Fueron seis meses y medio los transcurridos en esta parálisis, no toda producida por el congelamiento de las conversaciones decretado por las FARC-EP en noviembre del año pasado. La mitad de ese tiempo pasó después de la firma del Acuerdo de Los Pozos y no ha sido fácil lograr que nuestro interlocutor, imprima la dinámica necesaria al funcionamiento del Comité Temático encargado de la programación y realización de las audiencias.
Hasta la fecha en que se realizó la mesa redonda, 19 de mayo de 2.001, no estaba aprobado ningún cronograma de audiencias públicas, y por parte del gobierno sólo se había accedido a celebrar el día 10 de junio una audiencia especial con el sector de la tercera edad. Parece como si su interés fuera realizar el mínimo posible de ellas, impidiendo a su vez la participación masiva de colombianos en las mismas. Resulta fácil inferir la intención que acompañaba al gobierno, cuando impulsó la diversificación de las audiencias: convertirlas en unos cuantos actos cerrados para un exclusivo c¡rculo de expertos. Jam s ha encontrado sentido en escuchar la voz de un pueblo que considera ignorante. Todo indica que siguen pensando igual.
Eso precisamente se puso de manifiesto en la mesa redonda del 19 de mayo. Los rimbombantes t¡tulos de doctor y m ster obtenidos en universidades extranjeras, con los cuales se present¢ a los ponentes invitados por el gobierno, parec¡an querer decir a los presentes que con tanta sabidur¡a no hab¡a nada que discutir. Y no pod¡a ser cierto.
Ponencia de la CEPAL
Con el t¡tulo de Equidad, Distribuci¢n del Ingreso y Pol¡ticas Sociales, Juan Carlos Ram¡rez, director de esta Oficina en Bogot , comenz¢ hablando acerca de lo ancestral que ha sido en Latinoam’rica el fen¢meno de la mala distribuci¢n del ingreso, pese a lo cual lo consider¢ superable. A juicio de los expertos son cuatro los factores determinantes del ingreso: el nivel de educaci¢n de las personas, el empleo, el tama_o del hogar y la distribuci¢n de activos.
La educaci¢n, sostuvo, es el principal de los determinantes. Para no ser pobre se requiere un nivel m¡nimo de educaci¢n, m s ahora, cuando la mundializaci¢n de la econom¡a hace primar el conocimiento y la tecnolog¡a. Como de paso, reconoci¢ que serv¡a para elevar el ingreso siempre que se consiguiera empleo. El empleo, agreg¢, est ligado al crecimiento econ¢mico y hay que reconocer que las pol¡ticas poblicas pueden ayudar a romper barreras de acceso al empleo. El nomero de hijos que se tenga tambi’n incide en la pobreza. Y en un oltimo lugar ubic¢ lo que ‘l llama la distribuci¢n de los activos productivos y sus rendimientos, la cual se ve afectada por su distribuci¢n inicial y su uso improductivo, por las restricciones para acceder a ellos, por el acceso a los activos poblicos, y por la orientaci¢n de la inversi¢n poblica. A su juicio debemos aplicar nuestro criterio creativo a la construcci¢n de condiciones de enriquecimiento mejor distribuido.
El oltimo de los factores que mencion¢ con lenguaje desorientador, es en realidad el capital, la tierra y las ganancias, los cuales al parecer son intocables segon la ciencia econ¢mica, con lo cual qued¢ al descubierto tanto su car cter de clase como la falta de voluntad pol¡tica para tratar a fondo el problema.
Enseguida pas¢ a analizar el papel de las pol¡ticas sociales en la distribuci¢n del ingreso, las cuales dependen a su juicio de las estructuras de tributaci¢n y la orientaci¢n del gasto poblico. Nuevamente la educaci¢n, unida a la salud y la nutrici¢n vienen a ser las m s distributivas. Sin negar que pueden haber otras menos distributivas como la vivienda, el sistema de pensiones y los subsidios a los servicios poblicos. Y p¢ngase atenci¢n de nuevo a esto: «la superaci¢n de la pobreza puede estar asociada o no con fen¢menos de distribuci¢n o concentraci¢n de la riqueza y los ingresos». +En dependencia de qu’? No lo dijo. Al fin y al cabo no parece tener importancia para la ciencia econ¢mica avanzada.
