El PCF, en cambio, ha quedado marginalizado posiblemente para siempre. Ha perdido a la mayor parte de sus votantes quedando relegado al onceavo puesto en las elecciones con apenas el 3,39% de las papeletas válidas.
Pese a que la población francesa ha crecido en las últimas seis décadas, ésta es la primera vez que el PCF ha obtenido menos de un millón de votos desde el fin de la segunda guerra mundial.
Este es el mismo partido que solía ser el más votado en la mayor parte de las elecciones francesas en las décadas de los 1940s y 1950s.
El PCF llegó a ser el principal partido fuera de la URSS dentro de la Internacional Comunista durante la segunda mitad del periodo de existencia que tuvo esa organización.
BREVE HISTORIA DEL PCF
El PCF tienes sus orígenes en la división que se produce dentro de los partidos socialistas del mundo tras el impacto de la revolución bolchevique. Los partidarios de Lenin escinden a la socialdemocracia acusándola de reformista y forman por doquier nuevos partidos comunistas, los mismos que crean en 1919 la Internacional Comunista. En dos países europeos los leninistas sobrepasarán a los socialdemócratas: Francia e Italia. La influencia del Partido Comunista Francés se va acrecentando a nivel mundial a medida que el PC Italiano es reprimido con la implantación del fascismo de Mussolini a inicios de los 1920s y luego cuando Hitler empieza a aplastar a los poderosos partidos socialdemócrata y comunista alemán después de 1933.
El PCF llegó a convertirse en la principal sección de la Internacional Comunista en occidente y en el mundo capitalista hasta que esta entidad se auto-disuelve bajo las directivas de un Stalin que buscaba reconciliarse con EEUU y el Reino Unido.
En 1935 el PCF se convierte en el pivote del pacto franco-soviético con el cual Moscú trata de romper el cerco diplomático de Hitler tratando de reamistarse con otras potencies occidentales. El PCF es quien inagura el giro hacia los frentes populares en el cual los comunistas abandonan su vieja política de tildar a la socialdemocracia de ‘socialfascista’ (con lo cual ayudaron a Hitler a llegar al poder) para buscar conformar gobiernos de coalición con ésta y con partidos republicanos y radicales.
Durante la segunda guerra mundial los Partidos Comunistas de Italia y Francia organizan millares de milicianos quienes se transforman en un poder armado al caer el nazifascismo. Mas, éstos no quieren hacer una revolución y llaman a formar gobiernos de unidad nacional con todos los partidos pro-aliados. En 1947 los gobiernos de unidad nacional en Roma y París hechan a los comunistas quienes detentaban las vice-presidencias. Ello forma parte del inicio de la guerra fría y de la transformación de los partidos comunistas europeos en constantes oposiciones dentro del sistema demo-parlamentario.
EL LENTO DECLIVE ELECTORAL DEL PCF
El PC Francés llegó a ganar casi todas las elecciones legislativas francesas que van desde 1945 a 1956. Obtuvo 26.2% en 1945, 25.5% y 28.3% en 1946, 26.4% en 1951 y 25.6% en 1956. Siempre superó la cuarta parte de los votos y entre 1946 y 1951 tuvieron 182 de los 633 parlamentarios (casi el 30% del congreso). Entre 1958 y 1973 el PC se mantuvo como el principal partido de la izquierda agrupando entre el 19% y el 22.5% de los votos, pero era aventajado por los republicanos de De Gaulle.
En 1978 el PCF reune el 20.6% pero esta vez los socialistas y dos partidos de derecha le superan. En 1981 desciende al 16.2% y su bajón continua en 1986 cuando por primera vez su porcentage electoral no es de dos dígitos. El PC obtiene en las elecciones parlamentarias 9.8% en 1978, 11.3% en 1988, 9.2% en 1993 y 9.9% en 1997.
Cuando en 1965 se convocan las primeras elecciones presidenciales directas el PC apuntala a Fracois Mitterand, candidato socialista, quien saca 7,694,000 votos (31.7% de las papeletas). Cuatro años más tarde la alianza izquierdista se escinde y Mitterand no candatea. El candidato comunista Duclos obtiene 4,808,285 votos (21.3%), el socialista Deferre 1,133,222 votos (5%), el socialista de izquierda Rocard 816,471 (3.6%) y el trotskista Krivine 239,106 votos (1.1%).
Cabe hacer una comparación con la primera vuelta que se realizó 33 años más tarde. Al igual que en el 2002 éstas han sido las únicas presidenciales francesas en las cuales la izquierda no llegó a la segunda rueda debido a que la división de la izquierda hizo que por un pequeño margen de votos el segundo candidato derechista más sufragado supere levemente al candidato izquierdista que tuvo el mayor respaldo. Sin embargo, la relación dentro de la izquierda era lo inverso a lo acontecido un tercio de siglo después. En 1969 el PCF encabezaba a la izquierda teniendo más votos y porcentage electoral que el obtenido por Jospin en el 2002 mientras que el socialista Deferre consiguió un caudal levemente superior al que obtuvo el candidato comunista Hue en el 2002.
