Los dos inspectores jefes de la ONU sobre las armas iraquíes también habrían sido espiados: Richard Butler está convencido que 4 países le grababan sus llamadas.
Blair se desgasta gracias a su principal oposición (que está en su propio partido). Estas denuncias también vienen fragmentando al ala laborista anti-guerra. Robin Cook, excanciller, marca distancias con Short quien quisiera poner en el premierato al tesorero Gordon Brown.
Las agencias secretas siguen siendo cuestionadas. Primero por haber producido la guerra con informes que aseguraban que Iraq poseía unas armas, que se ha confirmado que no tenía. Segundo, por lo que espiar al secretario general de Naciones Unidas puede ser considerado como una violación al estatuto de inviolabilidad que éste tiene.
La ONU creó varias comisiones para investigar los arsenales de Hussein, pero hasta ahora nunca han podido hacer lo mismo con estos servicios de inteligencia.
Isaac Bigio
Analista Internacional