Y se pregunt¢: ¨Cu nto invertir en gasto social? Como de pasada dijo que Colombia est por encima de los est ndares en este campo. Y se limit¢ a destacar la necesidad de un Pacto Fiscal para determinar esta materia. Al final, dir¡a que con s¢lo pol¡ticas sociales no se realizar¡a la superaci¢n de la pobreza, puesto que habr¡a que considerar el modelo de crecimiento y su estructura. Tal vez se vio arrebatado por un arranque de democracia demag¢gica al reconocer que, como las pol¡ticas poblicas pueden ser concentradoras o distribuidoras del ingreso, es necesario discutirlas poblicamente a la luz de la equidad. Pero p¢ngase atenci¢n a su criterio elitista en cuanto a quienes pueden participar en esa discusi¢n: «Los actores deben contar con el conocimiento y las capacidades para participar». Es decir que s¢lo los sabios pueden hacerlo. No sobra decir que segon sus palabras esos sabios son ellos.
Ponencia de NELSON FAJARDO
Con estilo acad’mico y notable sencillez, este periodista e investigador en ciencias econ¢micas, introdujo algunas cuestiones de contexto y se refiri¢ a las relaciones entre el capital y el Estado en Colombia. A su juicio, la modernidad nos encontr¢ con un Estado nacional inconcluso, convertido en bolsa para el enriquecimiento de las burocracias por medios legales e ilegales, dominado por una oligarqu¡a de cortas miras, extractivista y de consumo primario individual, muy bien aprovechado por el capital mundial transnacional para someternos a su dependencia.
A su juicio, una estrategia de distribuci¢n del ingreso que fortalezca el desarrollo social de nuestro pa¡s, requiere superar el modelo de acumulaci¢n neoliberal propio del sistema capitalista globalizante, as¡ como la construcci¢n de un Estado nacional que exprese los intereses del conjunto de los miembros de la sociedad y no los de una reducida oligarqu¡a. Para el efecto someti¢ a aguda cr¡tica las doctrinas dominantes de los economistas posmodernistas y tecn¢cratas que olvidan el componente humano y pol¡tico de las ciencias econ¢micas. Es necesario que el nuevo modelo econ¢mico democr tico alternativo de acumulaci¢n y consumo, haga ‘nfasis en el fortalecimiento y expansi¢n de la econom¡a real, para lo cual se requiere democratizar las formas de propiedad y apropiaci¢n de los beneficios.
Igualmente la inversi¢n del Estado ha de apuntar a la expansi¢n y fortalecimiento del capital fijo nacional, y las pol¡ticas econ¢micas a la protecci¢n y proyecci¢n del patrimonio nacional, las instituciones y las empresas del Estado a partir de criterios de eficiencia, a obligar a las diversas formas de capital privado a invertir en el fortalecimiento y expansi¢n del circuito y el aparato de reproducci¢n socioecon¢mica. Las pol¡ticas fiscales se dirigir n a gravar la renta sobre la propiedad de la tierra improductiva y las utilidades de las diversas formas del capital con fines redistributivos. Por su parte, la pol¡tica presupuestal ha de fortalecer el gasto social en desmedro de los gastos militares y de seguridad que deben corresponderse m s bien a los de un pa¡s en paz. La inversi¢n social debe priorizar la educaci¢n integral, la salud, la vivienda, la recreaci¢n, el deporte y la cultura.
Ponencia de MAURICIO SANTAMAR-A por el Gobierno Nacional
Mediante el empleo de gr ficos proyectados sobre un tablero blanco que no se pod¡a distinguir muy bien en la claridad del d¡a, el alto funcionario de Planeaci¢n Nacional, m s que una ponencia sobre el tema, invirti¢ el tiempo en hacer una explicaci¢n did ctica muy r pida acerca de qu’ entiende las ciencia econ¢mica moderna por pobreza y de qu’ manera se la puede medir. Una de sus primeras afirmaciones asegur¢ que no era f cil definirla. Desentra_ando el significado de cada una de las siglas LP, LI, INBI, ICV, IPH, IDH, l’ase l¡nea de pobreza, l¡nea de indigencia, ¡ndice de necesidades b sicas insatisfechas, ¡ndice de condiciones de vida, ¡ndice de pobreza humana, ¡ndice de desarrollo humano y dem s, fue demostrando c¢mo resultaban insuficientes para abarcar la complejidad del problema. La conclusi¢n m s l¢gica que se pod¡a sacar al o¡rlo, era la de que un problema tan dif¡cil de definir resultaba apenas igual o m s dif¡cil de solucionar.
