a verificar el secuestro de los 400 ind¡genas embera, quienes se encuentran en la comunidad de Beguid¢ que se encuentran en riesgo porque hay un ret’n paramilitar que est m s abajo de la boca de R¡o Verde, en el embalse de la represa Urr , y uno de la guerrilla que est ubicado en R¡o Esmeralda.
Bogot , 5jun01
COMIT+ EJECUTIVO ONIC