La alegría de los más de 4 mil indígenas que aguardaban el ingreso de la caravana -que hace dos semanas hacía su ingreso triunfal a la capital del país, congregando en el Zócalo capitalino, aquel domingo 11 de marzo, a unas 200 mil personas-, era inocultable. Es que la Comandancia retorno a la selva con la cabeza bien en alto, la meta fue alcanzada. Los legisladores, escucharon los reclamos de los pueblos indígenas.
Los insurgentes, desde un estrado, cantaron el himno nacional y el himno zapatista, luego llegó el momento de las palabras tan ansiadas.
El carismático Marcos aseveró: ôYa no habrá burla por nuestra cultura. Ya decir ‘indio’ será decir digno».
Poco después, informó que en los próximos días serán consultadas las bases a fin de decidir que pasos seguira el grupo insurgente e ôpropagaremos un buen informe de todo lo que pasó en este camino que hicimos. Tú lo veras y dirás si fue bueno o malo nuestro paso y decidirás también qué paso sigue, y como, y cuando, y donde».