El sismo del sudeste iraní ha ocasionado más de 20,000 muertos y 50,000 heridos, y puede terminar siendo más fatídico que la combinación de los casi mil movimientos telúricos que han sacudido Irán desde 1991.
Este país de 69 millones de habitantes no solo ha sufrido los embustes de la Tierra, sino de sus propios gobernantes y de las potencias que rigen este planeta. En 1979 un masivo levantamiento popular urbano derroca al principal monarca pro-EU que había en el mundo. La revolución es capturada por los ayatolas quienes imponen un régimen nacionalista clerical. Por una parte imponen una economía estatista y proteccionista, y por otra reprimen a los sindicatos, a los movimientos de mujeres y a las minorías nacionales.
La nueva república islámica representa una amenaza tanto para Washington como para Moscú. En 1980 ambos patrocinan la invasión que lanza contra ellos Saddam. Occidente, quien condenaría luego la invasión de Irak sobre Kuwait en 1991, entonces le veía como el hombre que podría detener la ola fundamentalista. Kuwait y todas las petro-monarquías árabes le armaron.
En esa guerra perecieron un millón de personas y Occidente se hizo de la vista gorda de todas las masacres que Saddam hizo contra Irán y su propio pueblo, las mismas que fueron perpetuadas con armas de la OTAN y el Pacto de Varsovia.
En 1988 la guerra acabó sin que nadie conquiste sendos territorios, pero Irán fue parado. Solamente en el Líbano un grupo armado ligado a los ayatolas, el Hisbolá, adquiriría cierto poder. Para frenar al fundamentalismo chiíta EU incluso alentaría a los fanáticos sunnitas de Arabia saudita y Pakistán como fueron los talibanes o Al Qaeda.
Tratando de librarse de su enclaustramiento Irán ha buscado liberalizar su economía y sistema político. Por una parte hay sectores clericales duros y por otra está la presión de las mujeres, los jóvenes y los sindicatos por mayores libertades.
Bush ha declarado que junto a Irak y Nor-Corea Irán es el ‘eje del mal’. Después de haber invadido Bagdad el paso que muchos halcones en EU e Israel quisieran dar es contra Teherán. Una fuerte presión se ha venido ejerciendo para que Irán deje inspeccionar sus posibles armas de destrucción masivas para desbaratarlas. A diferencia de Irak, Irán y Nor-Corea si pueden tener armas peligrosas y eso es lo que podría atemorizar una invasión.
El Reino Unido ha mostrado una diferencia con la Casa Blanca con relación a Irán. Blair aprecia el hecho que en las dos invasiones a Afganistán e Irak las fuerzas chiítas ligadas a los ayatolas han colaborado con la intervención anglo-americana y son parte de los gobiernos de coalición.
El terremoto pone a los aliados en una situación interesante. Han gastado un promedio de mil millones de dólares semanales en atacar a dos vecinos de Irán, pero hasta ahora las cifras que están barajando para ayudar a los damnificados del sismo no llegan ni al gasto de un día de bombardeos.
El epicentro telúrico linda con Baluchistán. Este país, al igual que el de los kurdos, con quien están emparentados, también se haya repartido entre otros estados. Estos son Afganistán, Irán y Pakistán. En este último es donde más balcuches hay y donde más fuerte ha sido el separatismo. Si Occidente hizo poco para proteger a los kurdos cuando fueron masacrados por Hussein en los 1980s e incluso cuando se levantaron a pedido de Bush padre en 1991, con relación a los baluches casi ni ha protestado por las matanzas ocasionadas contra ellos por Pakistán, su mayor aliado en el Asia central.
Mientras Irak fue destruido por el bloqueo y luego una guerra hechos para encontrar gases que no encontraron, y mientras el castigado Irán es tildado de estado paria, el único país islámico que sí tiene bombas nucleares es Pakistán. Allí también hay una dictadura militar tan brutal como la de los talibanes, que ellos mismos crearon y llevaron al poder. Pakistán ha promovido grupos islamistas que han sembrado el terror en la India y la antigua URSS. Lo más grave es que recientemente estuvieron a punto de desencadenar contra India la primera guerra nuclear.
Musharaf, padrino de Al Qaeda y los talibanes, es protegido por Washington. Mientras Irán, ensangrentado por el sismo, no recibe mucha ayuda por parte de EU, la dictadura pakistaní sigue recibiendo tratos financieros privilegiados. Esas contradicciones pueden llevar a acrecentar el descontento dentro de Pakistán. En ese caso allí si podríamos ver luego un sismo social.
Isaac Bigio
Analista Internacional