La capilla ardiente, levantada en un polideportivo de la ciudad de Lorca,
congregó a cientos de personas, miembros de la comunidad ecuatoriana y de
la propia población de Murcia.
Los únicos sobrevivientes, el conductor y una niña de 13 años mejoran de
sus heridas. El conductor es Noelio Elías León, un ecuatoriano de 46 años
quien parece recuperarse de las graves heridas. La joven, de nombre Nancy
tiene golpes y lesiones de menor importancia. Según su propio relato, era
el primer día que concurría a trabajar a una finca, a la que finalmente
nunca llegóà La intención era suplantar a su madre, quien se
encontraba enferma , y ayudar así a la economía familiar.
Nadie se explica como fue que no percibieron la proximidad del tren local
que cubre el recorrido Aguilas-Murcia. Si bien el cruce es uno de los que
no tiene barreras, la visibilidad es muy buena y el terreno despejado, sin
elevaciones ni vegetación. Cabe apuntar que este recorrido lo realizaban
diariamente en varias oportunidades, transportando a los trabajadores
agr¡colas dedicados a la recolecci¢n del br¢ccoli.
Las primeras declaraciones de Nancy, la joven de 13 a_os que iba en el
asiento delantero, dan algunas pistas para explicar la tragedia. La
furgoneta, que tiene una capacidad normal de 8 personas, transportaba 14.
Los vidrios laterales e inclusive el delantero estaban empa_ados por la
diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del veh¡culo. Y
adem s ella cree que el veh¡culo qued¢ detenido sobre las
v¡as por alguna causa que desconoce. En su relato, agrega que a pesar de
que ella advirti¢ al conductor de la proximidad del tren, la furgoneta no
se moviderecho y arrastrada decena de metros.
El accidente. adem s de su carga negativa por la p’rdida de vidas, est
provocando otras consecuencias secundarias que perjudican a la comunidad
ecuatoriana.. Mientras el censo oficial indica la presencia de 4.537
ecuatorianos en la comarca, otras fuentes, como por ejemplo organizaciones
no gubernamentales aseguran que en realidad son mas de 10 mil – o
posiblemente de 12 mil. los inmigrantes ecuatorianos.
Esto representa que son mas numerosos los que no tienen documentaci¢n
legal. La posibilidad de que los propietarios de los campos est’n
contratando inmigrantes en situaci¢n ilegal, es uno de los temas que han
salido nuevamente a debate a ra¡z del accidente.
Eso ha provocado que hoy fueran muchos los ecuatorianos que no han sido
requeridos por los due_os de las fincas, temerosos de las inspecciones de
trabajo y de las posibles sanciones por emplear trabajadores sin
documentaci¢n, conocidos como «ilegales» por m s que un ser humano nunca
deber¡a ser calificado como legal o ilegal.
Los municipios murcianos donde mayor arraigo tienen los inmigrantes
ecuatorianos son los de Totana, Alhama, Puerto Lumbreras, Aguilas y
Mazarr¢n. La agricultura de la huerta est centrada principalmente en el
br¢ccoli y la lechuga.
La prensa espa_ola destaca hoy que la comunidad ecuatoriana est muy bien
estimada. La tragedia ha provocado que no pocos vecinos manifestaran su
abierta simpat¡a por esta inmigraci¢n considerada seria, trabajadora,
educada y responsible.
Resulta conmovedor escuchar las declaraciones de muchos de los inmigrantes,
casi todos entre 25 y 35 a_os de edad. Todos coinciden en se_alar que han
salido de su tierra por necesidad ante la crisis y la falta de
oportunidades. La mayor¡a no duda en criticar a la clase pol¡tica de su
pa¡s que con sucesivos fracasos ha sumido al Ecuador en una profunda
crisis. Otros critican que muchos pol¡ticos han mirado su provecho
propio, colaborando con el hundimiento del pa¡s.
Uno de los problemas centrales que se plantean, es que la mayor¡a quiere
que los cuerpos de las v¡ctimas sean repatriados. Algunas entidades han
hecho un llamamiento a la solidaridad de las organizaciones humanitarias y
de la propia poblaci¢n de Murcia.
Pero las asociaciones de inmigrantes ecuatorianos, y muchos de ellos en
declaraciones a la prensa, han dicho que ellos no estaban aqu¡ de
vacaciones, ni por turismo. Estaban buscando un futuro para sus familias.
Por tanto, entienden que tiene que ser el estado ecuatoriano, su gobierno,
quien al menos se haga cargo de repatriar los cuerpos de las v¡ctimas.
Como se v’, mas all de las tr gicas cifras de vidas perdidas, el
accidente ha sido el disparador de una serie de cuestiones y sentimientos
que siempre estuvieron, pero que ahora se manifiestan mas abierta y
poblicamente.
Los ecuatorianos son hoy el tercer coletivo nacional mas numeroso en la
inmigraci¢n espa_ola. En algunas ciudades, como en Totana, tambi’n en
Murcia, se pas¢ de 500 inmigrantes ecuatorianos en 1998, a 4.000 el a_o
pasado. Esta cifra significa la cuarta parte de la poblaci¢n, ya que
Totana tiene en total 20 mil habitantes.
Los anuncios publicados en algunos diarios ecuatorianos, del tipo «Hagase
rico, viaje a Espa_a», fueron otra falsa promesa que dispar¢ el
desplazamiento de miles de personas.
Esos inmigrantes, al llegar ak¡ comprobaron que nada era tan f cil y que
en algunos casos, ni siquiera pod¡an afrontar los endeudamientos que el
propio viaje les hab¡a provocado.
Pero los propios inmigrantes reconocen ahora que el origen de sus males
est en la dif¡cil situaci¢n de su pa¡s de origen. Ecuador posee uno de los
mayores niveles de desigualdad de ingresos de Am’rica Latina.
La prensa espa_ola lo recuerda hoy, apuntando que casi dos millones de
personas estaban en 1998 en situaci¢n de extrema pobreza segon las propias
cifras del Banco Mundial.
El diario Barcelon’s La Vanguardia,en una cr¢nica de su corresponsal en
Quito, dice que «como signo cruel de la crisis econ¢mica que vive Ecuador,
y la poca fe en un futuro mejor, cientos de personas duermen todos los dias
al raso para conseguir un pasaporte que les permita salir del pa¡s..
Espa_a, Estados Unidos, Chile o Argentina son los objetivos, en ese orden
de preferencia.
En Espa_a entran con visa de turistas, pero a los tres meses, ese visado
caduca y ya quedan en situaci¢n ilegal, tanto para residir como para
trabajar.
Todos estos aspectos del drama inmigratorio vuelven hoy al comentario y a
la reflexi¢n. El terrible accidente de Murcia ha tenido estas
consecuencias secundarias.
Para familiares y amigos, el drama se circunscribe por ahora a la p’rdida
de doce personas queridas. Para la comunidad de inmigrantes, las
dificultades y las inseguridades nacen con el sol de cada ma_ana.
(Euro-Ec/QR/Ci-Au/Ac/pt).
Carlos Iaquinandi Castro