Casi a diario mueren civiles en el conflicto hebreo-palestino. Los nacionalistas islámicos ahora azusan la hoguera del separatismo en Cachemira y con ella la eventualidad de la primera guerra nuclear entre India versus Pakistán. Una nueva invasión anti-Irak se viene venir pronto.
Los talibanes fueron depuestos pero no se logró el principal objetivo militar: capturar a Bin Laden o a Mulah Omar. El nuevo gobierno afgano ya no anida grupos armados anti-occidentales pero se basa en diversos criminales de guerra que se han enriquecido con el tráfico de opio y con saqueos a civiles.
Las matanzas entre caudillos militares se siguen dando. Como parte de sus rivalidades algunos grupos llaman a bombarderos estadounidenses para que ataquen antiguos oponentes acusados de proteger talibanes. El> resultado de dichas pugnas ha sido destrucción de aldeas e incluso la masacre de una boda.
The Observer, uno de los principales dominicales británicos, informa de cómo occidente viene alquilando los servicios de determinados señores de la guerra, pese a que se sabe de su historial de atrocidades contra derechos humanos. Según este medio, EEUU viene pagando millones a conocidos delincuentes armados como son Gul Agha Sherzai, regente de Kandahar, y Hazrat Ali, señor de Nangahar. También entregaron $ 400,000 a las bandas de Pacha Khan Zardran, pero luego el gobierno de Karzai impuso allí su propia autoridad conllevando a un conflicto armado local que persiste.
En un país donde campea la destrucción y la hambruna occidente está invirtiendo millones en entrenar y armar distintos bandos armados. Algunos de éstos están dispuestos a trabajar por quien más les pague y es probable que el dinero de Bin Laden haya facilitado a que algunos de ellos le hubiesen permitido escapar.