Recordar con orgullo la ejemplar lucha librada por las obreras y obreros de aquella época, nos convoca a continuar la lucha de clases sin transigir ante quienes se empeñan desde el poder del sistema capitalista en cercenar los derechos de los trabajadores. El valor de enfrentarse al enemigo de clase para conquistar la jornada de ocho horas para trabajar, ocho para estudiar y ocho para descansar es prueba contundente de la eficacia del combate por los derechos porque, sólo así lograron la mayor conquista hasta hoy registrada por los trabajadores del mundo. Reivindicación que estamos obligados a defender mediante la organización y la lucha política, económica y social; para oponernos decididamente a la crueldad y la barbarie causadas por la concentración de las riquezas, la exclusión y la Globalización de la Política Neoliberal, del sistema capitalista mundial, liderado por el Imperio.
En Colombia, para verg³enza de los gobernantes y por lo que deberán responder el Estado, y el Gobierno; los trabajadores de las ciudades, los poblados y los campos son v¡ctimas del desempleo, el subempleo, los bajos salarios y el terror despiadado del Estado, expresado en asesinatos indiscriminados, injustas amenazas, exilios y desplazamientos forzosos de campesinos, obreros y gente pobre. Ejecutados regularmente por integrantes del ej’rcito y la polic¡a a nombre de los paramilitares. Circunstancia, que prueba la sistem tica violaci¢n de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario bajo la responsabilidad del Estado y su Gobierno.
La pol¡tica Neoliberal de la Globalizaci¢n del sistema capitalista aplicada con todo su rigor en Colombia por la clase gobernante, en su conocida sumisi¢n a las recetas dadas por los centros del poder mundial constituye el fundamental generador de desempleo, hambre, miseria y criminalidad desbordadas. Debido a la excesiva concentraci¢n del poder econ¢mico en manos de un reducido grupo de politiqueros y oligarcas corruptos, convertidos luego en verdugos de los trabajadores y el pueblo en general.
Situaci¢n, que el Movimiento Guerrillero colombiano liderado por las FARC- Ej’rcito del Pueblo, propone solucionar al Gobierno Nacional en la mesa de los di logos para beneficio de los sectores m s pobres de nuestro pa¡s. Estamos seguros que esa es la v¡a para iniciar la construcci¢n de la Nueva Colombia, sin hambre, con educaci¢n y salud eficientes y gratuitas hacia la paz definitiva y duradera para las colombianas y colombianos.
Las FARC-EP en solidaridad militante para con los obreros y trabajadores continuar su lucha por la paz con justicia social, verdadera independencia y soberan¡a. Y, ante la tumba de nuestros m rtires «ni un minuto de silencio, sino toda una vida de combate».
Comisi¢n Internacional de las FARC-EP