Desde su nacimiento la ONU ha tenido un consejo de seguridad con 5 miembros permanentes y con derecho a veto (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido). Alemania, Brasil, Japón e India manifiestan que desean también ser integrantes permanentes. Mas, hay otras naciones que también podrían demandar lo mismo por similares razones demográficas (Indonesia, Pakistán, Nigeria, Méjico, Egipto) o económicas (Italia, España, Canadá, Australia, Sudáfrica).
El debate podría no sólo tocar la cuestión del cambio sino también de la misma sobrevivencia de un consejo en el cual siempre una exigua minoría de los casi 200 miembros de la ONU acaban resolviendo por ésta.
Por otro lado, la I cumbre mundial contra la pobreza promovida por Kofi Annan gobiernos críticos a la guerra iraquí (Brasil, España, Chile y Francia) apuntaría a buscar erradicar el hambre en 11 años.
Los discursos de Lula y Bush ante la ONU mostraron los diferentes ejes de los dos bloques en los que se viene decantando Naciones Unidas. Mientras el presidente del mayor estado norteamericano insistía en justificar la invasión y ocupación de Iraq y en una guerra global anti-terrorista, el presidente de la mayor nación sudamericana postulaba una guerra mundial contra la miseria.
Pese a los extraordinarios avances tecnológicos unas 850 millones de personas están desnutridas y 700,000 mueren cada año por dicha causa. Los recursos anuales para enfrentar el hambre mundial (el mayor ‘arma de destrucción masiva’) bordean los $50,000 millones (casi un décimo del presupuesto militar anual de EEUU). Según el Banco Mundial se requiere duplicar esa cifra si se pretende desterrar la desnutrición para el 2015.
Algunas medidas propuestas consisten en un impuesto sobre el tráfico de armas o del 0.01% al billón de dólares que se mueve diariamente en transacciones transnacionales, o abaratar los costos de envío de remesas de trabajadores inmigrantes a sus familias ($86,000 millones).
Algunos críticos dudan que Francia acepte cobrar impuestos al comercio de armas (una de sus principales fuentes de divisas) o aducen que estas medidas no trastocan un mundo cada vez más socialmente polarizado. Para Washington estos planteos pueden debilitar la liberalización económica o la cruzada anti-terrorista.
Isaac Bigio
Analista Internacional

