La protesta masiva pide la dimisión del presidente Aristide. Este teólogo de la liberación fue elegido en 1990 respaldado por una amplia votación y movilización contra la dictadura de los Duvalier, pero apenas duraría 8 meses en la presidencia antes de ser derrocado por un cuartelazo.
A pesar de su origen izquierdista los EEUU lo restituyeron en el gobierno tras invadir Haití en 1994. El ahora se enfrenta a una oposición muy diversa que le acusa de autoritario y corrupto, y que va desde ex-golpistas hasta socialistas. El empresario André Apaid busca transformarse en la cabeza opositora, pero los sindicatos pueden socavarle.
La inestabilidad haitiana desestabiliza la región e incentiva la ola de huelgas en la vecina República Dominicana.
Isaac Bigio
Analista Internacional