Pese a la amistad que Chávez y Castro tienen entre sí ambos tienen orígenes y proyectos muy diferentes.
En Cuba hace 45 años una revolución socialista desintegró al ejército llevando al poder a una guerrilla. Esta, debido a la agresión de EEUU, a la radicalización de sus bases obreras y campesinas, y al interés geopolítico soviético avanzó hacia una economía estatizada y planificada dirigida por un partido comunista único.
El gobierno venezolano fue electo, mantiene una democracia multi-partidaria, se apoya en las FFAA, no ha realizado confiscaciones y alienta inversiones privadas. El chavismo no es socialista o anti-capitalista. Promueve una economía proteccionista de mercado más afín al antiguo PRI mejicano o al peronismo argentino.
El ‘bolivarianismo’ no promueve focos armados sino una transformación populista interna de las democracias latinas, revitalizar modelos económicos keynesianos que el nuevo liberalismo trató de remplazar y ansiando un bloque regional ante el ALCA.
Isaac Bigio
Analista Internacional