El domingo entre 40 a 70 mil marchistas condenaron el retiro de Gaza como una limpieza étnica anti-hebrea. Los manifestantes piden que se mantengan los 200,000 colonos de los territorios ocupados. Algunos de ellos demandan que quienes deban ser ‘transferidos’ sean los millones de palestinos.
El ex premier Netanyahu coquetea con este movimiento en el cual está su padre y hermano. Este sector tiene mucha influencia sobre el oficialismo (Likud) y las FFAA, a quienes llama a desacatar órdenes para desalojar colonos.
Los halcones que Sharon crió ahora pueden querer sacarle los ojos. Es mas, podría producirse otro atentado contra él como el que asesinó a Rabin.
La paz que quieren los ultra-nacionalistas será a costa de constantes guerras con el entorno árabe. La única paz históricamente posible pasa por lograr la igualdad y reconciliación entre los pueblos semitas.
Isaac Bigio
Analista Internacional