Es que si se es pobre por uno de los indicadores, no se lo es por otro. Pero aon mejor: unos indicadores nos pueden se_alar que cada vez hay m s pobreza, pero otros, m s autorizados, como los de Naciones Unidas, nos demostrar n que a pesar de la crisis, la pobreza urbana y rural continoa en descenso. Como quien dice, cambiemos la vara que nos mide y olvid’monos del hambre, la miseria, el abandono, la insalubridad, el desempleo y la ignorancia, palabrejas superadas por la historia. Pero el brillante expositor no dej¢ pasar una conclusi¢n final: la pobreza hubiera descendido aon m s si no fuera por culpa de la violencia. Casi dijo los violentos, estuvo a punto de decir la guerrilla.
Hab¡a que buscar otra forma para decirlo. Y pas¢ a exponer sobre macroeconom¡a y pobreza. Entonces ense_¢ que para combatir la pobreza hay que combinar el crecimiento econ¢mico con las pol¡ticas asistenciales. Y para crecer se requiere, probado con gr ficos del Dane, inversi¢n privada que genere empleo e ingresos para los hogares. Desafortunadamente, segon el expositor, los empresarios privados no invierten debido a las dificultades de orden poblico, segundo factor m s negativo para la inversi¢n, despu’s de la demanda que ni siquiera toc¢. Tambi’n habr¡a que considerar el saneamiento de las finanzas poblicas, lo cual implica que no se puede seguir financiando indefinidamente el crecimiento del gasto. La deuda adquiere caracteres dram ticos. Con ella se ha financiado el gasto excesivo pero a su vez ella es un obst culo para la inversi¢n poblica y privada. Y es intergeneracionalmente ( ¨Qu’ tal la maroma verbal?) injusta. Tras conducirnos hasta este laberinto guard¢ un silencio total. Como quedar¡a demostrado unas horas m s tarde, para el gobierno el tema de la deuda es intocable.
Pasando al tema de la desigualdad en el ingreso, el expositor nos dijo que los m’todos de medici¢n no tienen en cuenta la distribuci¢n de los activos o riqueza, sino los solos ingresos provenientes del trabajo. Pese a ello, el reconocimiento oficial fue el de que en el a_o 2.000, el 20% m s pobre percib¡a el 2.4% del ingreso total, mientras que el 10% m s rico, el 63% del ingreso total. A ello se agrega que en los oltimos a_os la brecha entre unos y otros ha venido ampli ndose. Y remat¢ este punto con el coeficiente de desigualdad GINI, segon el cual Colombia ocupa en Am’rica Latina el puesto doce entre los pa¡ses con mayor desigualdad y esta ha ido en deterioro en los oltimos tres a_os.
La onica alternativa viable por parte del gobierno para remediar esta situaci¢n, es la utilizaci¢n de tres mecanismos de protecci¢n social: los subsidios, la red de protecci¢n social y la inversi¢n en infraestructura (agua, vivienda, v¡as, electrificaci¢n, telefon¡a, etc.). La concepci¢n asistencialista del Estado colombiano no deja dudas. El componente social del Plan Colombia es su estrategia fundamental, ocultando el hecho de que sus gestiones miran m s al beneficio del gran capital inversionista en estas materias que al beneficio social de las mismas. Y sin siquiera mencionar que el Plan Colombia entra_a tales factores de empobrecimiento por causa de la guerra que impone, que sus beneficios sociales no alcanzar n a enmendarlos.
Ponencia de IVAN RIOS coordinador de la Comisi¢n Tem tica de las FARC-EP
Las FARC partimos de considerar, con relaci¢n al tema, que existe una controversia de fondo para definir cu l Estado, cu l estrategia y cu les pol¡ticas econ¢micas necesita el pa¡s. Ella se da entre quienes planteamos que se debe privilegiar el impulso a la producci¢n, el mercado interno, la peque_a, mediana y gran industria privada, la augesti¢n, la microempresa y la econom¡a solidaria, y quienes se amparan en conceptos t’cnicos aparentemente irrebatibles, para sostener que hay que privilegiar al gran capital financiero favoreciendo ampliamente sus actividades especulativas. Nuestro pa¡s se caracteriza por un amplio espectro de desigualdades econ¢micas, sociales, pol¡ticas y culturales, agravadas por la vigencia de un r’gimen pol¡tico intolerante que ha hecho del terrorismo de Estado su mecanismo permanente de dominaci¢n.
