A Lagos se le sindica de haber favorecido a su cuñado con contratos millonarios. Al ‘Partido dos Trabalhadores’ le atacan por haber comprado parlamentarios de otros partidos con sobornos mensuales.
Lula podría sacrificar a su lugarteniente Dirceu y reestructurar su gabinete para que su partido se quede con menos ministros. La izquierda dura querrá sacar provecho de esa crisis para ‘probar’ que la corrupción oficialista es resultado de ‘haberse vendido al neo-liberalismo’.
Sin embargo, es la derecha quien tratará de sacar más ventaja. En Chile busca torpedear la candidatura ‘socialista’ de Bachelet para que no gane las presidenciales de diciembre. En Brasil presiona a Lula para que el PT ceda más carteras y puestos a sus aliados centristas, y se distancie de influencias sindicales y de Chávez.
Isaac Bigio
Analista Internacional
