A fines de los 1990’s la presión interna e internacional obligó al régimen a irse reformando. Hace 6 años la fracción aperturista ganó las elecciones poniendo a Mohamed Jatamí como presidente. Mas, la liberalización política que él anunció ha sido limitada. Él es otro clerical quien, a su vez, sufre la presión de los duros en torno al ayatola Alí Jamenei, el jefe supremo vitalicio, y su Consejo de Guardianes.
Las elecciones de ayer se han dado en medio de mucho absentismo y regimentación. Más de 2,500 candidatos fueron vetados. Fueron cerrados periódicos contestatarios. Los aperturistas han quedado divididos. Mientras el presidente llamó a sus partidarios a votar, su hermano, el candidato más votado en el 2000 y líder del mayor partido opositor, se negó a participar.
Las irregularidades de estos comicios no mejoran la situación diplomática de este estado acusado de estar dotándose de armas nucleares. Las víctimas del sismo cada vez están más desatendidas. Pese a ello, Irán representa el modelo para el mayor partido iraquí, quien podría acabar gobernando Bagdad.
Isaac Bigio
Analista Internacional