Es evidente que las autoridades del país, cediendo ante la presión de los organismos financieros internacionales, agravan la elevada carga impositiva que padece el agro, en una actitud tan injusta como discriminatoria que provocará la descapitalización de los más diversos sectores productivos del interior. Significará, en los hechos, menos cosechadoras, tractores, sembradoras; se debilitará la agroindustria, habrá menos empleo y la reactivación se tornará inalcanzable.
En el marco de las conversaciones con altos funcionarios oficiales, contra toda expectativa, el titular de la AFIP manifestó la decisión del organismo de mantener la aplicación de una alícuota diferencial en el IVA ventas para los granos (el productor sólo recuperará la mitad de lo que paga por sus compras) Y la negativa a establecer mecanismos para evitar el claro perjuicio que ello ocasiona al generar créditos fiscales de imposible recuperación. También se desconoce el legítimo reclamo del sector respecto del impuesto a las Ganancias, ya que la decisión oficial obliga a realizar la liquidación del tributo sobre bases ficticias haciendo víctima al productor de una nueva confiscación de recursos.
Este rumbo, cargado de agresión contra el sector agropecuario, es fruto de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional, que derivan en estas políticas de regresiva voracidad tributaria que lejos de promover el anhelado proceso de recuperación lo postergarán indefinidamente.
También en función de ese acuerdo con el FMI, las empresas de servicios públicos privatizadas lograron aumentos de tarifas absolutamente injustos por la depreciación de los ingresos de la inmensa mayoría de la población, incluyendo al grueso de los productores agropecuarios. Particularmente los que tienen sus medios de vida en las zonas extrapampeanas y quienes no producen bienes de exportación.
Ante la cuestionable actitud de quienes deben decidir sobre temas esenciales para nuestra actividad, la Federación Agraria Argentina analiza la posibilidad de convocar en breve a sus bases para analizar los pasos gremiales inmediatos, sustentados en su más firme convicción de que solo con «trabajo, producción y equidad» podremos salir de la crisis.