Mas, estas fueron las únicas presidenciales francesas en las cuales los comunistas aventajaron (y de que manera: 4 a 1) a los socialistas. En 1974 los comunistas vuelven a votar por Mitterand en la primera vuelta haciendo que este gane ésta con el 43.5% pero pierda por una diferencia de uno por ciento en la segunda ronda.
En 1981 los comunistas deciden competir contra Mitterand en la primera vuelta pero son sobrepasados por los socialistas. El candidato comunista Marchais obtiene 15.3% mientras que el socialista Mitterand llega al 25.9%. Para la segunda vuelta los comunistas respaldan a Mitterand y hacen que éste llegue a la presidencia y que luego se les invite a ocupar varios ministerios.
Desde entonces los socialistas acentúan su rol de cabezas de la izquierda gala mientras que el PC ve reduciendo su influencia y se va transformando en un compañero de ruta de los socialdemócratas. En 1988 el candidato comunista Lejoinie apenas consigue 2,056,261 votos (6.8%) mientras que Mitterand les quintuplica con más de 10 millones en la primera vuelta. Los comunistas logran hacer que Mitterand salga re-electo pero su peso seguía viéndose reducido. De haber estado entre los 4 partidos grandes esta era la primera vez que el Frente Nacional de Le Pen les aventajaba y, además, duplicando su votación.
La caída del bloque soviético en 1989 acicatea el retroceso del PC francés. En 1995 el comunista Hue saca 2,632,460 votos (8.64%). Habían vuelto a quedar quintos pero esta vez los trotskistas empezaban a acercárseles. Arlette Laguillier había pasado de bordear el 2% en sus anteriores participaciones en las presidenciales hasta haber llegado al 5.3%.
CAUSAS DEL RETROCESO DEL PCF
El PCF empieza a perder la dirección de la izquierda gala en la medida que decide apuntalar a los socialistas e ir tras ellos. Con ello lograba que esta minoría se convierta en mayoría dentro de la izquierda. Al ir limando sus diferencias con Mitterand éste logra que los socialistas aparezcan como el partido que llega a la ronda final y quien está en mejores condiciones para seguir la vía demo-parlamentaria y llegar al gobierno. El PC aparece en una suerte de limbo. Por una parte propugna una revolución contra el sistema y por otro aspira a gobernar al estado francés. La OTAN y la élite gala no podrían aceptar un gobierno presidido por los comunistas y los simpatizantes locales del Pacto de Varsovia.
En sus intentos de ser aceptado dentro del sistema y que se le tolere el poder entrar a un gobierno, los PC de Italia y Francia lanzan el movimiento euro-comunista. Con éste ellos acentúan su integración al sistema demo-parlamentario y tartan de distanciarse del descrédito producido por la invasión soviética a Checoslovaquia de 1968.
El ingreso de los comunistas al gobierno de Mitterand genera dos efectos contrapuestos. Por una parte permite que este partido domine ministerios y puestos públicos haciéndose respectable dentro del orden francés. Por otra parte les hace perder parte de su identidad e independencia. Los socialistas aparecen como más consecuentes en su práctica pues siempre propugnaron mejorar las condiciones socials de los trabajadores a través de cambios pacíficos obtenidos gracias a gestiones parlamentarias.
La moderación del PCF y sus compromisos con el gobierno de Mitterand hacen que una parte del descontento contra ese gobierno sea capitalizada por la extrema derecha. El mérito de Le Pen es que logra quitar bases obreras y desempleadas a los comunistas. El Frente Nacional acusa a los rojos de estar en un gobierno que no mejora las condiciones sociales de los franceses y que es el responsable que hayan tantos inmigrantes que supuestamente quitan empleos y deterioran los salarios y los beneficios sociales de los franceses.
El desplome soviético deja al PCF sin un modelo que ofrecer. Mientras todos los partidos comunistas del este van perdiendo el poder y se cambian de nombre o de estrategia, el PCF sufre los estragos de la victoria anticomunista en la guerra fría.
Los gobiernos de alianza con los socialistas en cohabitación con la derecha hacen que el PC se convierta en una suerte de apéndice de la socialdemocracia que se va corriendo hacia el centro politico con lo cual comunistas y socialistas van perdiendo parte de su tradicional base social.
Una serie de huelgas y movimientos sociales empujan a diversos gremios a chocar con ese gobierno y el PC queda atrapado. Por un lado no quiere romper sus lazos con el PS con quien se envcuentra tan vinculado tras más de 3 décadas de fuerte colaboración. Por otro lado el hecho que ellos se convierten en un aliado menor de la centro-izquierda hace que muchas bases del PCF se vayan desencantanto de éste y vayan emigrando hacia la extrema derecha o hacia la extrema izquierda.