Planteamos una Plataforma para un Gobierno de Reconciliaci¢n y Reconstrucci¢n Nacional, segon la cual el Estado debe ser el principal propietario y administrador en los sectores estrat’gicos. Pero hablamos de un Estado nuevo, distinto por completo al que tenemos ahora. Ese Estado debe invertir el 50% del presupuesto nacional en bienestar social, definir democr ticamente una pol¡tica de aprovechamiento de nuestros recursos naturales, establecer condiciones claras para la inversi¢n extranjera, impulsar el mercado interno mediante la econom¡a campesina planificada regionalmente de manera democr tica, expropiar la gran propiedad agraria improductiva y aquella nacida de la violencia, democratizar el cr’dito, la asistencia t’cnica y el mercadeo, elaborar una metodolog¡a m s realista para medir los ingresos y posibilitar una pol¡tica impositiva verdaderamente redistributiva, y ponerle las riendas al sector financiero para que sirva al desarrollo de las fuerzas productivas.
De manera inmediata proponemos la creaci¢n de un subsidio estatal para todos los desempleados mientras se pone a funcionar una estrategia de creaci¢n y reconstrucci¢n de empresas del sector productivo agrario e industrial. Los dineros deben salir de una moratoria de la deuda externa por un t’rmino de cinco a_os para invertir esos recursos en ese prop¢sito. Dada la alta descomposici¢n de la clase pol¡tica colombiana esos dineros ahorrados deben quedar a disposici¢n de la Mesa Nacional de Di logos. Tambi’n deben renegociarse los acuerdos comerciales internacionales. Para ello ser necesario retomar la desde_ada noci¢n de soberan¡a nacional con el fin de esquivar las imposiciones de los centros de poder del capitalismo global. De igual modo deber reducirse de manera considerable el gasto militar del Estado colombiano, partiendo de considerar que el conflicto interno obedece precisamente a la falta de desarrollo econ¢mico social y a la intolerancia del r’gimen, antes que ser la causa del subdesarrollo.
Al finalizar reiterando nuestro anhelo de hallar una soluci¢n por la v¡a del di logo, instamos al gobierno nacional a dar cumplimiento a su reconocimiento expreso en la Agenda Comon para el Cambio, de que para lograr la paz es necesario implementar profundas transformaciones en todas las materias enumeradas en ella. Unas bases serias para el desarrollo social y la redistribuci¢n del ingreso han de ser el producto de un verdadero acto de contrici¢n por parte del Estado en la Mesa Nacional de Di logos. Se requiere echar manos a la obra y dejar los discursos, porque todos los actos del gobierno est n apuntando a agravar de manera conciente e irresponsable el conflicto.
Ponencia de MAURICIO PERFETTI
En su calidad de profesor universitario y director del CRECE de Manizales, este expositor present¢ la ponencia titulada Equidad y Pol¡tica Social.
Con ella tuvo la intenci¢n de abordar los siguientes temas: distribuci¢n funcional del ingreso, medidas del tama_o de la distribuci¢n, factores que determinan el tama_o de la distribuci¢n del ingreso y sus variaciones, para finalizar con algunas propuestas. As¡ las cosas su contenido resultaba sugestivo. Pero una vez entrado en materia las expectativas fueron convirti’ndose en quimeras. El primer tema se tradujo en una serie de gr ficos comparativos entre ingresos provenientes de la remuneraci¢n al trabajo, el excedente bruto de explotaci¢n y el ingreso mixto. Y en cuanto al segundo, los factores que determinan el tama_o de la distribuci¢n del ingreso, nuestro profesor pareci¢ penetrar por completo al plano de la metaf¡sica:
«La participaci¢n de un factor en el Ingreso puede variar por: a) Cambios en cantidades relativas usadas b) Cambios en precios relativos que inducen cambios en las cantidades». Y todav¡a m s cuando pas¢ a explicar: «Cambios en un factor no necesariamente implican cambios en la distribuci¢n funcional a favor del mismo, porque: 1) Se requieren grandes cambios en los precios relativos 2) Complementariedad de capital humano y f¡sico significa que cambios tecnol¢gicos generalmente generan mayores inversiones en capital humano».
Todo fue disip ndose sin embargo cuando fue concluyendo de sus premisas una afirmaci¢n categ¢rica: «Tal como lo sugiere la evidencia emp¡rica disponible…s¢lo mediante un decidido fortalecimiento del capital humano es posible contribuir a mejorar las condiciones de desigualdad y pobreza imperantes en el pa¡s», es decir que onicamente con el fortalecimiento de la educaci¢n ser posible erradicar la pobreza, nada de ir a meterse con la desigual distribuci¢n de propiedad privada sobre el capital y la tierra.
