1) El ex General Augusto Pinochet Ugarte es responsable de crímenes contra la humanidad en la medida en que no hay ninguna duda de que en Chile se cometieron tales crímenes, tal cual lo determinó jurídicamente el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, entre otras evidencias y pruebas.
2) Estos crímenes contra la humanidad incluyeron: exterminio, asesinatos, desapariciones forzosas, torturas, persecución basada en ideas políticas y detenciones prolongadas y arbitrarias. Todos estos actos los reconoce el derecho internacional como integrantes de dicha figura.
3) No hay duda de que estos crímenes fueron cometidos contra la población civil, en forma sistemática y a gran escala, esto es, se siguió un plan preconcebido que consistió en cometer actos inhumanos en forma continua y repetida, en los que no hubo aleatoriedad alguna.
4) Que los estados se comprometen en la tortura oficial no puede dudarse, pero todos los estados creen que es malum en se; todos los que se comprometen con la tortura lo niegan, y ninguno reclama el derecho soberano de torturar a sus propios ciudadanos.
5) El General Pinochet, en cuanto Comandante en Jefe del Ej’rcito chileno, conoci¢ o debi¢ haber conocido que el personal bajo su autoridad o comando directo, fueran ‘stos civiles o militares, cometieron actos que constituyen cr¡menes, tanto bajo la ley interna, como bajo la ley internacional, y que ‘l no impidi¢, ni investig¢ o castig¢ tales actos.
6) La posici¢n oficial del General Pinochet, tanto en su calidad de Jefe de Estado, as¡ como de mando militar o funcionario, no mitiga, ni impide su castigo. El hecho de que haya cr¡menes cometidos por sus subordinados no exime al General Pinochet de su responsabilidad delictiva, ya que ‘l conoci¢ y tuvo raz¢n para conocer, en las circunstancias provocadas como consecuencia del Golpe militar que encabez¢, que sus subordinados cometer¡an o iban a cometer cr¡menes contra la humanidad y no tom¢ nunca las medidas dentro de su poder para impedir o reprimir dichos cr¡menes.
7) El general Pinochet y otros altos oficiales, conocieron y usaron su poder para hacer posible la comisi¢n de las atrocidades sobre las cuales los supervivientes y familiares tienen derecho a exigir justicia y la justicia implica, procesamiento y, en su caso, castigo. S¢lo entonces el perd¢n es posible.
8) El sobreseimiento del caso del General Pinochet bajo la eximente de demencia o locura, no elimina su responsabilidad y no deber¡a haber evitado su procesamiento. Esta muerte civil, a la que lleva el hecho de declararle loco como forma de evitar su enjuciamiento y as¡ mantener su impunidad, es s¢lo un subterfugio para preservar tal impunidad.
9) Este subterfugio fue aplicado a partir de una estrategia decidida con posterioridad a las decisiones de la justicia brit nica que no dejaban otro camino que su extradici¢n a Espa_a. Lo que los part¡cipes en esos acuerdos buscaban era evitar una eventual sentencia por cr¡menes contra la humanidad dictada en aplicaci¢n del principio de jurisdicci¢n penal internacional por los tribunales internos de un pa¡s y dentro de la jurisdicci¢n europea. Para ello era una condici¢n necesaria la obstrucci¢n a la justicia y conseguir la muerte civil mediante el dict men de demencia del General Pinochet.
10) Por eso insistimos una vez m s en que todos los responsables de este tipo de cr¡menes deben ser juzgados bajo los principios de la ley internacional y siempre con relaci¢n a cr¡menes contra la humanidad sea en la jurisdicci¢n interna o internacional, y nada impide que as¡ sea, s¢lo la voluntad de mantener la impunidad como fen¢meno social y pol¡tico.
Esa es la responsabilidad no s¢lo de los jueces que as¡ lo han permitido, sino de todos los dirigentes pol¡ticos que con su acciones y/o sus omisiones han permitido que se llegue a situaciones donde la «locura» es la onica salida posible para el propio sistema de impunidad.
En un estado de derecho la existencia del gobierno se ver en peligro si ‘ste no observa la ley escrupulosamente. El gobierno es el maestro potente y omnipotente. Para bien o para mal ense_a a todo el pueblo a trav’s de su ejemplo. Si el gobierno se convierte en infractor de la ley promueve el desprecio hacia ella e invita a cada ciudadano a convertirse en un delincuente.
Equipo Nizkor.
UE, jul01