El ACNUR estima que en la actualidad, alrededor de 158.000 refugiados de Darfur han huído hacia la zona oriental de Chad, donde el ACNUR ha trasladado a más de 81.000 de ellos, distribuidos en siete nuevos campamentos de refugiados lejos de un área fronteriza insegura.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados hizo un llamamiento el pasado mes de febrero solicitando 20,7 millones de dólares para financiar la operación de emergencia en Chad, sin embargo, hasta el momento ha recibido únicamente 16 millones. El ACNUR está revisando actualmente sus presupuestos y tiene previsto realizar una nueva petición de fondos ante la continua llegada de refugiados, la necesidad de montar más campamentos y la posibilidad de que se produzca una mayor afluencia de refugiados.
En un discurso dirigido a funcionarios gubernamentales de alto nivel que participaban en la Reunión y Consultas para Alertar a Donantes de Alto Nivel sobre Darfur, Lubbers informó que los fondos para la asistencia humanitaria son insuficientes para las enormes necesidades existentes.
«Estamos agotando nuestras reservas, estamos vaciando nuestros bolsillos«, señaló Lubbers. «No podemos decir que ésta es la crisis humanitaria del día, y no financiarla«.
«Aunque hemos hecho grandes progresos para hacer frente a estos serios obstáculos, el apoyo y los fondos internacionales no han sido suficientes para mantener el funcionamiento de nuestros programas, ni para poder mejorar el trabajo que estamos realizando y agilizar la operación de reubicación de refugiados«.
Lubbers alertó que había una seria amenaza de incursiones hacia Chad, así como de infiltraciones y presencia de elementos armados en los campamentos de refugiados, posiblemente con la intención de llevar a cabo reclutamiento forzoso, desviación de asistencia humanitaria y acoso a la población refugiada.
Lubbers declaró que «las incursiones armadas por parte de la milicia Janjaweed continúan siendo una seria amenaza para la vida de los refugiados«.
La empobrecida zona del Chad oriental -a pesar de la generosidad de su población- se ha visto severamente afectada por la llegada de refugiados, por lo que necesita mucha más asistencia internacional, manifestó Lubbers.
Finalmente, Lubbers señaló que «no es sostenible que Chad siga recibiendo más y más personas. Es realmente un país muy pobre. Nos estamos enfrentando a un desastre«.