Porque el ponente vino en realidad a hacer la defensa de la apertura econ¢mica neoliberal de los a_os noventa hacia ac , negando cualquier efecto negativo de ‘sta sobre la actual brecha de ingresos entre los ricos y el resto de la poblaci¢n. Los gastos sociales, en educaci¢n y salud se vieron en realidad incrementados con la apertura, fue su tesis. Y por eso sus propuestas apuntaron m s bien hacia un mejoramiento de la eficiencia del Estado en los campos de salud, educaci¢n y nutrici¢n, pues a pesar de los grandes esfuerzos logrados en la d’cada pasada todav¡a hay muchas cosas por hacer: mejorar la focalizaci¢n y combinarla con la integralidad, eliminar la descoordinaci¢n entre las decisiones poblicas y la capacidad para ejecutarlas, redistribuir regionalmente los recursos y reformar la educaci¢n superior con planes de financiaci¢n. Puro pa_o de agua tibia y nada m s. El empleo del lenguaje seudo cient¡fico en realidad pretende evadir el an lisis de las verdaderas causas de la desigualdad, al tiempo que revela la incapacidad de las clases dominantes para materializar con urgencia las profundas transformaciones que reclama nuestro pa¡s. Esto oltimo resulta mucho m s grave si se toma parte en una mesa de di logos en la que se dice buscar la paz.
Intervenci¢n de Miguel Antonio Caro por la CUT
La Comisi¢n Tem tica de las FARC-EP insisti¢ hasta oltimo momento para que los sectores de la salud y la educaci¢n, directamente afectados con el Proyecto de Acto Legislativos 012 sobre Reforma al sistema de Transferencias, aprovecharan este espacio para exponer ante el pa¡s y el mundo, sobre el verdadero contenido del intento de reforma constitucional que pone al desnudo la demagogia de las pol¡ticas estatales sobre distribuci¢n del ingreso y desarrollo social. Desafortunadamente se atravesaron factores ajenos a nuestra voluntad, para impedir que un asunto que lesiona tan duramente los intereses del pueblo colombiano pudiera ser tratado en el Cagu n. Y no fueron precisamente del lado del gobierno los obst culos. En el oltimo momento, el secretario general de la CUT, Miguel Antonio Caro, quien asisti¢ a la Mesa Redonda en calidad de participante invitado, opt¢ por intervenir de manera casi improvisada, para no dejar silenciada la voz del sindicalismo consecuente.
«Quisiera en primer lugar -comenz¢-… decir que lo que a habido en nuestro pa¡s, en los oltimos a_os es un grave retroceso social y que en lo que respecta al ingreso lo que hay es una cada vez mayor concentraci¢n del ingreso al tiempo que crece desmesuradamente la pobreza y la exclusi¢n social». Luego insistir¡a en la necesidad de adentrarse en las causas que han originado esa situaci¢n, entre las cuales no vacil¢ para calificar de primera, a la entrega de la soberan¡a nacional por parte de las clases gobernantes a los grandes centros de poder del capitalismo financiero transnacional. Y puso como ejemplo al acuerdo con el FMI que impone la reforma al sistema de transferencias, que arrebatar las finanzas a los sectores de salud y educaci¢n para dejarlas en manos de alcaldes y gobernadores politiqueros y corruptos. Y advirti¢ que la anunciada reforma tributaria territorial proyectada por el gobierno nacional, busca en realidad sacar del bolsillo de los contribuyentes, mediante nuevos impuestos, los dineros que le restar n a la salud y a la educaci¢n. Igualmente denunci¢ la reforma pensional en ciernes, otra imposici¢n del Fondo Monetario Internacional, como un intento m s del Estado colombiano por repartir la pobreza, nunca la riqueza, entre los de abajo.
Finalmente har¡a dos precisiones. La primera que no es posible resolver la crisis nacional mientras se mantenga vigente el modelo econ¢mico neoliberal y mientras el pa¡s siga sometido a los dictados de los organismos internacionales al servicio del capital. Y la segunda, que cualquier soluci¢n tiene que pasar por la construcci¢n de un modelo alternativo de desarrollo econ¢mico y social, que reivindique la soberan¡a nacional y que oriente no solo la econom¡a, sino el conjunto de la pol¡tica, en favor de los m s desprotegidos de nuestro pa¡s.
