La decoración, una armónica mezcolanza de diferentes tendencias y épocas, denota una personalidad abierta, absorbente y tolerante; más propia de un artista que de un cirujano. Los muebles antiguos se mezclan con el metacrilato con una facilidad pasmosa y los cuadros, realizados por él mismo, dejan claro que lo suyo es moldear; desde el alambre al esparto, pasando por el cuerpo humano.
Los detalles étnicos, conseguidos en sus viajes,- seguramente-, cuelgan de las paredes contrastando con el intenso colorido de la multitud de pequeños adornos de mesa, propio de un romántico caprichoso, y la prueba de elegancia con un toque de la excentricidad que marcó el Art Decó se encuentra en un exquisito biombo rojo, que ocupa un lugar privilegiado en la más optimista de las salas.
Cuando se sienta ante la grabadora me comunica que le duele la cabeza a causa del tiempo y entonces me parece muy humano y cercano; tanto, que si no fuera porque conozco su currículum, más de 2.000 intervenciones de éxito como primer cirujano plástico en las más prestigiosas clínicas, y he sido capaz de identificar en las paredes entre otros adornos una multitud de credenciales, pensaría que estaba con un amigo cualquiera. El Dr. Fernández Sanza, Nacho para todos sus pacientes, es una de las eminencias en cirugía estética en España, y como tal, no se priva de hablar claro y llamar a las cosas por su nombre. Es tan transparente como sincero y les aseguro que me ha sido imposible sacarle, ni siquiera en ‘petit comité’, ni un solo nombre de las personalidades a las que ha realizado un “retoquito”. No necesita esa publicidad, porque a él lo que le incentiva es ver a la gente satisfecha consigo misma.
Me dice que ya no debería haber gente fea y con complejos, que todo el mundo tiene derecho a cambiar su físico de la manera que crea conveniente y que la cirugía estética es una opción para todos, desde los más jóvenes hasta los de mayor edad; y me sorprende tanta sinceridad con la que está cayendo sobre este tema. Evidentemente, no tiene nada que esconder. Su honestidad le lleva a ser crítico con los detractores del culto a la imagen y su sueño no es otro que el de pasear por la calle y ver que las personas son guapas, por ellas mismas o a través del bisturí. Nos ha regalado una reconfortante entrevista.
La decoración de su consulta nos ha dejado un tanto atónitos. ¿ Les ocurre lo mismo a sus pacientes?. ¿ Es ud. tan imaginativo y divertido cuando opera?
A tu primera pregunta debo contestar que no lo sé. Imagino que será como todo. Habrá personas a que les gustará y otras a las que no. Respecto a la segunda, a la hora de operar soy muy realista.
Dígame. ¿Las motivaciones por las que una persona se opera hoy son las mismas que hace veinte años?
Yo opero desde el ´90, terminé en el 89 mi formación, y creo que las motivaciones son las mismas. Los pacientes se encuentran mal. Hay algo de ellos que no les gusta y deciden cambiarlo. Ocurre lo mismo que con la ropa o con el pelo. Las personas cambian el color o el estilo de vestir. Con la cirugía estética ocurre lo mismo. Nos dicen lo que no les gusta de sí mismos y vienen a nosotros porque no han podido solucionarlo vía ‘esteticien’ o dermatólogo. En realidad somos los últimos a los que recurren. Vienen y consultan sobre su problema. Si se puede solucionar, puesto que es nuestro trabajo, aplicamos la cirugía.
Existe la creencia popular de que nos estamos pasando con la cirugía estética.
No creo que nos estemos pasando. La necesidad es la misma que hace años, lo que ocurre es que ahora es más asequible. Hoy en día se opera más gente que hace quince años. No obstante, las personas que se hacen cosas extravagantes siguen siendo las mismas antes que ahora. Esto es así desde que existe la cirugía. Tu puedes pedir ponerte tres pechos o tres narices, pero lo normal es que se pongan dos. Yo nunca he puesto uno, ¡vaya!. Por poder hacer se puede hacer todo. Por ejemplo, siempre ha existido el transexual que pide transformación de hombre a mujer o mujer a hombre, y esto existe desde que se aplica la cirugía estética.
¿Hay muchas personas que piden cosas extravagantes?. ¿Intenta ud convencerles de lo contrario?
