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Esto ha sido denunciado por Chávez como una nueva modalidad de golpismo, cuyo siguiente blanco es él. Para él, Bush es quien financia protestas buscando tumbarlo antes de que acabe su mandato constitucional.
Este sería el mismo método aplicado contra presidentes electos que fue exitoso en Yugoslavia y Haití, pero que fracasó en Belarusia. Esta estrategia corre el riesgo de provocar una ola de protestas populares latinoamericanas, incluyendo huelgas generales “a la boliviana” en países como Ecuador o República Dominicana. Igualmente podría ir empujando a Venezuela, Brasil y Argentina a acercarse más a Cuba e ir radicalizando sus distancias frente a EEUU y al TLC.
Isaac Bigio
Analista Internacional
