Una de las manifestaciones de los últimos comicios bolivianos es que ha
aflorado la existencia de una poderosa tendencia nacionalista radical dentro
de los aymaras. En las 12 provincias rurales del altiplano del departamento
de La Paz (la zona aymara boliviana) ha arrasado electoralmente un
movimiento separatista liderado por Felipe Quispe, un ex-comandante
guerrillero que propone destruir la república de los blancos y mestizos para
volver al Kollasuyo, un estado indio sustentado en instituciones y
religiones pre-colombinas.
El hecho que la segunda nación india andina más numerosa vaya adoptando
posiciones tan contestarias frente al estado y la sociedad en la que viven,
es algo que no sólo podría alterar el destino de Bolivia como república
unitaria sino influir significativamente en el resto de las Américas, un
continente que, a diferencia de los demás, no ha conocido ningún
desgajamiento estatal desde el fin de la guerra fría.
Isaac Bigio
Analista Internacional