A diferencia de Europa, Asia y Africa en Sudamerica la ultima fractura de un pais ocurrio hace un siglo. Si Bolivia se desgajase abriria una caja de pandera en la region.
Los que quieren que Santa Cruz se convierta en un ‘Estado libre asociado’ quisieran arrastrar a su proyecto a Pando, Beni y tal vez Tarija. Sin embargo, en la zona mas rica entre ambos, el Chaco (el ‘Kuwait’ andino) muchos rechazan ello y quieren ser un nuevo departamento de Bolivia.
En Santiago se podria ver con simpatia un Santa Cruz independiente que seria aliado y socio comercial mientras pierde peso el reclamo boliviano sobre el mar, aunque ello, a la larga, podria afectar interna e internacionalmente a Chile. En Ecuador se podria influir hacia un nacionalismo de la costa basado en la idea que hay que separar territorios mas proclives a la libre empresa de las serranías indias conflictivas.
Una fractura oriental boliviana alentaría el irredentismo aymara que sostiene que su ‘patria’ ha quedado partida entre 2 o 3 países, al igual que pasa con kurdos y vascos. El crecimiento de movimientos pro-autodeterminacion nacional aymara, quechua y guarani contagiaria al continente: desde la Araucania y la Patagonia hasta zonas de Mexico.
Bolivia podria adoptar modelos de regionalismo o autonomía similares a los de sus vecinos o España. Igualmente podria basarse en el ejemplo de Canada y Groenlandia que han dado auto-gobierno territorial a pueblos nativos.
La persistencia en el centralismo o el avivamiento de separatismos podria conducir a una guerra civil.
No es usual que un titular de la Corte Suprema acabe presidiendo una república. Eduardo Rodríguez es el primer caso en 83 gobiernos que ha tenido Bolivia.
El hecho de que el presidente y vicepresidente electos hayan renunciado y que los jefes de senadores y diputados no les hubiesen reemplazado muestra una profunda crisis.
Hasta la tarde del jueves parecía que Hormando Vaca, líder del Senado, sería proclamado presidente. Sin embargo, la coalición que le iba a apoyar acabó tras la muerte de un manifestante.
Ante el temor de que millares de enardecidos impidieran sesionar al Congreso, Vaca debió resignarse.
La ascensión de un nuevo presidente será usada para ir diluyendo muchas protestas, aunque los radicales plantean “asambleas populares”, marchas y bloqueos hasta “nacionalizar el gas”. Rodríguez convocará a prontas elecciones, en las cuales Samuel Doria Medina y “Tuto” Quiroga intentarán un mandato firme para que la centroderecha ponga “orden”, mientras Evo Morales querrá ser el Lula altoperuano.
Isaac Bigio
Analista Internacional