Ayer el equipo que investiga el armamento iraquí concluyó que Saddam, mucho antes de la invasión, no tenía ninguna de estas armas. Lo mismo reconoció Blair en la reciente conferencia laborista. Rumsfeld, secretario de defensa de EEUU, declaró que no hay evidencias de lazos estrechos entre Saddam y Al Qaeda. Bremen, el anterior ‘virrey’ norteamericano en Bagdad, reconoció que inicialmente sus tropas allí eran pocas y no pudieron impedir masivos saqueos.
Los demócratas se recuperan en las encuestas planteando que Bush ocupó Iraq con ‘mentiras’ y sin un plan para la paz. En el debate entre vicepresidentes Cheney aseguró que, pese a todo, la invasión fue justificada. Mas, el empantanamiento iraquí, como anteriormente pasó con Vietnam, podría convertirse en el ‘arma’ que destruya masivamente a George Bush.
Isaac Bigio
Analista Internacional