Este escenario podría ser bien visto por quienes promueven la rebelión palestina, pero su partido (Al Fatah) prefiere un curso dialogante. Quiere aprovechar el que Sharon haya roto con sus ‘ultras’ y se coaligue con el laborismo para buscar alguna salida negociada.
Barghouti ha debido retirarse de las elecciones debido a la enorme presión diplomática y de su propio partido (quien amenazó expulsarle). Tras el ‘embargo’ de esa candidatura Abbas podrá ganar ampliamente y querrá usar ese aval para desarmar o desmovilizar a la insurgencia.
Los palestinos están debilitados por no haber sabido atraer a aliados hebreos y por la derrota de Iraq. Las concesiones que hoy saque Al Fatah de Israel serán menores que las que Arafat inicialmente pudo obtener.
Isaac Bigio
Analista Internacional