El dirigente radical, que hasta octubre pasado estuvo al frente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, reclamó ûeste lunes- un cambio en el curso de la economía, y afirmó que ôtiene que haber otro planö, porque, a su juicio, el Gobierno de su compañero de partido, Fernando de la Rúa «siguió desde el primer día (de su mandato) la misma política económica que se aplicaba en épocas de (el ex Presidente peronista Carlos Saúl) Menem», que desde julio de 1989 hasta diciembre de 1999 ejerció la más alta investidura de la República.
En declaraciones formuladas a la emisora argentina Radio Mitre, el ex funcionario ûy en alusión a los dichos vertidos días atrás por Raúl Ricardo Alfonsín que prefería a su correligionario y ex titular de Economía, José Luis Machinea, al frente de esa cartera en lugar de Cavallo, aclaró que si se fuera el actual Ministro y ôviene otro que haga lo mismoö, no se ganaría nada con el cambio.
ôNo veo que esto se resuelva haciendo un concurso de economistas, porque todos tienen casi el mismo libreto», alert¢ Terragno.
Fue a partir de esto, que en apoyo de su teor¡a, puso de relieve que «de los pa¡ses del G-7 (Alemania, Canad , Estados Unidos, Francia, Gran Breta_a, Italia y Jap¢n) los m s importantes, del mundo, no hay ninguno cuyo Ministro de Econom¡a sea un economista».
En tal sentido, aclar¢ que «»la Argentina tiene que entender que es necesario tener un gerente que cuide celosamente las finanzas poblicas, pero el desarrollo econ¢mico depende de una concepci¢n que est muy por encima de la visi¢n que normalmente tienen los economistas».
Al tiempo, advirti¢ que su mirada opositora no es contra el Gobierno, sino frente «a la pol¡tica equivocada que lleva adelante».
Terragno, con la clara intenci¢n de despegarse de la administraci¢n aliancista de radicales y frepasistas, precis¢ que si ‘l hubiese sido senador no habr¡a «votado los proyectos que el Poder Ejecutivo mand¢ al Congreso» Nacional.
Alusi¢n m s que obvia al reciente ajuste del 13% en los salarios de los estatales y en los haberes de las pasividades, cuanto as¡ en el otorgamiento de poderes especiales -que hasta marzo de 2002- que faculta al Ejecutivo a hacer y deshacer en temas tan urticantes como los de las relaciones entre trabajadores y patronos, de la seguridad social y en los recortes presupuestarios en salud, educaci¢n y vivienda.
Respecto de los pr¢ximos comicios legislativos del 14 de octubre, puso sobre la mesa los «tres elementos» esenciales para imponerse en los mismos.
«Uno es no estar asociado a esta pol¡tica econ¢mica, que ha conducido al pa¡s a una crisis tan grave; el otro tener un proyecto alternativo, porque no alcanza con la bronca; y
finalmente que quien lo exponga sea cre¡ble, para que la gente no sienta que es una de esas promesas electorales que se traicionan una vez que se elige», puntualiz¢.
En el tramo final de sus opiniones, y en consideraci¢n a que los sondeos de opini¢n lo se_alan como el probable vencedor de las elecciones porte_as, el dirigente radical manifest¢ que «es muy estimulante la pole position, pero ahora hay que ganar la carrera».
Acto seguido, elogi¢ al socialista democr tico Alfredo Bravo, su contrincante por el ARI (Argentinos por una Repoblica de Iguales) al calificarlo como «un hombre de bien, que luch¢ por los derechos humanos y sue_a con una sociedad m s justa».
M s all de lo laudatorio, precis¢ que el af n de justicia y la honestidad no son los onicos requisitos para modificar el curso de los acontecimientos.
«Hay que sumar un proyecto de desarrollo econ¢mico, para que no nos quedemos en buenas intenciones», remat¢ Terragno.