Los dos principales partidos sufrirán golpes. El laborismo se encuentra deteriorado por la invasión a Iraq. A su izquierda crecen quienes le reclaman haber abandonado su política pro-beneficios sociales y anti-guerra: liberales, verdes y socialistas.
Mas, los conservadores no logran agigantarse y van siendo minados por la derecha con la irrupción del UKIP que plantea la inmediata retirada de la Unión Europea.
Para ganar popularidad todos los candidatos a burgomaestre atacan la guerra (incluso contra la posición general de sus partidos). El favorito es el actual alcalde Ken Livingstone, quien pide que Bush sea juzgado por criminal. Su mayor oponente es el conservador Norris quien le acusa de ahuyentar inversionistas.
El tesorero, Gordon Brown, podría aprovechar un mal resultado electoral laborista para remplazar a Blair en el premierato.
Isaac Bigio
Analista Internacional
