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Hoy, la velada pugna entre el premier Blair y su tesorero Brown podría resolverse a favor de este último. Mientras el primero es más pro-euro el segundo pide desacelerar la marcha hacia la unión monetaria o hacia más reformas de mercado.
Nuevas revelaciones indican que Blair estuvo considerando dejar que su rival interno se mude del 11 al 10 de Downing Street. Las presiones contra Blair aumentarán cuando el miércoles el informe Butler le golpee por haber ido a la guerra con información adulterada y cuando el jueves el laborismo pueda perder elecciones en Birmingham y Leicester.
Isaac Bigio
Analista Internacional