Muy poca, pero las hay. Yo cada vez intento convencerles menos. Antes pretendía que la gente fuera como a mí me gustaba y creo que estaba equivocado. Ahora hago lo que ellos quieren si veo que lo puedo conseguir. Imagínate que me piden unos labios o unos pechos enormes, o una nariz que es bonita cambiarla por una fea. Es algo que no es normal, pero ellos deciden. Yo siempre pido consentimientos y más en estos casos. Por ejemplo, imagina que una paciente me pide una talla 140 de pecho y tiene una constitución física media. Lo que me ha pedido excede de la normalidad. Yo puedo aconsejarle que no lo haga y decirle que no es natural; pero si ella tiene claro que la quiere estará encantada por haberse puesto esos pechos y disfrutará por ello. Evidentemente tendrá los problemas que provoca un pecho grande, pero es lo que quería y le gustaba. Por supuesto asumirá estos problemas.
Hay puristas que aseguran que debería ser el propio cirujano plástico el que se negara a realizar ciertos cambios
¿Por qué?. Lógicamente nos podemos negar a hacer lo que el paciente nos pide. Yo me niego a hacer muchas cosas, pero hay personas que tienen muy claro lo que quieren. No están locos y tampoco tienen ninguna disfunción psicológica. Yo tengo pacientes que han venido a verme con una foto de una amiga que aparecía en una revista. Se trata concretamente de una chica muy conocida que trabajaba en Play Boy. Yo le dije que los pechos de la fotografía eran muy feos y que se los haría igual de grandes pero más bonitos. Ella accedió. Solo le puse la condición de poder hacerle posteriormente la misma foto de la revista para ver la diferencia. Ella tenía muy claro lo que quería. Yo ya había operado a su madre y a su hermana y ella tenía plena confianza en el resultado. Es una chica muy coqueta que quería ganarse la vida con su pecho; con una talla grande que, evidentemente, tiene su público. A mi me da vergüenza cuando viene a la consulta. Yo no se lo haría a mi novia y a según que personas no se lo aconsejaría, pero en este caso es lo que ella quería y esta encantada. Está orgullosísima de sus pechos y de su vida.
Existe una gran polémica: cirugía estética sí, cirugía estética no
Siempre habrá polémica. Los que están a favor contra los que están en contra y viceversa. Ocurre lo mismo con el aborto, la guerra, la cirugía estética… todo. Qué quieres que te diga. Mi opinión es muy simple. Si viene a mi consulta una persona que intuyo que tiene dificultades para razonar correctamente, que está indecisa o que da signos de padecer ciertos problemas psicológicos intentaré que recapacite, que lo piense mejor antes de operarse, que soluciones sus problemas antes de hacerlo. Pero ante los deseos de una persona sana mental y físicamente, yo no tengo derecho a juzgar sobre sus gustos. Nosotros no somos dioses. No podemos crear un patrón para todas las personas.
Lo cierto es que, pese a que cada vez se operan más personas, es muy difícil elegir un buen cirujano. ¿Cómo podemos saber quién nos operará mejor?
Yo lo he comentado muchas veces. Lo ideal sería poder hacer programas en vivo y ver mediante los resultados quien opera bien y quien no. Creo que en Estados Unidos existe esta práctica. No se trata de trasmitir una operación en directo, porque es algo muy morboso, pero sí de mostrar el antes y el después de las operaciones que practican los profesionales. Si yo me tengo que operar de una prótesis de cadera o si tengo que escoger a un médico para solucionar cualquier problema preguntaré en las clínicas a las enfermeras, que nos conocen a todos, y a los anestesistas.
Se trata de hacer una prospección antes de decidirte. Hay que realizar una labor de información a nivel personal. Existen, por ejemplo, anuncios en tv de un centro de estética muy conocido donde todo aparece muy bonito. Si pides visita aquí en Barcelona sabrás donde tienen las consultas. Si vas a la clínica donde operan ocurre lo mismo. Seguro que mucha gente se daría la vuelta sin entrar. Ahora bien. Una persona de un nivel muy bajo se deja manipular. Se trata de publicidad engañosa al 100%.
¿Hasta que punto es difícil arreglar lo que se ha hecho mal?
A veces deshacer lo mal hecho es imposible. Si viene a mi consulta una persona mal operada y no se puede arreglar, yo le recomiendo que pidan responsabilidades al cirujano que la operó. La paciente queda evidentemente muy frustrada. Si se ha operado en ese lugar es porque le han dicho que va a quedar bien. Es cierto que en medicina nadie puede asegurar los resultados porque pueden surgir problemas; no somos dioses, pero eso la persona ya lo sabe. Es un riesgo asumido. La elección de un buen cirujano minimiza los riesgos e incluso garantiza la corrección cuando algo no ha salido como se esperaba. Esta institución de la que hablábamos antes ni siquiera está registrada en el Colegio de Médicos. Había tantas denuncias contra ella que la sacaron del colegio. Son empresas que no están fundadas por un médico y se crean por motivos económicos. No están para ayudar a los pacientes, sino para hacer dinero.
