Durante meses reclamamos una actitud sensata, de aliento a la producción, porque demostramos ser el sector que dinamizó la economía y exhibió los más rápidos índices de recuperación en esta crisis sin precedentes.
Soportamos los cambios de reglas de juego en la economía en plena campaña agrícola; nos dolarizaron los insumos arbitrariamente; discriminaron al sector con un alícuota diferencial en el IVA, agravado por una absurda modificación de su régimen de retenciones, nos confiscan el capital sin permitir la aplicación de un ajuste en el Impuesto a las Ganancias y no respetan los derechos adquiridos en la refinanciación del Banco de la Nación.
Somos el motor que alimenta la esperanza de superar la difícil realidad que vivimos los argentinos. Con lo que aporta el campo sólo por retenciones, 6400 millones de pesos anuales, no puede haber hambre en la Argentina.
Todo el esfuerzo volcado en un acta-acuerdo con el Ministerio de la Producción resguardando las condiciones de igualdad en los derechos, respetando los derechos adquiridos y la seguridad jurídica del productor, se frustró con una actitud dilatoria que mantiene vigente una política económica que sólo persigue como objetivo aumentar la recaudación fiscal.
Hace una semana el Presidente Eduardo Duhalde comprometió su palabra de solucionar los principales problemas de la producción. Se cumplió el plazo, pero no el compromiso.
Hace unos días, en Ushuaia, todos los Ministros de Agricultura del país, reunidos en el Consejo Federal Agropecuario, apoyaron los reclamos del campo.
Exigimos un compromiso similar de los candidatos a Presidente en las próximas elecciones, para que hagan público que la producción y el desarrollo son una prioridad en la política de Estado.
Las entidades, en consecuencia, se declaran a partir de este momento en Estado de sesión permanente.
Buenos Aires, 15 de abril de 2003
Coninagro
Federación Agraria Argentina
Confederaciones Rurales Argentinas
Sociedad Rural Argentina