La intervenci¢n de los participantes
Un violento aguacero que oblig¢ a interrumpir el desarrollo de la mesa redonda durante varias horas, impidi¢ que los participantes invitados, 15 en total, tuvieran la oportunidad de presentar sus preguntas y comentarios a los ponentes del d¡a. La urgencia de regresar a Bogot en el vuelo de Satena escasamente permiti¢ a unos pocos de ellos dar inicio a una interesante discusi¢n que apenas qued¢ planteada cuando finaliz¢ la audiencia. Adem s de los invitados tambi’n estaban presentes en la mesa redonda los voceros del gobierno nacional y las FARC-EP en la mesa de di logos, as¡ como los miembros del Comit’ Tem tico Nacional. Los participantes que quedaron esperando su oportunidad fueron: Nelson Caballero por la CGTD, Miguel Morantes por la CTC, Darley Moreno por SINTRADIAN, Anc¡zar Rico por la CNA, Juan Carlos Villamizar por Red Unipaz Estudiantil, Rafael Mej¡a L¢pez por la SAC, Imelda Restrepo por la ANDI, Raol Alameda por la Academia Colombiana de Ciencias Econ¢micas, Carlos Humberto Ortiz por la Universidad del Valle y Jesos El¡as Aguilar por la Universidad Santiago de Cali.
Destacamos la cr¡tica de Rafael Uribe Uribe de la Universidad de Antioquia al gobierno nacional por presentarse a dar una charla did ctica sin propuestas distintas a la de que hay que hacer crecer la econom¡a. Igualmente el ‘nfasis que puso H’ctor Ochoa de la Universidad ICESI de Cali en la necesidad de un nuevo Estado, ya que el actual obra en absoluta contrav¡a de los prop¢sitos que expone, citando como ejemplos su ausencia en el impulso a la educaci¢n y su favorecimiento a las altas tasas de inter’s. Los dos participantes expresaron su grata impresi¢n con la propuesta de las FARC-EP. El comandante Gabriel -ngel de la Comisi¢n Tem tica agradeci¢ con iron¡a las ense_anzas brindadas por Planeaci¢n y la CEPAL, al tiempo que inquiri¢ en forma vehemente al gobierno nacional por presentarse a defender unas pol¡ticas econ¢micas que nos han conducido al grave estado de desigualdad, pobreza e injusticia en que nos hallamos sumidos en Colombia.
Por su parte Hans Blumenthal de Fescol y Juan Ricardo Ortega, asesor econ¢mico de Andr’s Pastrana, quisieron que el comandante Iv n R¡os aclarara algunos puntos de la propuesta de las Farc. Aspectos como la enorme deuda social de los sectores dominantes con el pueblo colombiano, el escandaloso nivel de corrupci¢n de la clase pol¡tica y la desproporcionada cifra del gasto militar en Colombia, sirvieron al coordinador de la Comisi¢n Tem tica para justificar ampliamente las propuestas sobre el subsidio al desempleo, la moratoria de la deuda externa y la destinaci¢n de la mitad del presupuesto nacional a la inversi¢n social.
La relator¡a final
El doctor Miguel Eduardo C rdenas, de Fescol, tuvo a su cargo una breve relator¡a verbal final. En ella puso de presente el consenso general en el sentido de que la concentraci¢n del ingreso se convirti¢ en un fen¢meno irrefrenable no solo en Colombia sino en Am’rica Latina, hasta el punto de llegar a obstaculizar el crecimiento econ¢mico. Por lo mismo, la pregunta que resumir¡a el objetivo de la audiencia podr¡a ser: ¨De qu’ manera se puede desconcentrar el ingreso?
A su juicio en la mesa redonda se presentaron dos enfoques al respecto. El economicista t’cnico, seriamente cuestionado, segon el cual el problema en estudio no requiere para su soluci¢n de reformas estructurales, sino posibilitar las condiciones para que la econom¡a de mercado genere el crecimiento econ¢mico esperado, el cual, si se acompa_a de una ampliaci¢n en las fronteras educativas de la poblaci¢n, permitir cumplir la anhelada redistribuci¢n del ingreso y la riqueza. Y el enfoque pol¡tico expuesto por Nelson Fajardo y las FARC-EP, segon el cual la concentraci¢n del poder econ¢mico y el poder pol¡tico marchan de la mano y se retroalimentan mutuamente, lo cual hace necesario plantear la construcci¢n de un nuevo tipo de Estado que posibilite penetrar la estructura de la propiedad privada sobre la riqueza.
Igualmente consider¢ como supremamente interesantes las propuestas de las FARC-EP sobre las cuales no ocult¢ la indisposici¢n del gobierno, por lo cual asegur¢ que eran un importante material para la discusi¢n en la Mesa Nacional de Di logos.