Hablando del Colegio de Médicos. Hace algún tiempo surgieron problemas entre médicos estéticos y cirujanos. ¿En que punto se encuentra esta disputa?
Ya se ha solventado esa polémica. Hasta ahora no estaba regulada la cirugía estética. La cirugía plástica y reparadora era la especialidad y la cirugía estética no existía. Desde hace un año y medio casi dos, la denominación es la de cirugía plástica, reparadora y estética. Ya no existe el médico estético. Antes cualquiera podía hacer cirugía estética porque no existía como especialidad. Los médicos estéticos solo pueden acceder a la medicina. Por ejemplo, la cirugía estética se realiza en una clínica, no en un hospital. Para poder acceder a la clínica y operar en quirófano has de ser cirujano plástico o reparador, nunca un médico estético podrá operar. Todo lo que sea con anestesia local se puede hacer en una consulta, pero nunca una operación.
¿Donde adquiere la experiencia un cirujano plástico?¿ Los mejores cirujanos plásticos están en Brasil?
La experiencia se adquiere en la privada. Ten en cuenta que en ningún hospital se hacen liposucciones o lifting´s. Allí no puedes aprender. Adquieres una base quirúrgica, pero principalmente es en la privada donde desarrollas las prácticas y posteriormente la profesión. El Estado no quiere pagar estas operaciones. En Cuba, por ejemplo, son gratis. El Estado las paga. Hay mucha gente que se va a Cuba a operarse. No es cierto que los mejores cirujanos estén en Brasil. Eso es un tópico. Yo he ido a Brasil a aprender cosas con el más conocido y no he aprendido mucho. Quizás fui a aprender técnicas nuevas y no se realizaban. Allí se opera mucho, pero no mejor. Se dice que Brasil, Argentina y España son los países más aficionados a la cirugía estética. Francamente yo pensaba que era EE.UU. Existen dos revistas de cirugía estética internacionales y el idioma es el inglés, como siempre. Las revistas son americanas, pero tenemos acceso todos los profesionales a nivel mundial. Yo he publicado en cuatro o cinco ocasiones en estas revistas. Colaboran cirujanos de todo el mundo. Allí ves cosas diferentes. Ocurre lo mismo en los congresos.
¿Qué es lo que más le gusta operar y cual es la operación más agradecida?
Cuanto más grande es el cambio que vas a hacer mas agradecida es la operación, porque la persona termina estando muy contenta. Si además se trata de una malformación, como una gran papada, por ejemplo, la persona se desprende de un complejo y eso es muy reconfortante. Ocurre lo mismo con una nariz o unas orejas aunque sea un defecto más pequeñito. A mi me gusta todo, pero sobretodo los cambios grandes. Cuando es más reducido incluso lo remito a los médicos, a la medicina estética. Cuando no llegan, entonces entro yo.
¿Qué siente cuando debe enfrentarse a una operación reparadora a causa de un accidente, por ejemplo, y el destrozo es prácticamente insalvable?
Es frustrante cuando no puedes llegar. Por ejemplo, una amputación de una nariz donde no hay nada. Nunca puedes dejarla normal. Podrás rehacerla más o menos bonita, pero las cicatrices no se podrán evitar. Esto es frustrante. Debes decirle al paciente que tendrá una nariz, pero que tras someterse a varias operaciones lo que conseguiremos es eso, una nariz. Conseguiremos que la persona no sea un monstruo, pero siempre requerirá de trucos de maquillaje para disimular las cicatrices. A cara lavada las secuelas serán brutales. Esto no es reconfortante para mí.
Tenemos ejemplos de cirugías famosas en la que la evidencia resulta antiestética y desalentadora. ¿Debe notarse tanto?.
Te pongo el mismo ejemplo que en el caso de visitar al peluquero. Si una persona va cada quince días no se notará, a no ser que haga un gran cambio. Si la persona va una vez al año se notará mucho. Pasa de tener el pelo muy largo a otro estilo totalmente diferente. En cirugía ocurre lo mismo. Si la persona tiene una nariz muy grande y se la arregla no es para dejársela como antes. Claro que se nota. Otro caso muy distinto es cuando la persona hace un mal razonamiento. Por ejemplo los pechos. Hay pacientes que me dicen: ya que pago pónmelos grandes. Eso para mí es una ordinariez. Pero eso va a gustos y según personalidades. Siempre ha habido personas elegantes y personas ordinarias. Pero insisto. Tienen derecho a sentirse a gusto consigo mismas.
Gema Castellano
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