Para muchos la Conferencia concluyó sus sesiones con tantos interrogantes como antes de comenzar. Los organismos no gubernamentales presentes reconocieron «zonas de oscuridad y zonas de luz». Para ellos, las conclusiones de Bruselas no retoman la mayoría de sus reivindicaciones.
La anulación completa y a corto plazo de la deuda de los países menos avanzados no fue aceptada. Esto pese a que el endeudamiento es considerado una causa clave de la multiplicación de la miseria.
La Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Países Menos Desarrollados acordó buscar una moratoria de pagos de los países más endeudados que afrontan conflictos o desastres naturales. Así también decidió facilitar el alivio de la deuda de los que se recuperan de conflictos.
Sin embargo, nada se decidió en cuanto al mecanismo de seguimiento y de control de los compromisos. Según analistas críticos y delegados de algunas naciones, se deja todo abierto y supeditado a la «buena voluntad» de los países ricos. (Euro-Onu/QR-IP/Oi/Pe/ap).
Sergio Ferrari