En la seva quarta edició, el premi manté el propòsit d’oferir reconeixement a les persones que realitzen de manera anònima i desinteressada tasques de valor i utilitat per la societat, en els àmbits de l’assistència social, les malalties, les discapacitats, la pobresa i l’exclusió social dels sectors més desfavorits de la nostra societat.
El proper dimarts, 1 d’abril, es farà entrega del guardó en la cerimònia que serà presidida pel Ministre de Treball i Afers socials, el Sr. Eduardo Zaplana y el President de la Fundación Telefónica, el Sr. César Alierta.
MARIA JOSÉ MERINO GONZALEZ
Me llamo María José. Tengo 29 años, y trabajo como técnico de cooperación en el Hospital Clínico de Barcelona, coordinando proyectos de investigación biomédica en África: Mozambique, Tanzania, y Marruecos.
Mi trabajo consiste en ser el enlace logístico en Barcelona de los proyectos que desempeñamos en África.
Estudié derecho y, con una clara vocación internacional, hice el master de cooperación y estudios para desarrollo.
Empecé con Amics de la Gent Gran casi por casualidad. A los 16 años yo formaba parte de un grupo de jóvenes y los monitores nos propusieron algunas actividades para conocer realidades que quizás nos quedaban un poco lejanas: niños con deficiencias, ancianos …
Yo vivía en casa con mi abuela enferma de Alzheimer y pensé que acercarme a mundo de las personas mayores podría ayudarme a comprender un poco más mi propia realidad familiar. Así, empecé a hacer compañía a una señora que se llamaba Nati, junto con otras tres chicas.
Esas visitas semanales fueron mi primer contacto con la entidad.
Ese mismo verano me propusieron participar en las Colonias ( ahora llamadas «Estancias de Verano»). Esta fue una experiencia mucho más intensa, ya que durante diez días convives 24 horas con un grupo de ancianos, y con otros compañeros voluntarios. Vives de todo, desde la alegría de la fiesta hasta la dificultad de ir al baño, desde la novedad de merendar chocolate con churros hasta las charlas confidentes a pie de cama. Sólo puedo decir que, con 17 años, son experiencias que marcan.
Es como el tema de la enfermedad y la muerte. Mi espíritu joven jamás se había enfrentado a esa realidad, y aún recuerdo cómo me impactó la conversación con la señora María, esa gran serenidad y entereza frente al tema de la muerte.
Estos días estoy realizando un curso sobre Acompañamiento a la Muerte y procesos del duelo. Creo que éste es un tema tabú en nuestra sociedad, pero al que todos debemos enfrentarnos.
Actualmente, y dado que la cooperación y la solidaridad son elementos importantes en mi propia vida, hace tres años que me comprometí más firmemente con la entidad. Ahora soy Coordinadora de un equipo de voluntarios del programa «Acompañamiento a Domicilio». Les apoyo en su labor, les oriento, les motivo para que sigan visitando y acompañando a nuestros mayores. Así, me siento cerca de los ancianos, pero también de mis compañeros voluntarios. Y tengo más que nunca la sensación de ser responsable de un equipo que lucha por un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de los que más nos necesitan.
No puedo obviar que mi trayectoria en Amics ha influído decisivamente en hacerme estas reflexiones. Hace 12 años que colaboro con la entidad y en estos años he madurado. Puedo decir que ser voluntaria ha marcado mi proceso de crecimiento.
Gracias a Amics de la Gent Gran, por un lado, he vivido y comprendido de cerca circunstancias que de otro modo no hubiera vivido: la vejez, la soledad, la enfermedad, y por otro, aprendido los valores de la gratuidad y la solidaridad. Vivir de cerca estos valores conduce a la reflexión más profunda sobre cómo está estructurada nuestra sociedad, y el modo que tenemos de enfocar la vida. Creo que soy lo que soy gracias a esta colaboración con Amics de la Gent Gran y, sin ningún tipo de duda, lo volvería a hacer.