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Howard es cuestionado por sus oponentes por deportar refugiados en masa y por haber hecho privatizaciones en salud y educación a un nivel mayor al de su mentora Thatcher. Si bien Australia es socialmente más polarizada, Howard se ufana que su país ha crecido un 3% desde hace 13 años. Larkhal, si bien quiere una mayor intervención estatal en servicios básicos, acepta varias recetas monetaristas.
Una posible caída de Howard tendría cierta influencia en EEUU como un impacto moral contra Bush. La victoria del laborismo australiano, a su vez, podría trastocar al gobierno laborista británico, alentando a los rivales internos de Blair en su propio partido.
Isaac Bigio
Analista Internacional