El lepenismo logra ir calando en algunas bases tradicionalmente rojas. El Frente Nacional se mofa de la lucha de clases pues muestra a los comunistas cohabitando con la derecha. Por otro lado argumenta que el verdadero peligro no son la burguesía, como solían plantear los bolcheviques, sino los emigrantes que traen una cultura extraña y que causan delincuencia y deterioro de las condiciones sociales de los verdaderos franceses.
El PCF queda atrapado sin grandes posibilidades de maniobrar para despegar. Por una parte los ultra-nacionalistas ganan terreno en bases populares azuando la xenophobia. Por otra parte el PC no quiere romper con el PS pues el espacio de la oposición de izquierda a Juspin lo vienen capitalizando los trotskistas. Dentro de la izquierda plural el PC no puede aparecer como el partido que lleve la batuta pues el PS es más grande y más consistente en su orientación hacia reorientar al estado desde adentro. Los verdes, por otra parte, le disputan al PC el espacio de la izquierda nueva y vinculada a temas econlógicos y anti-globalizantes.
LA AGONIA DEL PCF
Difícilmente el PCF podrá recuperarse. En 1969 los socialistas tuvieron un gran bajón pero entonces la socialdemocracia internacional estaba en auge y los comunistas no podían ocupar su espacio (el del partido que busque hacer reformas desde gobiernos constitucionalmente electos). Ahora ya no existe ninguna potencia comunista como en la época de la URSS. Los partidos comunistas están históricamente en declive. Diversas corrientes que estuvieron a la izquierda del viejo comunismo moscovita ahora van renaciendo y le disputan el terreno del marxismo consistente y más apegado a estar con luchas sociales y sindicales.
El PC Francés ha sido víctima de su propia relación con el PS. Hoy muchos comunistas deben haberse sentido arrepentidos por haberse presentado independientemente con Hue en la primera vuelta. El menos del 3.4% obtenido les ha marginalizado y les ha colocado por detrás de dos grupos trotskistas que hace 20 años vivían a su sombra. Todo ello no hizo mas que restar votos a Jospin quien por un escaso uno por ciento fue remplazado por Le Pen para ingresar a la vuelta final.
Sin embargo, el propio PS trató de sacar provecho del hecho que el PC se presentara aparte. Para los socialistas sus aliados comunistas debían competir con el voto de la extrema izquierda evitando que esta crezca y debilite a la gobernante ‘izquierda plural’. Mas, el PC no podía competir exitosamente con este sector. El PC, que por una parte trataba de copiarse muchas demandas de los trotskistas, aparecía inconsecuente al estar cogobernando con Jospin y cohabitando con Chirac. Lanzado por Juspin contra la extrema izquierda el PC quedó como un cartucho quemado. Con esa jugada el PS ha minimizado al máximo a su tradicional rival dentro de la izquierda gala pero a costa de no haber llegado al segundo turno, y sin haber logrado minarsignificativamente el avance de la ultra-izquierda.
El PCF jamás volverá a ser el poderoso partido que dominaba a la izquierda francesa durante más de medio siglo. Podrá conservar aún el principal aparato sindical en un país donde las tasas de sindicalización son mínimas. Mas, su espacio político ha quedado reducido. El espacio de la izquierda que busca reformar al sistema está cubierto por los socialistas y sus aliados menores. El espacio de quienes quieren una transformación revolucionaria lo vienen ocupando los comunistas de extrema izquierda.
Lo interesante del caso francés es que la caída del PC es distinta de la del de los demás PCs que gobernaron el este. En Europa oriental los regímenes comunistas fueron depuestos por movilizaciones populares que tenían ilusiones en las democracias de mercado y en los EEUU.
Mientras que el grueso de la oposición a los PCs este-europeos fue capitalizada por partidos que estuvieron históricamente a la derecha de éstos, en el caso francés gran parte de la caída del PCF se produce por la izquierda.
Muchas antiguas bases del PCF se han sentido influidas por los comunistas trotskistas que llaman a retomar las viejas tradiciones de un movimiento que nació postulando la vía revolucionaria para derrocar violentamente al sistema.
Para quienes promueven el sistema democrático la presencia del PCF era y es importante para contener al extremismo de izquierda. Su actual desplome podrá dar cancha libre al crecimiento de esta antigua minoría marginada.
Es de esperar que, como reacción a la division de las izquierdas que produjo el ascenso electoral lepenista, se forme una nueva coalición de la ‘izquierda plural’. Mas, en ésta los comunistas jugarán un rol secundario. El PCF ha pasado a ser la sexta fuerza dentro de los ocho partidos que se reclaman de izquierda y que presentaron candidatos en la primera vuelta. En una posible alianza con los verdes, los republicanos socialistas nacionalistas y los radicales de izquierda, el PCF quedaría como uno de los dos socios menores. No se descarta una possible escición y que fuerzas dentro de éste acaben emigrando hacia otras corrientes de izquierda.
Isaac Bigio
Profesor de la London School of Economics